Santa Cruz busca el protagonismo político que perdió tras caso Rozsa

Santa Cruz es el motor nacional de desarrollo económico; sin embargo, tiene el reto de consolidar su presencia política. Nuevos liderazgos se incuban en las filas de colectivos ciudadanos.

Página Siete / Santa Cruz
Santa Cruz conmemora hoy 208 años de su gesta libertaria con el reto de recuperar el protagonismo político que relegó, después del caso Rozsa, por el desarrollo económico. Los nuevos liderazgos políticos que se perfilan provienen de los colectivos ciudadanos.


“La burguesía cruceña, como clase, ha optado por la lógica capitalista y ha decidido no participar en lo político. Estos años los empresarios y la banca han ganado más que nunca a cambio de su apoyo al poder”, opina Jerjes Justiniano, abogado cruceño de larga carrera política.

“Los cruceños se han dedicado más a hacer empresa que a hacer política; pero lo cierto es que lo uno depende de lo otro, son simbióticos. Santa Cruz debería repensar esta situación a fin de apuntalar su desarrollo económico a futuro participando activamente en la formulación de políticas públicas”, asegura Gary Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).

Caso Rozsa, el parteaguas

Hace una década Santa Cruz -y la denominada “media luna”- tenía protagonismo político con su demanda de autonomía. Para el entonces aún nuevo gobierno del MAS, ése fue un movimiento terrorista y separatista.

El 16 de abril de 2009, en una operación en el hotel Las Américas de Santa Cruz, murieron el boliviano-húngaro Eduardo Rozsa, el rumano Arpad Magyarosi y el irlandés Michael Dwyer. Según la Fiscalía, eran mercenarios que planeaban asesinar al presidente Evo Morales. La oposición asegura que todo fue en realidad un montaje oficial para dañar al movimiento autonomista.



En este proceso 39 personas fueron imputadas por el entonces fiscal Marcelo Soza, quien huyó a Brasil y hoy enfrenta un juicio por extorsión. Así se acalló a esa generación de líderes cruceños.

“El caso Rozsa, que fue hábilmente judicializado por el Gobierno, tiene doble connotación. Por un lado, logró desarticular el accionar político regional que no era terrorista pero tenía fines autonómicos. Por otro lado, alió a la burguesía con el Gobierno porque los empresarios se dieron cuenta que en vez de hacer política podían hacer plata”, dice Justiniano.

Jerjes, exembajador de Bolivia en Brasil y excandidato a la Gobernación cruceña por el MAS, sostiene que “con el espíritu cooperativista que le caracteriza” el empresariado cruceño siguió a Evo. “Porque hay que reconocer que el Gobierno ha hecho una buena administración económica cuando la crisis afecta a otros países. El riesgo aquí es que se atente contra la democracia y Evo quiera cambiar lo que dijo el pueblo con su reelección”, expone.

Simbiosis económico-política


El departamento de Santa Cruz aporta casi un tercio al Producto Interno Bruto (PIB) nacional, según datos recientes del IBCE. La región lidera y es motor del crecimiento en Bolivia.

Los actos oficiales se desarrollarán en la plaza 24 de Septiembre.
“Santa Cruz es el principal aportante al PIB con cerca del 29% y el mayor productor de alimentos del país con más del 70% (2,5 millones de toneladas al año). Es la principal plaza recaudadora de impuestos internos, de gravámenes aduaneros; cuenta con una de las bases empresariales más amplias del país. Claramente es una fuerte plaza de inversión extranjera en el área no tradicional y es la región con mayor cantidad de franquicias internacionales”, explica el gerente del IBCE.



En los últimos 10 años, grandes marcas transnacionales han asentado sus inversiones en diferentes rubros. Esto ha dado paso a un crecimiento vertiginoso de centros comerciales, desarrollo de servicios y aparición de nuevas fuentes laborales. La industria de la construcción cruceña también vive un boom, debido a la alta demanda de vivienda.

“Santa Cruz ha llegado donde ha llegado no gracias sino a pesar de las políticas públicas de todos los gobiernos, incluso de los que han tenido fuerte presencia de ministros cruceños pero que a la hora de la verdad no respondieron a los intereses de la región”, expone Rodríguez.

“Históricamente, desde la Revolución federal, Santa Cruz ha tenido que forjarse un lugar ante el centralismo de La Paz, que es en sí misma una ciudad-Estado”, refuerza Justiniano.

Coinciden en que hay una nueva generación de líderes cruceños en formación, más allá de algunos nombres conocidos. Ha de ser la propia coyuntura económica la que catapulte a estas figuras de recambio político.

Eduardo Rozsa fue abatido en 2009 en Santa Cruz.


“Desde el punto de vista estratégico, en Santa Cruz está faltando protagonismo político, en el buen sentido, para resolver las necesidades de la población y los empresarios; pero también para materializar oportunidades regionales desde las políticas públicas. Eso sólo se puede hacer si se está en función de Gobierno”, concluye Rodríguez.

Santa Cruz festeja

Presidentes Desde su independencia, en 1825, Bolivia tuvo tres presidentes cruceños: José Miguel de Velasco (1837-1839), Germán Busch Becerra (1937-1939) y Hugo Banzer Suárez (1971-1978).
Migrantes Según datos del INE, actualmente Santa Cruz es el mayor destino de la migración interna del país. Alrededor del 30% del total de su composición poblacional nació en algún otro departamento de Bolivia.
Jóvenes Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) la población entre 16 y 28 años alcanza a 771 mil personas en el departamento de Santa Cruz.

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