REAL SOCIEDAD 1-BARCELONA 2 Rotaciones frustradas
El Barça gana en Anoeta reclutando al equipo de gala después de que fracasara la segunda unidad. Suárez y Dembélé remontaron el tanto de Elustondo. Ter Stegen, clave.
Santi Giménez
As
El nuevo Anoeta le trajo al Barça los viejos problemas de siempre y tuvo que sudar sangre el equipo de Valverde para llevarse los tres puntos (1-2) tras remontar e gol inicial de la Real. Una remontada que se gestó en base a las paradas de Ter Stegen, de la eficacia a balón parado (con la ayuda de Rulli y los rebotes) y de reclutar a filas al equipo de gala para solventar el lío en el que se estaba metiendo el conjunto culé.
Tal y como se esperaba, Valverde realizó rotaciones, pero en contra de lo esperado, éstas no agitaron para nada el equipo, al contrario, lo narcotizaron para perpetrar un inicio de partido absolutamente lamentable que únicamente pudo solventarse al final con el Equipo A. El Barça tiró a la basura la primera parte con un fútbol funcionarial en el que no jugaba ni por dentro ni por fuera, ni en corto ni, en largo. Un verdadero despropósito. Huérfano de Busquets, el Barça careció de guía en un centro del campo en el que Rafinha y Sergi Roberto fueron sendas máquinas de perder balones.
Por delante la cosa no era mucho mejor. Demebélé, en claro homenaje a Toshack aprovechando que visitaba San Sebastián corría como “pollo sin cabeza”, a Messi se estuvo a punto de reclamarle por los altavoces por si acaso se había perdido camino al estadio y Suárez únicamente dejaba constancia de su presencia en el campo por sus protestas.
Detrás, lo fácil sería cargarle el mochuelo a Semedo, que jugó una primera parte calamitosa, pero tampoco estuvieron mejor sus compañeros.
Ante este panorama, a la Real le bastó con estar muy ordenada, animosa y dinámica para pasar unos primeros 45 minutos más que tranquilos. Los de Garitano aprovecharon la primera pérdida grave de balón del Barça y la primera falta del equipo blaugrana (que llegó como consecuencia de esa pérdida) para inaugurar el marcador después de que Héctor Moreno se impusiera por alto a Semedo y Aritz Elustondo marcara un golazo con la izquierda que pilló a Piqué despistado.
Ni el hecho de ir por detrás en el marcador espabiló a un Barça realmente espantoso en el primer acto. El primer y único aviso blaugrana en ese periodo llegó a los 35 minutos en un cabezazo de Piqué a la salida de un córner. El central reclamó un penalti cinco minutos después que el VAR no consideró y la Real, casi sin despeinarse, llegó con el 1-0 al descanso ante un Barça de caricatura que había tirado la primera parte y que tenía que cambiar muchas cosas en la segunda.
Lo primero que cambió Valverde fue a Semedo, que por segunda vez consecutiva volvió a ser sustituido al descanso para dar entrada a Coutinho, con lo que Sergi Roberto regresaba al lateral derecho tras penar en el centro del campo.
Tras diez minutos en los que el panorama no cambió en absoluto, es más, fue la Real la que primero disparó a puerta en otra jugada a balón parado, Valverde introdujo en el campo a Busquets retirando a Rafinha. Tenía 35 minutos el Barça para darle la vuelta al partido con el hipotético equipo de gala.
Y ahí, el Barça puso cerco a la portería de Rulli, más por acumulación que por calidad y a base de apretar, la Real cedió saques de esquina y por ahí se desangró la Real. Rulli midió mal la salida ante Umtiti y Suárez logrño el ampate tres minutos antes de que en jugada similar, Dembélé lograra el segundo mientras que en el área contraria, Ter Stegen se agigantaba ante los delanteros locales que presionaron hasta el último momento después de que, de nuevo, el Barcelona perdiera el control del partido después de la entrada de Vidal por Dembélé en un calco de lo que pasó en Zorrilla.
Santi Giménez
As
El nuevo Anoeta le trajo al Barça los viejos problemas de siempre y tuvo que sudar sangre el equipo de Valverde para llevarse los tres puntos (1-2) tras remontar e gol inicial de la Real. Una remontada que se gestó en base a las paradas de Ter Stegen, de la eficacia a balón parado (con la ayuda de Rulli y los rebotes) y de reclutar a filas al equipo de gala para solventar el lío en el que se estaba metiendo el conjunto culé.
Tal y como se esperaba, Valverde realizó rotaciones, pero en contra de lo esperado, éstas no agitaron para nada el equipo, al contrario, lo narcotizaron para perpetrar un inicio de partido absolutamente lamentable que únicamente pudo solventarse al final con el Equipo A. El Barça tiró a la basura la primera parte con un fútbol funcionarial en el que no jugaba ni por dentro ni por fuera, ni en corto ni, en largo. Un verdadero despropósito. Huérfano de Busquets, el Barça careció de guía en un centro del campo en el que Rafinha y Sergi Roberto fueron sendas máquinas de perder balones.
Por delante la cosa no era mucho mejor. Demebélé, en claro homenaje a Toshack aprovechando que visitaba San Sebastián corría como “pollo sin cabeza”, a Messi se estuvo a punto de reclamarle por los altavoces por si acaso se había perdido camino al estadio y Suárez únicamente dejaba constancia de su presencia en el campo por sus protestas.
Detrás, lo fácil sería cargarle el mochuelo a Semedo, que jugó una primera parte calamitosa, pero tampoco estuvieron mejor sus compañeros.
Ante este panorama, a la Real le bastó con estar muy ordenada, animosa y dinámica para pasar unos primeros 45 minutos más que tranquilos. Los de Garitano aprovecharon la primera pérdida grave de balón del Barça y la primera falta del equipo blaugrana (que llegó como consecuencia de esa pérdida) para inaugurar el marcador después de que Héctor Moreno se impusiera por alto a Semedo y Aritz Elustondo marcara un golazo con la izquierda que pilló a Piqué despistado.
Ni el hecho de ir por detrás en el marcador espabiló a un Barça realmente espantoso en el primer acto. El primer y único aviso blaugrana en ese periodo llegó a los 35 minutos en un cabezazo de Piqué a la salida de un córner. El central reclamó un penalti cinco minutos después que el VAR no consideró y la Real, casi sin despeinarse, llegó con el 1-0 al descanso ante un Barça de caricatura que había tirado la primera parte y que tenía que cambiar muchas cosas en la segunda.
Lo primero que cambió Valverde fue a Semedo, que por segunda vez consecutiva volvió a ser sustituido al descanso para dar entrada a Coutinho, con lo que Sergi Roberto regresaba al lateral derecho tras penar en el centro del campo.
Tras diez minutos en los que el panorama no cambió en absoluto, es más, fue la Real la que primero disparó a puerta en otra jugada a balón parado, Valverde introdujo en el campo a Busquets retirando a Rafinha. Tenía 35 minutos el Barça para darle la vuelta al partido con el hipotético equipo de gala.
Y ahí, el Barça puso cerco a la portería de Rulli, más por acumulación que por calidad y a base de apretar, la Real cedió saques de esquina y por ahí se desangró la Real. Rulli midió mal la salida ante Umtiti y Suárez logrño el ampate tres minutos antes de que en jugada similar, Dembélé lograra el segundo mientras que en el área contraria, Ter Stegen se agigantaba ante los delanteros locales que presionaron hasta el último momento después de que, de nuevo, el Barcelona perdiera el control del partido después de la entrada de Vidal por Dembélé en un calco de lo que pasó en Zorrilla.