La nueva vida de Dembélé

Desde el servicio de nutrición del club le han pedido que deje las bebidas con gas y que tome bebidas isotónicas para recuperar. Físicamente, ha ido a más.

Moisés Llorens
As
Ousmane Dembélé es una de las sensaciones en el buen inicio de temporada del Barcelona. Sereno, con más confianza en su juego y con la seguridad de que Ernesto Valverde lo tiene permanente en sus planes, el futbolista francés parece otro. Ha costado, pero se asentó en muchos aspectos y eso acaba trasladándose sobre el terreno de juego.


“Está muy bien, pero puede estar mejor”, indican desde el vestuario del Barcelona. “Hay que esperar una temporada más para que acabe de asimilar todo lo que se le pide”, insisten. Dembélé, hace poco más de un año, se partió en Getafe. Padeció una rotura en el tendón del bíceps femoral de la pierna izquierda y tuvo que ser operado. Lo intervino el doctor finlandés Sakari Orava. Quedó devastado. Parecía que se le había olvidado jugar al fútbol y muchos se apresuraron en decir que los más de 100 millones pagados por él al Borussia Dortmund “se habían tirado a la basura”. Pero no.

El atacante (cuatro goles en este arranque de curso, tres en liga y uno en Champions) primero recibió el cariño de Robert Fernández y ahora de Eric Abidal, que le ayudó a entender que el Barcelona “no iba a venderlo”, pese a la cantidad de comentarios que se hicieron antes de que se cerrara el mercado. Lo que no han cambiado son las atenciones que el club le dispensa cada día. Dembélé acabó por aceptar que en casa ha de tener una asistenta que le ayude a mantener el orden, que le resuelvan las tareas del hogar (vive solo, sin sus padres) y, sobre todo, le indique bien qué puede y debe comer y beber. Amante de los refrescos con gas, desde el servicio de nutrición del club hace tiempo que le pidieron que los erradique y que tome bebidas isotónicas para recuperar.

Futbolísticamente, además, el rendimiento del francés ha ido a más. “Lo del Mundial, el ir convocado, fue aire fresco. Luego ganarlo y sentirse importante dentro de ese grupo lo catapultó a la felicidad”, resumen. “Está entendiendo más lo que quiere Valverde, pero no hay que cantar victoria, hay cosas que aún le cuestan”, aportan. “El tema es correr atrás cuando pierde la pelota o se corta el ataque. Ahí es donde debe responsabilizarse y lo está haciendo poco a poco”, remarcan con una felicidad contenida desde la Ciutat Esportiva.

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