Israel cierra el cruce con Gaza para personas tras los disturbios
Israel, AFP
Las autoridades israelíes cerraron hoy el paso de Erez, el único destinado al tránsito de personas entre Israel y Gaza, aunque se abrirá para casos humanitarios, después de las protestas de ayer de rechazo a la política del presidente estadounidense, Donald Trump, de cancelar su ayuda a la agencia de la ONU para ayuda a los refugiados palestinos (UNRWA).
El Ejército israelí comunicó que el motivo del cierre fueron los "violentos disturbios de ayer instigados en la zona del paso de Erez, con la participación de cientos de alborotadores palestinos que lanzaron piedras y dañaron la infraestructura del paso en el lado palestino", por lo que permanecerá cerrado hasta que se reparen los desperfectos.
Mientras tanto, el tránsito de personas se limitará a los casos humanitarios "aprobados de modo individual", concluía la portavocía militar.
Al menos tres palestinos resultaron heridos ayer por fuego de soldados israelíes en el norte de Gaza, según fuentes médicas palestinas.
Sucedió durante los enfrentamientos que estallaron durante una protesta en la que participaron cientos de personas en las inmediaciones de la valla que separa Israel de Gaza, territorio que está bajo bloqueo por parte de Israel desde que el movimiento islamista Hamás tomara el control de la franja en 2007, y que se ha visto reforzado por el cierre intermitente de la frontera egipcia.
Los manifestantes se congregaron para mostrar su rechazo a la política del presidente Trump en la región, en particular, por la reciente decisión de EE.UU de cancelar sus aportaciones a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), de la que era el mayor donante y a la que venía contribuyendo con unos 360 millones de dólares anuales.
Los manifestantes también protestaron contra el reconocimiento de Trump de Jerusalén como la capital de Israel en diciembre, una declaración que rompió con décadas de consenso internacional según el cual el estatus final de la ciudad debe ser acordado en un proceso de paz entre israelíes y palestinos, quienes reivindican la parte Este ocupada desde 1967 como capital de su futuro estado independiente.
El paso de Erez ya había sido cerrado el pasado 19 de agosto, y reabierto siete días después, como represalia por los disturbios ocurridos días antes.
Las autoridades israelíes cerraron hoy el paso de Erez, el único destinado al tránsito de personas entre Israel y Gaza, aunque se abrirá para casos humanitarios, después de las protestas de ayer de rechazo a la política del presidente estadounidense, Donald Trump, de cancelar su ayuda a la agencia de la ONU para ayuda a los refugiados palestinos (UNRWA).
El Ejército israelí comunicó que el motivo del cierre fueron los "violentos disturbios de ayer instigados en la zona del paso de Erez, con la participación de cientos de alborotadores palestinos que lanzaron piedras y dañaron la infraestructura del paso en el lado palestino", por lo que permanecerá cerrado hasta que se reparen los desperfectos.
Mientras tanto, el tránsito de personas se limitará a los casos humanitarios "aprobados de modo individual", concluía la portavocía militar.
Al menos tres palestinos resultaron heridos ayer por fuego de soldados israelíes en el norte de Gaza, según fuentes médicas palestinas.
Sucedió durante los enfrentamientos que estallaron durante una protesta en la que participaron cientos de personas en las inmediaciones de la valla que separa Israel de Gaza, territorio que está bajo bloqueo por parte de Israel desde que el movimiento islamista Hamás tomara el control de la franja en 2007, y que se ha visto reforzado por el cierre intermitente de la frontera egipcia.
Los manifestantes se congregaron para mostrar su rechazo a la política del presidente Trump en la región, en particular, por la reciente decisión de EE.UU de cancelar sus aportaciones a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), de la que era el mayor donante y a la que venía contribuyendo con unos 360 millones de dólares anuales.
Los manifestantes también protestaron contra el reconocimiento de Trump de Jerusalén como la capital de Israel en diciembre, una declaración que rompió con décadas de consenso internacional según el cual el estatus final de la ciudad debe ser acordado en un proceso de paz entre israelíes y palestinos, quienes reivindican la parte Este ocupada desde 1967 como capital de su futuro estado independiente.
El paso de Erez ya había sido cerrado el pasado 19 de agosto, y reabierto siete días después, como represalia por los disturbios ocurridos días antes.