Evo ofrece el parlamento de Unasur para matrimonios y graduaciones
Cochabamba, Fides
El presidente Evo Morales inauguró la del miércoles anoche el Parlamento Suramericano en San Benito, en el valle alto cochabambino, en medio de la crisis del bloque regional, que hasta ahora no usó el edificio y ofreció la infraestructura para los festejos de matrimonios y graduaciones de colegio.
“Así como en la Casa Grande del Pueblo, (se celebrarán) eventos, graduaciones, matrimonios. Si yo estuviera en la promoción (de colegio), yo haría mi acto en este lugar. Haría aquí los congresos de las organizaciones sociales”, indicó Morales.
El Mandatario sólo pidió como condición que “hay que cuidar nuestra infraestructura”. “Cuando sus eventos sociales, congresos, promociones, después del evento, hay que cuidar nuestra infraestructura y dejarla limpia”, aseveró.
La estructura, que costó 494 millones de bolivianos y tardó cuatro años de construcción.
“Unasur es el símbolo de integración de América Latina, eso estamos entregando hoy día. Habrá gente que proteste, pero vamos a seguir construyendo la integración de toda Sudamérica”, aseveró Morales, quien no se refirió a la crisis del organismo, que ya conoció el alejamiento oficial de Colombia.
La sede de Unasur en Quito fue reclamada por el gobierno ecuatoriano, dejando sin una infraestructura a la creación del Hugo Chávez.
Los embajadores de Unasur estuvieron invitados, pero ninguno asistió.
El Canciller Diego Pary indicó que se cursaron las invitaciones correspondientes a cada jefe de Estado y negó que haya crisis en Unasur.
“No, no se ha salido ningún país y se está trabajando para que Unasur pueda definir sus trabajos y propósitos. Sí, se ha invitado a los países miembros, algunos han arribado”, dijo. Pero en el acto ningún jefe de Estado de Unasur estuvo presente.
El primer componente es un edificio de plenarias que tiene tres bloques con un auditorio para 136 personas y un estacionamiento para 110 vehículos; el segundo es un centro de convenciones que consta de una sala múltiple para talleres y una sala de teleconferencias, y el tercero está formado por un bloque con auditorios para 1.300 personas.
Los encargados de cerrar el acto fueron los Kjarkas.
El presidente Evo Morales inauguró la del miércoles anoche el Parlamento Suramericano en San Benito, en el valle alto cochabambino, en medio de la crisis del bloque regional, que hasta ahora no usó el edificio y ofreció la infraestructura para los festejos de matrimonios y graduaciones de colegio.
“Así como en la Casa Grande del Pueblo, (se celebrarán) eventos, graduaciones, matrimonios. Si yo estuviera en la promoción (de colegio), yo haría mi acto en este lugar. Haría aquí los congresos de las organizaciones sociales”, indicó Morales.
El Mandatario sólo pidió como condición que “hay que cuidar nuestra infraestructura”. “Cuando sus eventos sociales, congresos, promociones, después del evento, hay que cuidar nuestra infraestructura y dejarla limpia”, aseveró.
La estructura, que costó 494 millones de bolivianos y tardó cuatro años de construcción.
“Unasur es el símbolo de integración de América Latina, eso estamos entregando hoy día. Habrá gente que proteste, pero vamos a seguir construyendo la integración de toda Sudamérica”, aseveró Morales, quien no se refirió a la crisis del organismo, que ya conoció el alejamiento oficial de Colombia.
La sede de Unasur en Quito fue reclamada por el gobierno ecuatoriano, dejando sin una infraestructura a la creación del Hugo Chávez.
Los embajadores de Unasur estuvieron invitados, pero ninguno asistió.
El Canciller Diego Pary indicó que se cursaron las invitaciones correspondientes a cada jefe de Estado y negó que haya crisis en Unasur.
“No, no se ha salido ningún país y se está trabajando para que Unasur pueda definir sus trabajos y propósitos. Sí, se ha invitado a los países miembros, algunos han arribado”, dijo. Pero en el acto ningún jefe de Estado de Unasur estuvo presente.
El primer componente es un edificio de plenarias que tiene tres bloques con un auditorio para 136 personas y un estacionamiento para 110 vehículos; el segundo es un centro de convenciones que consta de una sala múltiple para talleres y una sala de teleconferencias, y el tercero está formado por un bloque con auditorios para 1.300 personas.
Los encargados de cerrar el acto fueron los Kjarkas.