En la ONU, Trump despreció el "globalismo" y apuntó contra Irán, Siria y Venezuela
Nueva York
En la cuna del multilateralismo, Donald Trump se rebeló contra él. "Rechazamos la ideología del globalismo", dijo el presidente norteamericano en su discurso en la Asamblea General de la ONU y pidió abrazar "patriotismo".
En este sentido, Trump anunció una revisión de la ayuda humanitaria de Washington a la ONU, reivindicó la retirada de Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y el no reconocimiento a la Corte Penal Internacional (CPI).
El gremialismo duro advierte que seguirán los reclamos: "Vamos a salir las veces que sea necesario"
Si el año pasado el presidente norteamericano apuntó su artillería contra Corea Norte, esta vez su tono fue mucho más conciliador con el líder norcoreano Kim jong-un, a quien felicitó por los "avances en la desnuclearización", y en su lugar criticó a "la dictadura corrupta de Irán". También prometió un "respuesta estadounidense" si el gobierno sirio de Bashar al-Assad utiliza armas químicas y reclamó "la restauración de la democracia" en Venezuela.
Su discurso, que hizo alarde del nacionalismo, tuvo un tono totalmente distinto al del secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, que abrió hoy la mayor reunión diplomática del mundo con una cruda advertencia sobre el creciente caos y la confusión en el planeta. "Hoy, el orden mundial es cada vez más caótico. Las relaciones de poder son menos claras", dijo Guterres en el inicio de la 73° Asamblea General de la ONU.
Durante todo su discurso, Trump defendió su doctrina aislacionista e hizo alarde de los logros de su gobierno. "En menos de dos años mi administración ha hecho más que cualquier otra administración en la historia de nuestro país", dijo el presidente norteamericano ni bien subió al estrado, lo que desató risas en el público, algo muy inusual en la cita anual de la diplomacia mundial.
Con ironía, Trump dijo que no se esperaba esa reacción. Luego continuó: "La economía está floreciente como nunca antes, la bolsa es la más alta de la historia y el desempleo está en su punto más bajo en 50 años. Iniciamos la construcción del muro fronterizo y nuestras fuerzas militares están más fuertes que nunca".
Luego de repasar los "éxitos" de su gestión, Trump festejó los resultados de la reunión histórica que tuvo con Kim en junio pasado en Singapur. "Desde esa reunión los cohetes no vuelan en todas las direcciones, las pruebas nucleares se detuvieron, se están desmantelando las instalaciones nucleares y los restos de los americanos volverán a casa", dijo. Luego advirtió que "las sanciones contra Pyongyang continuarán hasta que se logre la desnuclearización.
Cuando le tocó hablar de Irán, Trump se puso serio. El presidente aseguró que los líderes iraníes "siembran caos, muerte y destrucción" y llamó a aislar a la República Islámica.
Según Trump, los vecinos de Irán pagaron un "fuerte peaje por la agresión y expansión de la región". El acuerdo nuclear firmado en 2015 por Teherán y la comunidad internacional fue "dinero caído del cielo" para los líderes iraníes y financió el terrorismo en Siria y Yemen, agregó Trump sobre el pacto del que retiró a su país este año.
Trump también deploró la "tragedia humana" que vive Venezuela, y llamó a todos los países reunidos en la ONU a reclamar "la restauración de la democracia" en el país sudamericano.
"Actualmente, somos testigos de una tragedia humana, por ejemplo en Venezuela", dijo Trump minutos después de que el Tesoro anunciara más sanciones contra el entorno del presidente Nicolás Maduro, apuntando a la primera dama, Cilia Flores, y también cercando al líder chavista Diosdado Cabello.
El presidente reclamó al martes a la ONU intercambios comerciales "justos y equilibrados", justificando sus recientes decisiones económicas, especialmente con respecto a China. El desequilibrio comercial con Pekín "no puede ser tolerado", dijo.
Trump finalizó con un alarde de nacionalismo y aislacionismo que impregnó todo su discurso. "Debemos proteger nuestra soberanía y valorar la independencia por encima de todo", proclamó. Sobre esa base, alega, el mundo encontrará "nuevas avenidas para la cooperación, nueva pasión para la paz, y un nuevo sentido y determinación", dijo.
Guterres: "Los valores universales se están erosionando"
"Los valores universales se están erosionando. Los principios democráticos están bajo sitio", indicó Guterres, que no criticó específicamente a ningún país, pero entre los diplomáticos existe temor por una división del mundo en esferas de influencia y un regreso a la rivalidad entre grandes potencias.
El gobierno de Trump ha dejado clara su desconfianza en los tratados internacionales, al abandonar el acuerdo nuclear con Irán, el del clima de París y cortar financiamiento a las Naciones Unidas.
Diplomáticos estadounidenses dicen que la posición del gobierno Trump han envalentonado a Rusia y China para avanzar en su visión de un orden mundial en el cual los derechos humanos pasan a un segundo lugar, detrás del desarrollo y los derechos soberanos.
Guterres urgió a los líderes mundiales a renovar su compromiso con un orden mundial basado en reglas comunes, con la ONU en el centro.
Temer y la crisis en Venezuela
En la misma línea que Guterres, el presidente brasileño, Michel Temer , pidió una mejora del orden internacional colectivo. "Por muy imperfecto que sea sirvió para fomentar la causa mundial común", sostuvo.
También pidió responder al unilateralismo y al aislacionismo con más apertura, nuevas ideas y nuevas tecnología. "Así es como construiremos una prosperidad compartida", sostuvo. "El proteccionismo puede parecer seductor, pero el aislamiento crea una falsa sensación de seguridad", agregó.
También en años anteriores Temer había criticado indirectamente una agenda proteccionista y de aislamiento como la que promueve Trump.
El presidente brasileño habló también de la crisis migratoria que afecta a la región por el éxodo de millones de venezolanos que se asentaron en distintos países de América Latina ."En América del Sur estamos en medio de una ola migratoria de grandes proporciones", dijo. "Se estima en más de un millón los venezolanos que dejaron su país en busca de condiciones de vida dignas. Brasil ha recibido a todos los que llegan a nuestro territorio", agregó.
"La solución a la crisis venezolana se encontrará cuando Venezuela recobre el camino al desarrollo", sostuvo, pero además dijo que los países de la región tienen "el deber" de proteger a los migrantes venezolanos.
En la cuna del multilateralismo, Donald Trump se rebeló contra él. "Rechazamos la ideología del globalismo", dijo el presidente norteamericano en su discurso en la Asamblea General de la ONU y pidió abrazar "patriotismo".
En este sentido, Trump anunció una revisión de la ayuda humanitaria de Washington a la ONU, reivindicó la retirada de Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y el no reconocimiento a la Corte Penal Internacional (CPI).
El gremialismo duro advierte que seguirán los reclamos: "Vamos a salir las veces que sea necesario"
Si el año pasado el presidente norteamericano apuntó su artillería contra Corea Norte, esta vez su tono fue mucho más conciliador con el líder norcoreano Kim jong-un, a quien felicitó por los "avances en la desnuclearización", y en su lugar criticó a "la dictadura corrupta de Irán". También prometió un "respuesta estadounidense" si el gobierno sirio de Bashar al-Assad utiliza armas químicas y reclamó "la restauración de la democracia" en Venezuela.
Su discurso, que hizo alarde del nacionalismo, tuvo un tono totalmente distinto al del secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, que abrió hoy la mayor reunión diplomática del mundo con una cruda advertencia sobre el creciente caos y la confusión en el planeta. "Hoy, el orden mundial es cada vez más caótico. Las relaciones de poder son menos claras", dijo Guterres en el inicio de la 73° Asamblea General de la ONU.
Durante todo su discurso, Trump defendió su doctrina aislacionista e hizo alarde de los logros de su gobierno. "En menos de dos años mi administración ha hecho más que cualquier otra administración en la historia de nuestro país", dijo el presidente norteamericano ni bien subió al estrado, lo que desató risas en el público, algo muy inusual en la cita anual de la diplomacia mundial.
Con ironía, Trump dijo que no se esperaba esa reacción. Luego continuó: "La economía está floreciente como nunca antes, la bolsa es la más alta de la historia y el desempleo está en su punto más bajo en 50 años. Iniciamos la construcción del muro fronterizo y nuestras fuerzas militares están más fuertes que nunca".
Luego de repasar los "éxitos" de su gestión, Trump festejó los resultados de la reunión histórica que tuvo con Kim en junio pasado en Singapur. "Desde esa reunión los cohetes no vuelan en todas las direcciones, las pruebas nucleares se detuvieron, se están desmantelando las instalaciones nucleares y los restos de los americanos volverán a casa", dijo. Luego advirtió que "las sanciones contra Pyongyang continuarán hasta que se logre la desnuclearización.
Cuando le tocó hablar de Irán, Trump se puso serio. El presidente aseguró que los líderes iraníes "siembran caos, muerte y destrucción" y llamó a aislar a la República Islámica.
Según Trump, los vecinos de Irán pagaron un "fuerte peaje por la agresión y expansión de la región". El acuerdo nuclear firmado en 2015 por Teherán y la comunidad internacional fue "dinero caído del cielo" para los líderes iraníes y financió el terrorismo en Siria y Yemen, agregó Trump sobre el pacto del que retiró a su país este año.
Trump también deploró la "tragedia humana" que vive Venezuela, y llamó a todos los países reunidos en la ONU a reclamar "la restauración de la democracia" en el país sudamericano.
"Actualmente, somos testigos de una tragedia humana, por ejemplo en Venezuela", dijo Trump minutos después de que el Tesoro anunciara más sanciones contra el entorno del presidente Nicolás Maduro, apuntando a la primera dama, Cilia Flores, y también cercando al líder chavista Diosdado Cabello.
El presidente reclamó al martes a la ONU intercambios comerciales "justos y equilibrados", justificando sus recientes decisiones económicas, especialmente con respecto a China. El desequilibrio comercial con Pekín "no puede ser tolerado", dijo.
Trump finalizó con un alarde de nacionalismo y aislacionismo que impregnó todo su discurso. "Debemos proteger nuestra soberanía y valorar la independencia por encima de todo", proclamó. Sobre esa base, alega, el mundo encontrará "nuevas avenidas para la cooperación, nueva pasión para la paz, y un nuevo sentido y determinación", dijo.
Guterres: "Los valores universales se están erosionando"
"Los valores universales se están erosionando. Los principios democráticos están bajo sitio", indicó Guterres, que no criticó específicamente a ningún país, pero entre los diplomáticos existe temor por una división del mundo en esferas de influencia y un regreso a la rivalidad entre grandes potencias.
El gobierno de Trump ha dejado clara su desconfianza en los tratados internacionales, al abandonar el acuerdo nuclear con Irán, el del clima de París y cortar financiamiento a las Naciones Unidas.
Diplomáticos estadounidenses dicen que la posición del gobierno Trump han envalentonado a Rusia y China para avanzar en su visión de un orden mundial en el cual los derechos humanos pasan a un segundo lugar, detrás del desarrollo y los derechos soberanos.
Guterres urgió a los líderes mundiales a renovar su compromiso con un orden mundial basado en reglas comunes, con la ONU en el centro.
Temer y la crisis en Venezuela
En la misma línea que Guterres, el presidente brasileño, Michel Temer , pidió una mejora del orden internacional colectivo. "Por muy imperfecto que sea sirvió para fomentar la causa mundial común", sostuvo.
También pidió responder al unilateralismo y al aislacionismo con más apertura, nuevas ideas y nuevas tecnología. "Así es como construiremos una prosperidad compartida", sostuvo. "El proteccionismo puede parecer seductor, pero el aislamiento crea una falsa sensación de seguridad", agregó.
También en años anteriores Temer había criticado indirectamente una agenda proteccionista y de aislamiento como la que promueve Trump.
El presidente brasileño habló también de la crisis migratoria que afecta a la región por el éxodo de millones de venezolanos que se asentaron en distintos países de América Latina ."En América del Sur estamos en medio de una ola migratoria de grandes proporciones", dijo. "Se estima en más de un millón los venezolanos que dejaron su país en busca de condiciones de vida dignas. Brasil ha recibido a todos los que llegan a nuestro territorio", agregó.
"La solución a la crisis venezolana se encontrará cuando Venezuela recobre el camino al desarrollo", sostuvo, pero además dijo que los países de la región tienen "el deber" de proteger a los migrantes venezolanos.