El Roma resucita con un gran triunfo en el derbi ante el Lazio
Los giallorossi tumbaron 3-1 al Lazio con un gran Pellegrini, autor de un gol y una asistencia para Fazio. De Kolarov e Immobile las otras firmas.
Mirko Calemme
As
El derbi de Roma puede hundirte o resucitarte. Es una ruleta rusa que, esta vez, ganó el Roma: el equipo de Di Francesco, tras un horrible comienzo de temporada, vivió esta tarde su viraje tumbando merecidamente 3-1 a un Lazio que, después de caer con Nápoles y Juve, había ganado todos los partidos... Hasta el de hoy, quizás el más importante.
El arranque fue para los de Inzaghi, que buscaron el 1-0 con vehemencia y lo tuvieron cerca dos veces con Luis Alberto y una con Marusic. Parecía otro partido gris de los giallorossi, que empezaron a despertarse tras una gran carrera y un remate de Dzeko, que Strakosha neutralizó bien. Florenzi y Pastore desperdiciaron más oportunidades, aunque el argentino, sin quererlo, cambió el enfrentamiento poco después.
La actuación del ‘Flaco’ duró poco más de media hora por otro problema en el gemelo, esta vez el izquierdo. En su lugar entró Lorenzo Pellegrini, que le sustituyó perfectamente, hasta en la manera de marcar goles. Hasta ahora, Pastore marcó dos, ambos con un taconazo, y el italiano le imitó con la espuela (como también hicieron, este sábado, Felipe Anderson y Rashford en la Premier League), aprovechando un pase largo peinado por Dzeko y un choque entre El Shaarawy y el meta rival.
El gol no tranquilizó al Roma, que sentía en los hombros el peso de un partido decisivo para su temporada. Los propios Dzeko y El Sharaawy pelearon por un pase negado, y Federico Fazio en el 67’ lo hizo con el balón, entregándoselo a Immobile que, como casi siempre, en el mano a mano con el portero rival no falló.
Se encargó Kolarov, cinco minutos después, de darle serenidad a los suyos: el serbio batió a Strakosha con un potente lanzamiento de falta en su palo y cumplió la hazaña de haber marcado goles en el ‘derby della Capitale’ llevando ambas camisetas. El único en conseguirlo, hasta ahora, fue Arne Selmosson en 1958, como recordó el propio lateral tras el pitido final: lo tenía todo preparado.
A partir de ahí los giallorossi solo sufrieron por un gran remate de Milinkovic-Savic, pero gestionaron bien el ritmo del juego y, al final, remataron la faena con un testarazo de Fazio, que aprovechó un lanzamiento de falta de Pellegrini (gol y asistencia: fue el hombre del derbi) para rehabilitarse. Di Francesco está a salvo: su temporada empieza hoy.
Mirko Calemme
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El derbi de Roma puede hundirte o resucitarte. Es una ruleta rusa que, esta vez, ganó el Roma: el equipo de Di Francesco, tras un horrible comienzo de temporada, vivió esta tarde su viraje tumbando merecidamente 3-1 a un Lazio que, después de caer con Nápoles y Juve, había ganado todos los partidos... Hasta el de hoy, quizás el más importante.
El arranque fue para los de Inzaghi, que buscaron el 1-0 con vehemencia y lo tuvieron cerca dos veces con Luis Alberto y una con Marusic. Parecía otro partido gris de los giallorossi, que empezaron a despertarse tras una gran carrera y un remate de Dzeko, que Strakosha neutralizó bien. Florenzi y Pastore desperdiciaron más oportunidades, aunque el argentino, sin quererlo, cambió el enfrentamiento poco después.
La actuación del ‘Flaco’ duró poco más de media hora por otro problema en el gemelo, esta vez el izquierdo. En su lugar entró Lorenzo Pellegrini, que le sustituyó perfectamente, hasta en la manera de marcar goles. Hasta ahora, Pastore marcó dos, ambos con un taconazo, y el italiano le imitó con la espuela (como también hicieron, este sábado, Felipe Anderson y Rashford en la Premier League), aprovechando un pase largo peinado por Dzeko y un choque entre El Shaarawy y el meta rival.
El gol no tranquilizó al Roma, que sentía en los hombros el peso de un partido decisivo para su temporada. Los propios Dzeko y El Sharaawy pelearon por un pase negado, y Federico Fazio en el 67’ lo hizo con el balón, entregándoselo a Immobile que, como casi siempre, en el mano a mano con el portero rival no falló.
Se encargó Kolarov, cinco minutos después, de darle serenidad a los suyos: el serbio batió a Strakosha con un potente lanzamiento de falta en su palo y cumplió la hazaña de haber marcado goles en el ‘derby della Capitale’ llevando ambas camisetas. El único en conseguirlo, hasta ahora, fue Arne Selmosson en 1958, como recordó el propio lateral tras el pitido final: lo tenía todo preparado.
A partir de ahí los giallorossi solo sufrieron por un gran remate de Milinkovic-Savic, pero gestionaron bien el ritmo del juego y, al final, remataron la faena con un testarazo de Fazio, que aprovechó un lanzamiento de falta de Pellegrini (gol y asistencia: fue el hombre del derbi) para rehabilitarse. Di Francesco está a salvo: su temporada empieza hoy.