El presidente cubano asegura que las relaciones con Estados Unidos “están en retroceso”

En su primera entrevista desde que llegó al poder en abril, Miguel Díaz-Canel cuenta que habla casi a diario con Raúl Castro: "Es como un padre que me está guiando y que a la vez nos está dejando caminar"

El País
Agencias
Madrid / La Habana
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha descartado este domingo mantener un diálogo con la Administración estadounidense mientras esta mantenga su "actitud aberrante" hacia la isla. En una entrevista en la cadena TeleSur, la primera que concede desde que accedió al poder el pasado mes de abril, Díaz-Canel ha reconocido que se ha producido un retroceso en la relación con el Gobierno de Donald Trump, después de la etapa de acercamiento impulsada por Barack Obama.


No obstante, el dirigente cubano no se ha cerrado en banda a que se pueda producir un diálogo entre ambos Estados, siempre que se respete la soberanía de la isla y se produzca en pide de igualdad y sin condiciones. "No se puede aspirar a un diálogo donde una parte condiciona a la otra de que tienes que renunciar a tu soberanía e independencia" (...) "Queremos diálogo, pero tiene que ser entre iguales, que se nos respete y no se nos condicione nuestra soberanía y nuestra independencia, porque no aceptamos imposiciones y no estamos dispuestos a hacer concesiones", ha subrayado.

Los dos países restablecieron relaciones diplomáticas durante el último mandato de Obama tras más de medio siglo de enemistad, un histórico deshielo abruptamente paralizado tras la llegada a la Casa Blanca de Trump, contrario al proceso impulsado por su antecesor. En este sentido, el mandatario calificó de "totalmente inaceptables" las medidas de la nueva Administración que restringen de nuevo los viajes de estadounidenses a la isla y prohíben las transacciones y negocios con una larga lista de empresas vinculadas al poderoso estamento militar cubano.

El principal obstáculo que impide el acercamiento entre ambos países es el bloqueo impuesto por Estados Unidos durante las últimas cinco décadas. "Es una práctica brutal. Yo diría que es un hecho de lesa humanidad. Atenta contra un pueblo condenado a morir de hambre, de necesidades", ha destacado el presidente cubano.

Díaz-Canel también se refirió a su antecesor en el cargo, Raúl Castro, con el que, dijo, habla "prácticamente todos los días" y tiene una relación "muy personal". "A veces estoy sintiendo que es como un padre que me está guiando y que a la vez nos está dejando caminar, hacer sin dejar de cumplir sus funciones y su jerarquía como (primer) secretario del Partido", manifestó.

Raúl Castro, de 87 años y líder del Partido Comunista, está pendiente de "con qué intensidad" él trabaja, así como "de todo lo que se hace", y "aconseja de manera muy sincera y sin el menor atisbo de una vanidad, de imponer o de limitarnos en algo". El pueblo cubano, agregó, "está muy consciente de que Raúl está presente, está activo y está siempre al tanto, de todo lo que está sucediendo".

En cuanto a la reforma de la Constitución en curso, Díaz-Canel la ha considerado necesaria tras llegarse a la conclusión de que Cuba tiene que "actualizar" su modelo económico y social", informa Europa Press. Sin embargo, ha declarado que el futuro texto no renunciará a la ideología y los valores de la Revolución cubana, y se ha mostrado partidario de las uniones entre personas del mismo sexo."Yo defiendo que no haya ningún tipo de discriminación", ha sostenido, si bien ha dejado claro que "la última palabra la dará el mandato popular y la soberanía del pueblo".

Por otra parte, Díaz-Canel ha insistido en que su Gobierno es una continuidad de los de sus antecesores, los hermanos Raúl y Fidel Castro. Es "un Gobierno del pueblo, para el pueblo, que es lo mismo que ser un Gobierno para la Revolución", ha defendido, precisando que habla de forma continuada con Raúl Castro y le consulta "sobre las directrices del país".
Incidentes de salud de los diplomáticos

Díaz-Canel ha negado durante la entrevista que su país tenga algo que ver con los misteriosos incidentes de salud sufridos por veintiséis diplomáticos estadounidenses en La Habana, un caso que ha tensado aún más las relaciones bilaterales y para el que los investigadores de ambos países no han encontrado aún una explicación científica.

"Han creado toda una falacia con esos supuestos incidentes. Nosotros no hemos atacado a nadie. Si en un lugar se respetan y protegen los derechos de los extranjeros y en particular los de los diplomáticos es en Cuba", ha asegurado, y ha apostillado que Cuba no ataca, sino que se defiende de ataques, terrorismo y campañas difamatorias.

Esos incidentes llevaron a Washington a evacuar a la mayoría del personal de su embajada en La Habana, que ahora funciona bajo mínimos y no emite visados para los cubanos que quieren visitar o emigrar a Estados Unidos.

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