El Milán sobrevive a un partido histórico en Luxemburgo
Solo Higuaín, tras una buena jugada de Castillejo, fue capaz de marcar en un flojo partido de los rossoneri. El Duedelange hizo historia y dejó buena imagen.
Jorge Castro
As
A veces se hace difícil contar cosas por la razón más simple y primaria de todas: cuando no ha pasado nada. Futbolísticamente, el partido entre el Dudelange y el Milán por la primera jornada de la Europa League deja poco que contar. Dos equipos bastante flojos, con poco que enseñar al espectador. La diferencia es que uno estaba haciendo historia al ser el primer equipo de Luxemburgo que juega la fase de grupos de un gran torneo europeo y el otro es cinco veces campeón de la Champions League.
El Milán de Gattuso fue un desastre. Llevó el peso del partido durante la mayor parte de los minutos, pero de una forma completamente estéril. Incluso dio la sensación por momentos de soberbia, mostrando una relajación impropia de un equipo que lucha contra su propia historia. Aunque se vio un once con muchos suplentes, en ningún momento fueron capaces de plantear un estilo de juego en el que el rival estuviese incómodo, a pesar de la diferencia de nivel.
Solo se salvaron dos: Castillejo e Higuaín. Entre ambos armaron la única jugada de gol del encuentro. Una buena entrada por banda del español, seguido de un pase que aprovechó el 'Pipita' para, con algo de fortuna (no podía ser de otra manera), marcar la diferencia. Además del tanto, fueron los dos únicos futbolistas con capacidad ofensiva como para poner en aprietos al campeón luxemburgués.
Del Dudelange hay que destacar su entrega. Un equipo que con poco y nada se planta de forma histórica en la fase de grupos de la Europa League y está a punto de darle un susto a un mítico como el Milán. Sus argumentos futbolísticos también fueron escasos, pero su caso es más entendible. Tuvo arreones en forma de buenas jugadas y un portero que realizó varias intervenciones de mérito. Pero para ellos cada partido es una victoria, y todavía tiene, como mínimo, cinco más para disfrutar.
Jorge Castro
As
A veces se hace difícil contar cosas por la razón más simple y primaria de todas: cuando no ha pasado nada. Futbolísticamente, el partido entre el Dudelange y el Milán por la primera jornada de la Europa League deja poco que contar. Dos equipos bastante flojos, con poco que enseñar al espectador. La diferencia es que uno estaba haciendo historia al ser el primer equipo de Luxemburgo que juega la fase de grupos de un gran torneo europeo y el otro es cinco veces campeón de la Champions League.
El Milán de Gattuso fue un desastre. Llevó el peso del partido durante la mayor parte de los minutos, pero de una forma completamente estéril. Incluso dio la sensación por momentos de soberbia, mostrando una relajación impropia de un equipo que lucha contra su propia historia. Aunque se vio un once con muchos suplentes, en ningún momento fueron capaces de plantear un estilo de juego en el que el rival estuviese incómodo, a pesar de la diferencia de nivel.
Solo se salvaron dos: Castillejo e Higuaín. Entre ambos armaron la única jugada de gol del encuentro. Una buena entrada por banda del español, seguido de un pase que aprovechó el 'Pipita' para, con algo de fortuna (no podía ser de otra manera), marcar la diferencia. Además del tanto, fueron los dos únicos futbolistas con capacidad ofensiva como para poner en aprietos al campeón luxemburgués.
Del Dudelange hay que destacar su entrega. Un equipo que con poco y nada se planta de forma histórica en la fase de grupos de la Europa League y está a punto de darle un susto a un mítico como el Milán. Sus argumentos futbolísticos también fueron escasos, pero su caso es más entendible. Tuvo arreones en forma de buenas jugadas y un portero que realizó varias intervenciones de mérito. Pero para ellos cada partido es una victoria, y todavía tiene, como mínimo, cinco más para disfrutar.