Cómo funciona el monumental contrabando de gasolina en caravana entre Venezuela y Colombia
Desde hace 4 años, una nueva organización armada se hizo cargo del negocio ilegal que genera hasta 3 millones de dólares diarios, con alianzas con políticos corruptos y otros grupos criminales como el ELN
Adriana Chica
Infobae
Caravanas de hasta 150 carros llenos de gasolina atraviesan el estado venezolano de Zulia por unos 200 caminos ilegales que llegan hasta Maicao, el mayor receptor del contrabando de hidrocarburos de Colombia, donde el precio del galón aumenta 3.700 veces su valor. Toda una mafia se ha tejido en este negocio ilícito desde los años 80 con familias wayuu. Pero tras la desmovilización de las AUC, un nuevo cartel se apoderó del terreno.
En Maicao la mayoría de los productos son de marcas venezolanas. "La gente vive del contrabando. Y la gasolina es como el agua, así de barata", contó a Infobae un comerciante que pidió reserva de su identidad por seguridad. Según él, con el precio de un litro de gasolina en Colombia (en promedio de 1 dólar), se pueden llenar los tanques de unos 600 carros en Venezuela. "El negocio es redondo", comentó.
La Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) estima que por la zona fronteriza con Venezuela -específicamente los departamentos de La Guajira, Norte de Santander, Arauca, Guainía y Vichada- ingresan de forma ilegal unos 20.000 barriles diarios de gasolina. De hecho, desde el 2015 hasta la fecha, han decomisado más de 2.584.170 galones de hidrocarburos en el país, 41% de ese total en La Guajira, el extremo norte de Colombia.
El negocio empezó hace décadas a pequeña escala, manejado por familias indígenas Wayuu como los Uriana, González y Epiayú, según Corporación Nuevo Arco Iris. Pero con la llegada de los paramilitares se convirtió en una industria masiva. Alrededor de los años 90, las Autodefensa Unidas de Colombia (AUC), al mando de alias 'Jorge 40', tomaron control de las rutas ilegales del narcotráfico y el contrabando.
Se llamaron a sí mismos el Frente Contrainsurgencia Wayúu, y establecieron las 'caravanas de la muerte': unos 200 carros cargados de gasolina, a toda velocidad por caminos inestables, que podrían causar una gran explosión. 'Jorge 40' tomó posesión de Ayatawacoop, la fusión de tres cooperativas wayuu dedicadas al transporte y distribución del hidrocarburo que era hecho pasar como legal, con los precios del mercado de entonces; dice un estudio de Insight Crime.
Luego, con la desmovilización de las AUC entraron al panorama otros actores, las organizaciones de sus disidencias conocidas como Bacrim. En La Guajira, Los Urabeños se apoderaron del contrabando de gasolina y droga, en cabeza de Marcos de Jesús Figueroa, alias 'Marquitos', quien formó una alianza político-criminal con el ex gobernador del departamento, Francisco 'Kiko' Gómez, proporcionándole apoyo financiero y armado para deshacerse de sus contrincantes.
Ambos fueron capturados por el homicidio de tres políticos, 'Kiko' Gómez en 2013 y 'Marquitos' en 2014, aunque sus crímenes son mucho mayores. Según las autoridades, este último fungió como sicario personal del ex gobernador, y su banda está asociada a por lo menos 250 homicidios en La Guajira y Cesar. Con ellos por fuera, una nueva red criminal llegó hace 4 años al territorio, se conocen como el 'Cartel del Contrabando'.
Nuevo grupo criminal
De acuerdo a Insight Crime, la organización reúne a diferentes grupos criminales, entre los que también están influyentes familias de políticos corruptos. Ellos controlan la gasolina que sale de Maracaibo, estado venezolano de Zulia, y que llega hasta Maicao, en La Guajira. En un día se pueden hacer hasta 3 millones de dólares, cruzando unos 25 carros en cada uno de los 200 pasos irregulares. Es decir, según cálculos de la Fundación, unos 117.500 galones entran diariamente a la ciudad.
Las estrategias son las mismas que utilizó las AUC. Usan las cooperativas para "legalizar" la gasolina de contrabando y venderla al precio comercial, que en el departamento está a unos 2,07 dólares por galón. Y también controlan el mercado 'minorista' con los llamados 'pimpineros', que surten directamente al consumidor. "Actualmente, el cártel puede lavar un botín diario con ganancias cercanas a los US$243.000 por día, y más de US$7 millones al mes", describe Insight Crime.
El comerciante anónimo que también trabaja como 'pimpinero' explica que, desde la carga de gasolina en las estaciones de Maracaibo, el galón va subiendo de precio con cada frontera pasada, y llega a Colombia en unos 3 dólares. Para ello, el Cartel del Contrabando retomó socios de 'Kiko' Gómez y 'Marquitos' Figueroa, e incluso tiene de aliados al ELN, que tras la desmovilización de las FARC se convirtió en la organización armada con mayor presencia en el departamento.
"También utiliza a bandas criminales herederas de las AUC y de 'Los Curicheros' para proteger las zonas de acopio y garantizar la seguridad de las rutas desde Maicao hasta los municipios de Albania y Riohacha", según revelaron a InSight Crime autoridades de la región.
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Esta situación le está generando un impacto de hasta el 15% de las ventas del hidrocarburo a nivel nacional. Los propietarios de estaciones en La Guajira han manifestado que están trabajando a pérdidas, muchos han cerrado porque es casi imposible competir con las ventas ilegales. La Asociación de estaciones de gasolina del departamento alega que ellos venden el ACPM a 1,9 dólares, y en las calles está a USD$0,3.
De enero a agosto de este año, la Policía Fiscal y Aduanera ha decomisado 252.519 galones de gasolina ilegal en La Guajira, mucho más que en el mismo periodo en 2017, donde fueron 231.321. Y aun así, no dan abasto.
Adriana Chica
Infobae
Caravanas de hasta 150 carros llenos de gasolina atraviesan el estado venezolano de Zulia por unos 200 caminos ilegales que llegan hasta Maicao, el mayor receptor del contrabando de hidrocarburos de Colombia, donde el precio del galón aumenta 3.700 veces su valor. Toda una mafia se ha tejido en este negocio ilícito desde los años 80 con familias wayuu. Pero tras la desmovilización de las AUC, un nuevo cartel se apoderó del terreno.
En Maicao la mayoría de los productos son de marcas venezolanas. "La gente vive del contrabando. Y la gasolina es como el agua, así de barata", contó a Infobae un comerciante que pidió reserva de su identidad por seguridad. Según él, con el precio de un litro de gasolina en Colombia (en promedio de 1 dólar), se pueden llenar los tanques de unos 600 carros en Venezuela. "El negocio es redondo", comentó.
La Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) estima que por la zona fronteriza con Venezuela -específicamente los departamentos de La Guajira, Norte de Santander, Arauca, Guainía y Vichada- ingresan de forma ilegal unos 20.000 barriles diarios de gasolina. De hecho, desde el 2015 hasta la fecha, han decomisado más de 2.584.170 galones de hidrocarburos en el país, 41% de ese total en La Guajira, el extremo norte de Colombia.
El negocio empezó hace décadas a pequeña escala, manejado por familias indígenas Wayuu como los Uriana, González y Epiayú, según Corporación Nuevo Arco Iris. Pero con la llegada de los paramilitares se convirtió en una industria masiva. Alrededor de los años 90, las Autodefensa Unidas de Colombia (AUC), al mando de alias 'Jorge 40', tomaron control de las rutas ilegales del narcotráfico y el contrabando.
Se llamaron a sí mismos el Frente Contrainsurgencia Wayúu, y establecieron las 'caravanas de la muerte': unos 200 carros cargados de gasolina, a toda velocidad por caminos inestables, que podrían causar una gran explosión. 'Jorge 40' tomó posesión de Ayatawacoop, la fusión de tres cooperativas wayuu dedicadas al transporte y distribución del hidrocarburo que era hecho pasar como legal, con los precios del mercado de entonces; dice un estudio de Insight Crime.
Luego, con la desmovilización de las AUC entraron al panorama otros actores, las organizaciones de sus disidencias conocidas como Bacrim. En La Guajira, Los Urabeños se apoderaron del contrabando de gasolina y droga, en cabeza de Marcos de Jesús Figueroa, alias 'Marquitos', quien formó una alianza político-criminal con el ex gobernador del departamento, Francisco 'Kiko' Gómez, proporcionándole apoyo financiero y armado para deshacerse de sus contrincantes.
Ambos fueron capturados por el homicidio de tres políticos, 'Kiko' Gómez en 2013 y 'Marquitos' en 2014, aunque sus crímenes son mucho mayores. Según las autoridades, este último fungió como sicario personal del ex gobernador, y su banda está asociada a por lo menos 250 homicidios en La Guajira y Cesar. Con ellos por fuera, una nueva red criminal llegó hace 4 años al territorio, se conocen como el 'Cartel del Contrabando'.
Nuevo grupo criminal
De acuerdo a Insight Crime, la organización reúne a diferentes grupos criminales, entre los que también están influyentes familias de políticos corruptos. Ellos controlan la gasolina que sale de Maracaibo, estado venezolano de Zulia, y que llega hasta Maicao, en La Guajira. En un día se pueden hacer hasta 3 millones de dólares, cruzando unos 25 carros en cada uno de los 200 pasos irregulares. Es decir, según cálculos de la Fundación, unos 117.500 galones entran diariamente a la ciudad.
Las estrategias son las mismas que utilizó las AUC. Usan las cooperativas para "legalizar" la gasolina de contrabando y venderla al precio comercial, que en el departamento está a unos 2,07 dólares por galón. Y también controlan el mercado 'minorista' con los llamados 'pimpineros', que surten directamente al consumidor. "Actualmente, el cártel puede lavar un botín diario con ganancias cercanas a los US$243.000 por día, y más de US$7 millones al mes", describe Insight Crime.
El comerciante anónimo que también trabaja como 'pimpinero' explica que, desde la carga de gasolina en las estaciones de Maracaibo, el galón va subiendo de precio con cada frontera pasada, y llega a Colombia en unos 3 dólares. Para ello, el Cartel del Contrabando retomó socios de 'Kiko' Gómez y 'Marquitos' Figueroa, e incluso tiene de aliados al ELN, que tras la desmovilización de las FARC se convirtió en la organización armada con mayor presencia en el departamento.
"También utiliza a bandas criminales herederas de las AUC y de 'Los Curicheros' para proteger las zonas de acopio y garantizar la seguridad de las rutas desde Maicao hasta los municipios de Albania y Riohacha", según revelaron a InSight Crime autoridades de la región.
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Esta situación le está generando un impacto de hasta el 15% de las ventas del hidrocarburo a nivel nacional. Los propietarios de estaciones en La Guajira han manifestado que están trabajando a pérdidas, muchos han cerrado porque es casi imposible competir con las ventas ilegales. La Asociación de estaciones de gasolina del departamento alega que ellos venden el ACPM a 1,9 dólares, y en las calles está a USD$0,3.
De enero a agosto de este año, la Policía Fiscal y Aduanera ha decomisado 252.519 galones de gasolina ilegal en La Guajira, mucho más que en el mismo periodo en 2017, donde fueron 231.321. Y aun así, no dan abasto.