BARCELONA 8-HUESCA 2 / Messi se lo pasa pipa
El argentino dirige una cruel goleada al Huesca, que se adelantó con gol del Cucho y despertó a la bestia. El Barça, líder gracias al 'goal average'.
Santi Giménez
As
El Barcelona cumplió brillantemente con el objetivo de llegar al primer parón de la Liga con el objetivo cumplido de conquistar los nueve puntos en juego y dejar además un buen sabor de boca a sus aficionados tras golear por 8-2 al Huesca en un partido en el que Messi se lo pasó pipa dirigiendo las operaciones de un equipo tremendo en ataque y muy bizcochón en defensa durante la primera parte. Los de Valverde afrontan el paréntesis liguero como líderes de la tabla gracias a la paliza que el Huesca se llevó en su primera visita al Camp Nou. Deberes más que completados para los de Valverde.
Nunca sabrá el Huesca si su estupenda puesta en escena el día de su debut en el Camp Nou le facilitó la vida o bien se la complicó, porque al marcar tan pronto sacó al Barça de la modorra con la que comenzó el partido y disipó cualquier intento de menospreciar al equipo aragonés a pesar de los avisos de Valverde en la previa. A los tres minutos, el Huesca sacó la pelota jugada de su área sin un mal patadón al frente, fue superando las líneas de presión, por llamarlas de alguna manera, del Barcelona hasta plantarse en la mismísima área pequeña de Ter Stegen, donde Longo la descargó para que Cucho Hernández le marcara el primer gol de la temporada al Barça.
El tanto dejaba muy claro que el Huesca llegaba al Camp Nou sin ningún complejo y con mucho fútbol y que en la defensa del Barcelona Piqué, Umtiti y Sergi Roberto habían empezado el parón de la Liga sin esperar al final del partido. Ante tanta molicie atrás tuvo que aparecer el de siempre para ponerle las pilas a sus compañeros y, de paso, intimidar al Huesca. A la que Messi empezó a carburar, el equipo aragonés se empequeñeció al ritmo que el argentino disfrutaba sobre el campo. Tras una ocasión en la que Suárez centró en vez de chutar a gol, Messi dejó sentado en un palmo de terreno a Luisinho, que se fue al suelo de culo al más puro estilo Boateng antes de que el 10 igualara el partido.
Con el Barça ya en velocidad de crucero, una internada de Alba a pase de Messi (sí, otra vez el pase de siempre que nadie puede desactivar) acabó en la bota de Pulido, que en el intento de que Messi no marcara el segundo introdujo la pelota en su portería. Parecía que el desparpajo del Huesca se había acabado, especialmente porque después del segundo tanto Dembélé disparó al larguero y Werner evitó el tanto de Piqué antes de que, en otra cabalgada, Alba sirviera el tercer tanto a Suárez al tiempo que enviaba un mensaje al nuevo seleccionador que culminaría con el séptimo gol. Tras revisión del VAR, se vio que el gol del uruguayo fue legal.
Pero con el 3-1 se volvió a apoderar la pereza de la zaga blaugrana y otro homenaje a la siesta perpetrado por Umtiti, Piqué y Sergi Roberto habilitó a Gallar para sacar petróleo de una jugada aparentemente inofensiva y marcar el 3-2 que volvía a meter al Huesca en el partido antes del descanso. Pero el Barcelona no dio opción a que los aragoneses se les volvieran a subir a las barbas y en quince minutos aplastó al conjunto de Franco con goles de Dembélé, Rakitic y Messi. Con el 6-2 y media hora por delante, el técnico visitante decidió resguardar su portería y renunciar a heroicidades al tiempo que el Barça bajaba el pistón y Valverde introducía en el terreno de juego a los nuevos Lenglet, Vidal y Arthur antes que Alba marcara el séptimo y Suárez cerrara la paliza de penalti.
Santi Giménez
As
El Barcelona cumplió brillantemente con el objetivo de llegar al primer parón de la Liga con el objetivo cumplido de conquistar los nueve puntos en juego y dejar además un buen sabor de boca a sus aficionados tras golear por 8-2 al Huesca en un partido en el que Messi se lo pasó pipa dirigiendo las operaciones de un equipo tremendo en ataque y muy bizcochón en defensa durante la primera parte. Los de Valverde afrontan el paréntesis liguero como líderes de la tabla gracias a la paliza que el Huesca se llevó en su primera visita al Camp Nou. Deberes más que completados para los de Valverde.
Nunca sabrá el Huesca si su estupenda puesta en escena el día de su debut en el Camp Nou le facilitó la vida o bien se la complicó, porque al marcar tan pronto sacó al Barça de la modorra con la que comenzó el partido y disipó cualquier intento de menospreciar al equipo aragonés a pesar de los avisos de Valverde en la previa. A los tres minutos, el Huesca sacó la pelota jugada de su área sin un mal patadón al frente, fue superando las líneas de presión, por llamarlas de alguna manera, del Barcelona hasta plantarse en la mismísima área pequeña de Ter Stegen, donde Longo la descargó para que Cucho Hernández le marcara el primer gol de la temporada al Barça.
El tanto dejaba muy claro que el Huesca llegaba al Camp Nou sin ningún complejo y con mucho fútbol y que en la defensa del Barcelona Piqué, Umtiti y Sergi Roberto habían empezado el parón de la Liga sin esperar al final del partido. Ante tanta molicie atrás tuvo que aparecer el de siempre para ponerle las pilas a sus compañeros y, de paso, intimidar al Huesca. A la que Messi empezó a carburar, el equipo aragonés se empequeñeció al ritmo que el argentino disfrutaba sobre el campo. Tras una ocasión en la que Suárez centró en vez de chutar a gol, Messi dejó sentado en un palmo de terreno a Luisinho, que se fue al suelo de culo al más puro estilo Boateng antes de que el 10 igualara el partido.
Con el Barça ya en velocidad de crucero, una internada de Alba a pase de Messi (sí, otra vez el pase de siempre que nadie puede desactivar) acabó en la bota de Pulido, que en el intento de que Messi no marcara el segundo introdujo la pelota en su portería. Parecía que el desparpajo del Huesca se había acabado, especialmente porque después del segundo tanto Dembélé disparó al larguero y Werner evitó el tanto de Piqué antes de que, en otra cabalgada, Alba sirviera el tercer tanto a Suárez al tiempo que enviaba un mensaje al nuevo seleccionador que culminaría con el séptimo gol. Tras revisión del VAR, se vio que el gol del uruguayo fue legal.
Pero con el 3-1 se volvió a apoderar la pereza de la zaga blaugrana y otro homenaje a la siesta perpetrado por Umtiti, Piqué y Sergi Roberto habilitó a Gallar para sacar petróleo de una jugada aparentemente inofensiva y marcar el 3-2 que volvía a meter al Huesca en el partido antes del descanso. Pero el Barcelona no dio opción a que los aragoneses se les volvieran a subir a las barbas y en quince minutos aplastó al conjunto de Franco con goles de Dembélé, Rakitic y Messi. Con el 6-2 y media hora por delante, el técnico visitante decidió resguardar su portería y renunciar a heroicidades al tiempo que el Barça bajaba el pistón y Valverde introducía en el terreno de juego a los nuevos Lenglet, Vidal y Arthur antes que Alba marcara el séptimo y Suárez cerrara la paliza de penalti.