Wall Street cerró con pérdidas tras las caídas de las bolsas en todo el mundo

Las tensiones entre Washington y Beijing por la guerra comercial marcaron las preocupaciones de los mercados, en una jornada con fuertes devaluaciones de las divisas de países emergentes

Infobae
Wall Street cerró este jueves con pérdidas en sus tres principales indicadores y una bajada del 0,53 % del Dow Jones de Industriales en una sesión lastrada por informaciones que apuntan a que Estados Unidos se plantea nuevos aranceles sobre productos chinos.


Al cierre de las operaciones, el Dow Jones de Industriales cayó 137,65 puntos y terminó por debajo de la barrera de los 26.000 al quedar en 25.986.92 enteros, por lo que se alejó de la marca histórica del pasado 26 de enero, de 26.616,71 puntos.

El S&P 500 rompió su racha de cuatro récords al descender un 0,44 % o 12,91 unidades, hasta los 2.901,13 puntos, mientras que el Nasdaq también terminó con los cuatro días consecutivos de números históricos con un retroceso del 0,26 % o 21,32 enteros, hasta 8.088,36 unidades.

Prácticamente todos los sectores acabaron en terreno negativo, encabezados por el de materias primas (-1,25 %), el financiero (-0,79 %), el industrial (-0,77 %), el de bienes de consumo no esenciales (-0,61 %), el inmobiliario (-0,56 %), y el de telecomunicaciones (-0,39 %).

El único que se salvó del rojo fue el sector de servicios públicos, que terminó con una discreta subida del 0,13 %.

Por su parte, las principales bolsas europeos cerraron una jornada en rojo, con las caídas más fuertes registradas en Milán (-1,28%) y Madrid (-1,06%). En tanto, la bolsa de París cedió 0,42% y la de Londres, que cayó 0,62 por ciento.

La excepción entre los principales parqués la marcó la bolsa de Tokio, que horas atrás cerró con un avance de 0,9 por ciento.

A su vez, el Bovespa brasileño cae con fuerza un 1,83% y también se destaca la caída de la bolsa de México, un 1,48 por ciento. En tanto, la bolsa chilena cede un 0,72 por ciento tras las primeras horas de negociación.

El jueves ha continuado marcado por la devaluación de las divisas de países emergentes, principalmente el peso argentino, la lira turca y el real brasileño.

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