Volvió la Liga y Messi sigue ahí

Una picardía del argentino en una falta sacó al Barça de un atasco. Después sentenció con una genialidad. Coutinho hizo el otro gol. Partidazo de Pacheco.


Santi Giménez
As
La Liga volvió y Messi seguía ahí. El argentino desencalló un partido que se le complicaba al Barcelona con un golazo de falta por debajo de la barrera y a partir de entonces todo fue más sencillo hasta acabar con 3-0. Lo pasó mal el Barça de inicio a causa de la extraordinaria actuación de Pacheco y de la dificultad de los culés para arrancar con un ritmo alto, pero el gol de Messi, que supone el gol 6.000 del Barça en la Liga (fue el argentino quien marcó el tanto 5.000 hace nueve años) el que le valió al equipo de Valverde para allanar el camino de cara a conquistar los tres primeros puntos. Después, Coutinho redondeó el resultado con otro golazo en el tramo final del partido que culminó Messi en el descuento.


Valverde siguió apostando en su primera alineación de la Liga por el 4-3-3, pero dejó en el banquillo a todos los fichajes del año y a Coutinho. El banco del Barça era realmente impresionante, por nombres y por valor de mercado. Lo de la falta de profundidad de plantilla parece que queda para cursos anteriores.

Pero la sorpresa fue la inclusión de inicio de Semedo como lateral y de Sergi Roberto como interior, con lo que Valverde repetía el mismo equipo que la temporada pasada cayó en Roma con la excepción de Demebélé por Iniesta.

Los primeros compases del Barcelona fueron los de un equipo muy lento, factor que facilitaba que el Alavés, muy ordenado atrás pasara una primera media hora de Liga bastante confortable. El plan del equipo de Abelardo estaba claro. Se trataba de cerrar pasillos y salir rápido al contragolpe.

En el ataque local, pocas noticias, menos cambios de ritmo y poco colmillo. Era Dembélé el delantero que más lo intentaba, pero el más peligroso fue Messi, que estrelló un disparo en el larguero a los 37 minutos tras disparar una falta en la que toda la barrera del Alavés saltó paras dificultar el arco del tiro. El argentino tomó nota para la siguiente. Entonces, no falló.

A partir del disparo de Messi a la madera el Barcelona subió una marcha su juego y el Alavés lo pasó mal en el tramo final de la primera parte. Pacheco conjuró un uno contra uno ante el francés, Suárez se lió ante el portero vasco y el Mosquito disparó fuera al límite del descanso. Cuando el Barça parecía tener al rival a punto de caramelo, el intermedio decretó una prórroga, que agradecieron los babazorros.

Valverde introdujo en la segunda parte a Coutinho por Semedo para que Sergi Roberto regresara al lateral derecho. La idea del Barça era retomar el partido donde lo dejó al final de la primera parte, con Pacheco sufriendo, la idea de Abelardo era la de volver a colocar el partido en el limbo de lo que sucedió en la primera media hora, en la que no pasó nada.

Se pareció más el inicio de la segunda parte al final de la primera que al inicio del partido y el Alavés pasó por momentos de agobio ante llegadas de Alba y con Dembélé insistiendo por su banda, pero el tiempo corría y el gol no llegaba. La cuestión estaba en saber que iba a imponerse: si la ansiedad del Barça o las piernas y la capacidad de sufrimiento del Alavés.

Pero contra la ansiedad nueve de cada diez especialistas entrevistados recomiendan a Leo Messi. El décimo, no sabe de fútbol. Leo abrió la lata con un gol de falta propio de genio y a partir de ahí, el partido fluyó con el tanto de Coutinho y el segundo de Messi, que dejó claro que sigue mandando en la Liga.

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