Rodrigo está de vuelta y Wass se estrena con un golazo

El Valencia se impone en un escenario de prestigio con un doblete del hispano-brasileño y un tanto precioso del centrocampista danés.

Julián Burgos
As
El Valencia empieza a coger velocidad de crucero. En un partido de altos vuelos, contra un rival exigente, aunque algo cándido en defensa, y en un escenario Premier, dio la talla. Marcelino expuso sobre el verde lo mejor que tiene ahora mismo, con un equipo titular muy parecido al que iniciará LaLiga contra el Atlético. Y funcionaron bastantes más cosas que en Leicester. Lo primero, que Rodrigo empieza a acercarse al nivel que le llevó al Mundial. Pese andar aún justo de forma, recibió, repartió juego y, sobre todo, marcó, algo que el equipo necesitaba como agua de mayo. Sube su valor en el mercado. Bueno para los que le quieren vender para equilibrar la caja, malo para Marcelino… y para el resto del valencianismo. En la segunda parte, se ajustaron los automatismos y hubo menos errores atrás. Wass culminó el triunfo con un golazo.


Enseguida llegó el primer tanto del Valencia con la camiseta del Centenario. Lo tuvo que hacer Rodrigo, en el 6’, que transformó una jugada made in Paterna. Recorte y pase al segundo palo de Ferran (que jugó por la izquierda), control y remate de Carlos Soler que acabó en los pies de Rodrigo. Y gol del hispano-brasileño. El primero, también, de un delantero ché en lo que va de pretemporada.

En estos 10 primeros minutos el Valencia era el dueño del partido y la posesión. Pero el Everton empezó a hacer valer su físico. Los balones divididos empezaban a llevárselos a pesar de que el Valencia contaba con espacios a la contra. El partido ya estaba nivelado y también lo hizo el marcador. Desmarque de Tosun, pase de Walcott y derechazo cruzado a la red del turco, invalidando la plástica estirada de un Neto que minutos antes había salvado el empate con un paradón a Richarlison.

La imponente jerarquía del Everton en el medio era proporcional a la candidez defensiva de su defensa. Rodrigo veía gol por todos los lados. Descarga a banda, centro medido de Piccini y Rodrigo, de cabeza, de nuevo a la red de Stekelemburg. Dos en 20 minutos. Otra vez el hispano-brasileño había mitigado la efusividad ‘toffee’ ante su parroquia. Pero otra vez, el Everton, esta vez a balón parado, mantuvo el duelo nivelado. Keane, de cabeza, a la salida de un córner. Partido a todo tren. Al siguiente minuto, Mina puso el 2-3 pero el árbitro lo anuló por fuera de juego inexistente.

El ritmo trepidante dio una tregua tras el descanso. Los entrenadores insistieron en el vestuario que lo de dar espectáculo estaba bien pero había que pulir los defectos puesto que esto no era aún un partido oficial. Y así bajó el ritmo de juego y los jugadores empezaron a equivocarse menos. No hubo prácticamente ocasiones salvo una de Wass y un centro-chut del debutante Lucas Digne que se paseó por delante de la meta de Jaume. Parecía que el empate era el resultado ideal. Pero no pensaba lo mismo el danés Wass. Robó un balón en el centro del campo avanzó firme hacia el área y desde lejos enganchó un derechazo que entró tras tocar en el larguero. Era el colofón a un duelo en el que el Valencia demostró que progresa adecuadamente.

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