La ultraderecha toma las calles de una ciudad alemana

Por segundo día consecutivo cientos de neonazis se manifiestan en Chemnitz por la muerte de un joven

Enrique Müller
Berlín, El País
Cientos de ultraderechistas se echaron este lunes a la calle en Chemnitz, una ciudad situada en el estado federado de Sajonia, después de los disturbios ocurridos el domingo, cuando 800 xenóbofos se lanzaron a "cazar inmigrantes" para vengar la muerte de un ciudadano alemán de origen cubano que murió acuchillado la madrugada de ese día.


La marcha neonazi había partido de la plaza Karl Marx, punto emblemático de dicha ciudad, donde asimismo se había convocado una concentración en contra de la xenofobia, que congregó a un millar de participantes. Las autoridades locales habían desplegado un fuerte contingente policial para evitar encontronazos entre ambas manifestaciones de signo contrario, informa Efe. El ambiente era muy tenso, entre gritos hostiles por ambos lados, algunos lanzamientos de botellas y objetos pirotécnicos hacia la manifestación contraria.

La cacería de inmigrantes del domingo se produjo después de que una extraña discusión protagonizada por diez hombres, todos aparentemente extranjeros, terminara con la muerte del alemán de 35 años. Lo que siguió a continuación, según relató la portavoz policial, Sonja Penzel, fue una convocatoria a través de las redes sociales entre los hooligans y neonazis de la ciudad a concentrarse en un punto determinado para mostrar "a los extranjeros quién manda aquí".

Entre los ultraderechistas concentrados había un grupo de unos 50 neonazis identificados por las fuerzas policiales como "violentos", indicó Penzel, quienes "comandaron" al resto, mientras se ignoraba las órdenes de dispersarse de las fuerzas policiales desplegadas por el centro de Chemnitz.

Aunque aun se desconoce exactamente lo que sucedió en la madrugada del domingo, el Gobierno alemán se apresuró a lamentar el asesinato y repudió el “acoso contra quienes tienen aspecto u origen distinto”.

“Lo que pasó ayer en Chemnitz, que en parte se puede ver en algunos vídeos, no tiene cabida en nuestro estado de derecho. En Alemania no hay lugar para la justicia de mano propia, ni para los grupos que quieran propagar el odio en las calles, ni para la intolerancia ni el extremismo”, dijo el lunes el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert.”El Estado de derecho protege a todos y que nadie piense que puede erigirse en juez. Se trata de una intolerable incitación xenófoba”, sentenció.

Según la prensa alemana, en la cacería de extranjeros llevada a cabo el domingo participaron neonazis violentos y simpatizantes de Kaotic, un grupo de hooligans del club de fútbol local Chemnitz FC, los ultraderechistas NS Boys (New Society Boys), identificados por el servicio secreto interno como responsables de enfrentamientos recientes con inmigrantes.

Las manifestaciones de odio al inmigrante en Chemnitz han causado alarma entre las autoridades y han despertado la furia entre los habitantes de la ciudad cuando se supo que la fiscalía había ordenado la detención de dos personas, un sirio de 22 años y un iraquí de 23.
Sajonia, feudo de la ultraderecha

El grave incidente del domingo volvió a revivir los fantasmas de la xenofobia en el estado federado de Sajonia, donde el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) fue el más votado en las últimas elecciones a nivel nacional. En la región también nació Patriotas Europeos contra la islamización de Occidente (PEGIDA), un movimiento xenófobo que consiguió reunir en la ciudad de Dresde a 20.000 personas para pedir “deportaciones masivas inmediatas” en la celebración de su primer año de vida en 2015.

“La situación creada refleja una nueva dimensión de la disposición a la violencia, acrecentada por la difusión de mentiras”, ha explicado este lunes el ministro del Interior del land de Sajonia, Roland Wöller, a raíz de los incidentes del domingo.

La policía de Sajonia tampoco está libre de sospechas. Hace una semana, varios agentes retuvieron durante 45 minutos a un equipo de la cadena de televisión alemana ZDF y le impidieron filmar una manifestación de PEGIDA, que tenía como objetivo protestar por la presencia de la canciller Angela Merkel en la ciudad. La actuación de la policía causó una ola de indignación entre los medios de comunicación y la clase política por la presunta connivencia de los agentes con el movimiento xenófobo.

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