La incógnita con Dembélé

El francés, clave en el título de la Supercopa, no tiene asegurada su continuidad. El Barça no termina de cerrar su puerta a una posible salida este verano.

Juan Jiménez
As
Se puede ver en las imágenes. A la hora de la celebración, con la Supercopa ya en el césped, Messi buscó a Dembélé para darle la Supercopa. El francés se desentendió y no la cogió. Luego también pareció esquivar las fotos individuales con el título (no aparece en las que mostró el club a través de la web oficial). Él ya había hecho su trabajo sobre el césped y su reivindicación fue un golazo que decidió la Supercopa.


Todo en Dembélé es un interrogante. Su fútbol de chispazos, sus sorprendentes disparos y su desequilibrio en el regate. También su futuro. En el Barça, todas las declaraciones públicas sobre el francés van en la misma dirección. “Contamos con Dembélé”, ha repetido una y otra vez Valverde. Bartomeu también ha insistido en la misma idea. Y, sin embargo, off the record, en el club azulgrana nadie cierra definitivamente la puerta a una salida.

El Barça sabe que Dembélé, el mosquito, es un jugador diferente y que le da registros distintos al equipo y otro ritmo. Valverde, además, le mandó un mensaje alentador con su titularidad ante el Sevilla, tal vez para crear empatía de una vez con un jugador que la temporada pasada no pudo enseñar casi nada por su grave lesión en el campo del Getafe. Como Valverde, Deschamps también quiso demostrarle confianza en el Mundial, que arrancó como titular aunque sus apagones le costaron el puesto en favor de Giroud.

Pero también es difícil adivinar lo que pasa por la cabeza de Dembélé, un jugador que va a su aire y que es difícil de controlar. En el Barça no ha gustado algún episodio de indisciplina del francés, que ha llegado tarde a algún entrenamiento. No hay dudas sobre su potencial, pero sí sobre su irregularidad. Da la sensación con Dembélé de que la normalidad con él no está asegurada. Desde Francia llegan rumores sobre una posible oferta del PSG que el Barça debería manejar con tacto. A sus 21 años, fue una inversión de futuro y sería difícil de explicar la venta de un jugador que tiene condiciones de romper en crack. Sin embargo, en el club tampoco parece existir la convicción total de que triunfará. En esa indefinición, parecida a la del jugador a veces en el campo, se mueven el Barça y Dembélé, una interrogante mayúscula que igual no se resuelve hasta el 31 de agosto.

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