Francia multará desde otoño el acoso sexual en la calle

La nueva normativa introduce el delito de “ofensa sexista” y prevé multas que pueden llegar a los 3.000 euros por acoso en espacios públicos

Silvia Ayuso
París, El País
La Asamblea Nacional francesa ha despedido este miércoles sus actividades hasta septiembre con la aprobación, por unanimidad, de la ley contra la violencia sexual y sexista, la normativa elaborada en plena oleada del movimiento feminista Me Too y que busca no solo endurecer la respuesta legal a la violencia contra las mujeres, sino también cambiar la mentalidad de la sociedad.


“Esto es un combate cultural que tenemos que realizar juntos”, subrayó la secretaria de Estado para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, Marlène Schiappa, artífice de una ley que acaba, según confía, con el “fatalismo” que siempre ha regido el debate de la violencia contra las mujeres.

La normativa cobró nueva fuerza después de que esta semana se hiciera viral un vídeo en el que se ve cómo un hombre propina una fuerte bofetada a una joven que le gritó un “cállate la boca” después de que este le lanzara comentarios obscenos. Uno de los puntos que más han llamado la atención de la normativa es la intención de multar el acoso sexual en la calle creando un nuevo delito, la “ofensa sexista y sexual”, y la imposición de multas progresivas a partir de 90 euros —que pueden llegar a los 3.000 en caso de reincidencia— para actos de acoso en espacios públicos. Además, grabar o fotografiar por debajo de una falda sin consentimiento será penado por primera vez con un año de cárcel y 15.000 euros de multa.

“Demasiado a menudo hemos considerado que el acoso en la calle no era importante ni primordial, hoy rechazamos ese fatalismo y ponemos, con esta ley, una prohibición clara a este comportamiento”, celebró Schiappa.

La normativa también prolonga el plazo de prescripción para los crímenes cometidos contra menores de 20 a 30 años a partir de la mayoría de edad de la víctima, al considerar que estas a menudo necesitan más tiempo antes de hablar de lo sucedido.

Además, por primera vez se establece en Francia una edad mínima de consentimiento, que ha sido fijada en los 15 años. Las penas por agresiones sexuales a menores se agravan también, pasando de cinco a siete años de cárcel. Tras las denuncias de grupos feministas, se retiró del texto la mención de “abuso sexual con penetración” como agravante, una distinción que, según estas organizaciones, podría tener el efecto de que delitos calificados hasta ahora como violación fueran rebajados a un abuso sexual.

Tras el fin del periodo estival, el Gobierno francés lanzará una campaña de concienciación sobre la violencia doméstica alentando a que los testigos de agresiones denuncien.“La violencia contra las mujeres no debe seguir siendo considerada como algo privado. Saber que un vecino golpea a su mujer no es una cuestión privada, es una cuestión de la sociedad y hay que denunciarlo”, subrayó Marlène Schiappa.

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