Escocia exige a May que desvele su ‘plan B’ en caso de que Reino Unido abandone la UE sin acuerdo

La primera ministra británica se reúne con Nicola Sturgeon en Edimburgo en su primera comparecencia pública tras el receso estival

Patricia Tubella
Londres, El País
A menos de ocho meses de que Reino Unido selle su divorcio de la UE, el Gobierno escocés exige a Londres que desvele de una vez su plan B sobre el Brexit ante la eventualidad de que las negociaciones en curso con Bruselas no lleguen a buen puerto antes del 29 de marzo de 2019. Esa es la misiva que la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha transmitido durante su encuentro de este martes con Theresa May, a quien acusa de utilizar la perspectiva de una falta de acuerdo con Bruselas como una táctica negociadora que acabará resultando “profundamente dañina”.


La visita de la primera ministra británica a Edimburgo, la primera comparecencia pública de May en territorio británico desde su receso estival en los lagos italianos, ha tenido como propósito oficial el anuncio de un paquete de inversiones para crear empleo en la región, aderezado con una breve incursión en el renombrado festival de teatro de la ciudad. Pero el plato fuerte de su estancia ha sido el cara a cara con Sturgeon, feroz opositora al Brexit (al igual que el 62% de los escoceses que votaron en su contra en 2016) y guardiana del arma de convocar un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia una vez se aclaren las condiciones del desengarce de Europa.

Claridad es lo que Sturgeon ha reclamado a May tres semanas después de que la primera ministra británica presentara el conocido como plan de Chequers, que se saldó con la dimisión de dos ministros clave (el responsable del Brexit, David Davis, y el de Exteriores, Boris Johnson) y las consiguientes especulaciones sobre una caída del Gobierno que nunca llegaron a consumarse. Presentado por la primera ministra como un punto de partida de la negociación con Bruselas, el acuerdo —que sigue permitiendo a May aunar en el seno de su Ejecutivo las diferentes sensibilidades sobre Europa— contempla un área de libre de libre comercio para bienes, muy vago en cuanto a la circulación de personas y excluyendo los sevicios financieros, para desespero de la City.

La tibia reacción a ese plan por parte europea y la premura de un calendario que forzaría a tener cerrada la negociación Reino Unido-UE en el otoño (el acuerdo final debe ser ratificado por los parlamentos de todos los Estados miembro de la UE antes de marzo) han convencido a Nicola Sturgeon sobre la alta probabilidad de que Reino Unido acabe soltando amarras europeas sin un acuerdo firme con sus antiguos socios. “Un no acuerdo sobre el Brexit sería completamente inaceptable, pero utilizarlo como táctica negociadora implica un riesgo verdadero de que se convierta en realidad”, subrayaba la ministra principal escocesa horas antes de su reunión con May.

Sturgeon aludió también a la eventualidad de lo que ha sido bautizado como un “Brexit a ciegas” (Blind Brexit), consistente en ratificar algún tipo de declaración de intenciones con la Unión Europea, para evitar el caos, pero que dejaría para más adelante los detalles de la futura relación comercial bilateral, que es el punto esencial para ambas partes. En el supuesto de que se plantee esa opción in extremis, el Ejecutivo escocés la rechazaría de plano, subrayó Sturgeon, “porque el próximo marzo dejaría a Reino Unido al borde del precipicio y sin saber cuál sería su destino final para aterrizar sano y salvo”.

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