El valor de la medalla presidencial es "incalculable"

Sociedad de Investigación Histórica de Potosí señaló que el valor monetario de la pieza es incalculable, “vale tanto como la dignidad nacional”.

ANF
La Sociedad de Investigación Histórica de Potosí calificó como "un ultraje a Potosí y a Bolivia" el robo de la medalla presidencial de valor "incalculable". Relató a través de un comunicado el significado histórico y simbólico de la presea entregada al país por encargo del libertador Simón Bolívar antes de morir.


“Un ultraje a Potosí y a Bolivia” así manifestó la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí el robo de la medalla y la banda presidencial que se perpetró ayer en horas de la noche en una zona de prostíbulos de la ciudad de El Alto. Que después de 16 horas de desaparecidos, ambos objetos, fueron abandonados en la puerta de una iglesia en La Paz.

La Sociedad describió que en octubre de 1825, el general Simón Bolívar llegó a Potosí a coronar su campaña libertadora, entonces entre los muchos regalos que recibió está la medalla que fue labrada en cumplimiento al artículo 8 del Decreto del 11 de agosto de 1825.

“Esta extraordinaria pieza acuñada en la Casa de la Moneda de Potosí es, con toda certeza, la más hermosa y majestuosa medalla de la numismática americana del siglo XIX, es de oro de 22 quilates y está tachonada con diamantes”, señalan en el comunicado.

La medalla presidencial en su lado anverso lleva la figura del Cerro Rico de Potosí, con una escalera formada por cañones, fusiles y banderas, por la cual asciende Simón Bolívar hasta la cima, llevando en su brazo el gorro frigio y en el reverso la leyenda: “la República Bolívar agradece al héroe cuyo nombre lleva”.

De acuerdo al detalle está engastada en una orla de diamantes que forman dos ramas de laureles coronada por una moña. Los diamantes fueron comprados a la marquesa de Santa María de Otavi y la joya tuvo un costo total de 8000 pesos de a ocho reales.

Relatan que fue enviada al libertador, pero por un deseo póstumo fue devuelta al Congreso de Bolivia y entonces se convirtió en la insignia de mando de los presidentes, “con un valor simbólico análogo al de una corona, en el caso de las monarquías, y de la tiara, si nos referimos al Papa”, aseguró la Sociedad.

Al respecto manifestaron que el valor monetario de la pieza es “incalculable”, “pues vale tanto como la dignidad nacional”, siendo que la medalla presidencial es una pieza que “resume lo que fue el nacimiento de Bolivia, basado en la plata de Potosí y lo que devino posteriormente en su historia. Quitarle al país esa joya es tanto como arrebatarle su alma”, aseguró la institución y agregó que la historia de los pueblos no solamente se construye por batallas sino también por los objetos únicos y emblemáticos que la componen.

El martes en horas de la noche, la medalla presidencial que se encontraba en custodia del teniente de la Fuerzas Armadas, Roberto Juan de Dios Ortiz Blanco, fue robada, cuando dejó la joya de alto valor en su mochila al interior de su motorizado, mientras él se dirigió a dos lenocinios de la ciudad de El Alto.

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