El ex ministro Fernando Haddad será compañero de fórmula de Lula da Silva en Brasil
Según fuentes del Partido de los Trabajadores, el elegido podría reemplazar al ex mandatario, hoy detenido por una causa de corrupción, si este fuera vetado por la Justicia
Infobae
El Partido de los Trabajadores (PT) anunció este domingo que el ex ministro Fernando Haddad será su candidato a vicepresidente en la fórmula encabezada por el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, que puede ser impugnada por la Justicia.
La elección de Haddad fue propuesta por el propio Lula, en una carta enviada a la directiva del PT desde la sede de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba, donde está preso desde el pasado abril tras haber sido condenado a doce años por corrupción.
La directiva del PT aprobó la propuesta tras una reunión que duró unas cuatro horas y fue realizada un día después de la proclamación de la candidatura presidencial de Lula para las elecciones de octubre próximo, pese a su delicada situación y a que se enfrenta todavía a otras cinco causas penales en los tribunales.
Aunque no se ha confirmado oficialmente, fuentes del PT dijeron que Haddad podría reemplazar a Lula si este fuera vetado por la Justicia y que entonces su lugar como aspirante a vicepresidente sería ocupado por Manuela D'Ávila, candidata presidencial del Partido Comunista do Brasil (PCdoB).
Haddad, de 55 años, abogado y con un doctorado en Ciencias Políticas, fue ministro de Educación entre 2005 y 2012, durante la gestión de Lula, y en 2013 fue elegido alcalde de San Pablo, cargo que no logró retener en las municipales de 2016, en las que fue derrotado por el socialdemócrata Joao Doria.
Desde inicios de este año, Haddad coordina el equipo que prepara el programa de Gobierno que el PT presentará al país y que, según el partido, será ofrecido por Lula a sus electores.
Según los sondeos, si Lula fuera candidato presidencial obtendría un 30% de los votos y vencería en una segunda vuelta a cualquiera de sus potenciales adversarios.
Sin embargo, las normas electorales brasileñas dicen que una persona con una sentencia confirmada en segunda instancia, como es su caso, no puede aspirar a ningún cargo electivo.
Lula junto a Fernando Haddad
Lula junto a Fernando Haddad
Aun así, el PT mantiene su candidatura, cuya legalidad solo será juzgada por el Tribunal Superior Electoral una vez que haya sido registrada, lo que la formación de centroizquierda ha anunciado que hará el próximo 15 de agosto, cuando vence el plazo para las inscripciones.
Los sondeos que no contemplan la candidatura de Lula, sitúan como favorito, con un 17 %, al ultraderechista Jair Bolsonaro, quien hoy anunció como su candidato a vicepresidente a Hamilton Mourão, un general retirado de línea dura que en medio del proceso que despojó del poder a Rousseff llegó a pedir una "intervención militar".
Después se ubican la ecologista Marina Silva (13 %), el laborista Ciro Gomes (8 %) y el socialdemócrata Geraldo Alckmin (6 %), en un escenario con cerca de un 50 % de los electores indecisos.
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El Partido de los Trabajadores (PT) anunció este domingo que el ex ministro Fernando Haddad será su candidato a vicepresidente en la fórmula encabezada por el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, que puede ser impugnada por la Justicia.
La elección de Haddad fue propuesta por el propio Lula, en una carta enviada a la directiva del PT desde la sede de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba, donde está preso desde el pasado abril tras haber sido condenado a doce años por corrupción.
La directiva del PT aprobó la propuesta tras una reunión que duró unas cuatro horas y fue realizada un día después de la proclamación de la candidatura presidencial de Lula para las elecciones de octubre próximo, pese a su delicada situación y a que se enfrenta todavía a otras cinco causas penales en los tribunales.
Aunque no se ha confirmado oficialmente, fuentes del PT dijeron que Haddad podría reemplazar a Lula si este fuera vetado por la Justicia y que entonces su lugar como aspirante a vicepresidente sería ocupado por Manuela D'Ávila, candidata presidencial del Partido Comunista do Brasil (PCdoB).
Haddad, de 55 años, abogado y con un doctorado en Ciencias Políticas, fue ministro de Educación entre 2005 y 2012, durante la gestión de Lula, y en 2013 fue elegido alcalde de San Pablo, cargo que no logró retener en las municipales de 2016, en las que fue derrotado por el socialdemócrata Joao Doria.
Desde inicios de este año, Haddad coordina el equipo que prepara el programa de Gobierno que el PT presentará al país y que, según el partido, será ofrecido por Lula a sus electores.
Según los sondeos, si Lula fuera candidato presidencial obtendría un 30% de los votos y vencería en una segunda vuelta a cualquiera de sus potenciales adversarios.
Sin embargo, las normas electorales brasileñas dicen que una persona con una sentencia confirmada en segunda instancia, como es su caso, no puede aspirar a ningún cargo electivo.
Lula junto a Fernando Haddad
Lula junto a Fernando Haddad
Aun así, el PT mantiene su candidatura, cuya legalidad solo será juzgada por el Tribunal Superior Electoral una vez que haya sido registrada, lo que la formación de centroizquierda ha anunciado que hará el próximo 15 de agosto, cuando vence el plazo para las inscripciones.
Los sondeos que no contemplan la candidatura de Lula, sitúan como favorito, con un 17 %, al ultraderechista Jair Bolsonaro, quien hoy anunció como su candidato a vicepresidente a Hamilton Mourão, un general retirado de línea dura que en medio del proceso que despojó del poder a Rousseff llegó a pedir una "intervención militar".
Después se ubican la ecologista Marina Silva (13 %), el laborista Ciro Gomes (8 %) y el socialdemócrata Geraldo Alckmin (6 %), en un escenario con cerca de un 50 % de los electores indecisos.