El desembarco de 177 inmigrantes en Italia divide al Gobierno de coalición

El ministro del Interior, Matteo Salvini, autoriza tras las críticas que 29 menores desciendan del navío

Lorena Pacho
Roma, El País
El Gobierno italiano no logra ponerse de acuerdo en la gestión de la inmigración y los 177 inmigrantes a bordo de la patrullera Diciotti —atracada desde el lunes por la noche en el puerto de Catania (Sicilia)— continúan bloqueados en el barco a la espera de una autorización para poder desembarcar. El miércoles por la tarde, cuando la situación en la nave era cada vez más crítica y después de la intervención de un fiscal de la región, el ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, de quien debe partir el permiso para el traslado a tierra de los inmigrantes, autorizó a bajar de la nave solo a los 29 menores no acompañados.


"Hay 29 menores a bordo del barco, vale, que bajen. Pueden bajar", ha dicho el ultraderechista Salvini en un vídeo publicado en las redes sociales. "Los menores pueden bajar para recibir asistencia. En cuanto a los demás, si Europa existe, que lo demuestre. En lo que a mí respecta, no baja nadie más", ha subrayado, al tiempo que ha urgido a la UE a que "despierte". El ministro italiano exige que sean distribuidos entre diferentes países del bloque.

El ministro de Transportes e Infraestructuras, Danilo Toninelli, del Movimiento 5 Estrellas, con competencias sobre los puertos, permitió el lunes el atraque del barco. La embarcación lleva ya siete días en una situación de punto muerto. Durante cinco días estuvo navegando a la deriva esperando la asignación de un puerto y este es el segundo día de bloqueo en el muelle siciliano. En Italia son cada vez más las voces que piden que se permita salir a los inmigrantes.

El desencuentro en el Gobierno de coalición de la Liga y el Movimiento 5 Estrellas se va haciendo cada vez más evidente y el caos institucional está alcanzando unas cotas inauditas. El martes por la noche, Toninelli declaró en una entrevista a la cadena Euronews, que esperaba que este miércoles se pudieran encontrar “soluciones” y recordó que la presidencia del Consejo y los Ministerios del Interior y de Asuntos Exteriores están trabajando en las negociaciones. Salvini amaneció este miércoles sin intención de dar un paso atrás. “Después de que el PD [Partido Democrático] y la izquierda han dejado que Italia fuera INVADIDA por más de 700.000 inmigrantes ¿lo 'vergonzoso' soy yo? Cosa de locos. Yo no me rindo amigos y continúo adelante”, escribió en Twitter a primera hora del día.

En medio de esta confusión, el fiscal de Agrigento, Luigi Patronaggio, que ha abierto una investigación sobre la hipótesis de retención ilegal —que podría modificar dada la complejidad del caso—, subió a la nave la tarde del miércoles para realizar una inspección que duró una hora. Según reporta la Agencia Ansa, al bajar concluyó que “la situación a bordo es crítica” y que hay evidencias de varios casos de sarna que amenazan la salud de los inmigrantes. “En base a las convenciones internacionales y a la ley italiana, los 29 menores no acompañados tienen derecho a desembarcar”, zanjó. La Asociación de jueces de menores había enviado un llamamiento al Gobierno por la mañana solicitando también el desembarco de los menores.

El Gobierno de la Liga y el Movimiento 5 Estrellas siguen divididos. El presidente de la Cámara de los diputados, el grillino Roberto Fico, una de las voces más a la izquierda del M5S, escribió un tuit el miércoles por la tarde en el que pedía también el desembarco: “La justa negociación con los países de la Unión Europea puede continuar sin ningún problema, pero ahora las 177 personas, incluidos algunos menores no acompañados, deben poder desembarcar. Ya no pueden ser retenidos a bordo, luego se procederá a su reubicación en la UE”.

Salvini le respondió más tarde en su habitual tono provocador con una frase tajante: “Que Fico haga de presidente de la Cámara que yo haré de ministro”. El líder de la Liga, que ha conseguido imponer en el Ejecutivo su línea dura en materia de inmigración lanzó un órdago a su propio Gobierno: “Con mi permiso no desembarca nadie más y si quiere intervenir el presidente de la República [Sergio Mattarella] o quien sea, que intervenga”, sentenció. “Las naves tal y como llegan pueden darse la vuelta; no está escrito en la Biblia ni en ninguna parte que todos deban llegar a Italia”, añadió. El pasado domingo ya había amenazado con devolver a Libia a los inmigrantes a bordo de la Diciotti si la Unión Europea no intervenía.

El martes, Salvini volvió a atacar a sus socios comunitarios y a una Europa porque “no existe” un acuerdo de acogida como el que alcanzaron España, Alemania, Francia, Malta y Portugal para repartir a los 450 inmigrantes que desembarcaron en el puerto de Pozzallo (Sicilia) a mediados de julio. “Solo Francia ha mantenido su compromiso […] Antes de pedir el desembarco, tal vez sería mejor descolgar el teléfono y pedir explicaciones a Bruselas y a otros Gobiernos europeos”, dijo el líder en declaraciones a los medios.

La portavoz de Inmigración de la Comisión Europea, Tove Ernst, que calificó el asunto como “un imperativo humanitario”, aseguró el miércoles que las instituciones europeas están en contacto con Italia desde el domingo y con los Gobiernos del bloque comunitario para encontrar una solución rápida. Por el momento ningún país se ha comprometido públicamente a acoger a todos o a parte de los inmigrantes.

Mientras tanto, el Ministerio de Defensa, con Elisabetta Trenta, exponente del Movimiento 5 Estrellas, al frente y de quien depende directamente la nave militar Diciotti guarda silencio. El líder del PD, Maurizio Martina, y algunos parlamentarios aguardaban este miércoles en el puerto a la espera de que les dejasen subir al barco.

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