Cutrone tumba al Roma en el 95’. ‘Doblete’ del VAR
Los rossoneri se habían adelantado con Kessié, Fazio firmó el 1-1 y el joven delantero marcó el tanto decisivo en el descuento.
Mirko Calemme
As
Este Milán-Roma fue el primer ‘derbi americano’ del fútbol italiano: el conjunto que el fondo Elliott controla desde este verano, ante el equipo de Pallotta. Y, como una película de acción estadounidense, estuvo muy entretenido y repletos de giros en la trama. El último llegó sobre la bocina, con un tanto de Cutrone, quizás el nombre propio menos esperado, que marcó el gol decisivo para el primer triunfo del nuevo Milán.
Di Francesco sorprendió, volviendo a proponer el 3-4-1-2 con el que tumbó al Barcelona en la pasada Champions. Fue el estreno del español Marcano, al lado de Manolas y Fazio, con Pastore detrás de los puntas Schick y Dzeko. El plan le salió mal: en la primera mitad, bastante descafeinada, los romanisti nunca crearon peligro y los rossoneri, en cambio, si lo hicieron, aunque por momentos.
El Milán, que se estrenaba con ilusión ante sus tifosi, salió de inicio con Higuaín, único titular entre los nuevos fichajes. Antes del enfrentamiento Kaká saludó a la hinchada y, luego, se sentó al lado de Leonardo: trabajará con él y Maldini para adentrarse, poco a poco, en su nueva vida de directivo. La noche fue rotunda para su equipo: un San Siro lleno apreció a un equipo ordenado y agresivo como le gusta a Gattuso, que se adelantó antes del descanso. Rodríguez se deshizo de Fazio y centró para Kessié que, olvidado por Kolarov, empujó entre palos.
Di Francesco, tras el experimento fallido, quitó a Marcano sustituyéndolo con El Sharaawy y pasando al 4-2-3-1. El Roma, con el cambio, estuvo más vivo y al final logró empatar con una de sus mejores armas, los balones parados. Tras un córner y un intento de despeje de Calabria, Fazio batió a Donnarumma con un derechazo cruzado.
Luego, el protagonista fue un VAR cada vez más en forma. A dos minutos del tanto, Higuaín había logrado el 2-1 sorprendiendo a la zaga muy alta de sus rivales y regateando a Olsen, pero empezó la jugada con un pie en fuera de juego. Las nuevas tecnologías introducidas este año para estas situaciones parecen infalibles y su primera celebración en el Meazza fue en vano.
Le pasó lo mismo a Nzonzi. En el 80' el francés, después de otro córner, batió a Donnarumma con una estirada, pero antes de hacerlo se ajustó el esférico con un brazo. Al colegiado, Marco Guida, le hizo falta ver las imágenes durante menos que 10 segundos para decidir: tanto anulado y... ninguna protesta.
Los milaneses acabaron el partido empujando: Gattuso sacó a Castillejo en el 82’ y el español tuvo un buen estreno, armando un contragolpe y obligando a De Rossi (que fue amonestado) a pararle con las malas. Instantes después entró Cutrone, y el triunfo llevó su firma: Nzonzi perdió un balón horrible que Higuaín, con una genialidad, transformó en una alfombra hacia el gol para el delantero, que con 20 años ya lleva 19 dianas de rossonero. Era el 95' y ahí se desató la fiesta milanista; para el Roma, en cambio, otra actuación gris.
Mirko Calemme
As
Este Milán-Roma fue el primer ‘derbi americano’ del fútbol italiano: el conjunto que el fondo Elliott controla desde este verano, ante el equipo de Pallotta. Y, como una película de acción estadounidense, estuvo muy entretenido y repletos de giros en la trama. El último llegó sobre la bocina, con un tanto de Cutrone, quizás el nombre propio menos esperado, que marcó el gol decisivo para el primer triunfo del nuevo Milán.
Di Francesco sorprendió, volviendo a proponer el 3-4-1-2 con el que tumbó al Barcelona en la pasada Champions. Fue el estreno del español Marcano, al lado de Manolas y Fazio, con Pastore detrás de los puntas Schick y Dzeko. El plan le salió mal: en la primera mitad, bastante descafeinada, los romanisti nunca crearon peligro y los rossoneri, en cambio, si lo hicieron, aunque por momentos.
El Milán, que se estrenaba con ilusión ante sus tifosi, salió de inicio con Higuaín, único titular entre los nuevos fichajes. Antes del enfrentamiento Kaká saludó a la hinchada y, luego, se sentó al lado de Leonardo: trabajará con él y Maldini para adentrarse, poco a poco, en su nueva vida de directivo. La noche fue rotunda para su equipo: un San Siro lleno apreció a un equipo ordenado y agresivo como le gusta a Gattuso, que se adelantó antes del descanso. Rodríguez se deshizo de Fazio y centró para Kessié que, olvidado por Kolarov, empujó entre palos.
Di Francesco, tras el experimento fallido, quitó a Marcano sustituyéndolo con El Sharaawy y pasando al 4-2-3-1. El Roma, con el cambio, estuvo más vivo y al final logró empatar con una de sus mejores armas, los balones parados. Tras un córner y un intento de despeje de Calabria, Fazio batió a Donnarumma con un derechazo cruzado.
Luego, el protagonista fue un VAR cada vez más en forma. A dos minutos del tanto, Higuaín había logrado el 2-1 sorprendiendo a la zaga muy alta de sus rivales y regateando a Olsen, pero empezó la jugada con un pie en fuera de juego. Las nuevas tecnologías introducidas este año para estas situaciones parecen infalibles y su primera celebración en el Meazza fue en vano.
Le pasó lo mismo a Nzonzi. En el 80' el francés, después de otro córner, batió a Donnarumma con una estirada, pero antes de hacerlo se ajustó el esférico con un brazo. Al colegiado, Marco Guida, le hizo falta ver las imágenes durante menos que 10 segundos para decidir: tanto anulado y... ninguna protesta.
Los milaneses acabaron el partido empujando: Gattuso sacó a Castillejo en el 82’ y el español tuvo un buen estreno, armando un contragolpe y obligando a De Rossi (que fue amonestado) a pararle con las malas. Instantes después entró Cutrone, y el triunfo llevó su firma: Nzonzi perdió un balón horrible que Higuaín, con una genialidad, transformó en una alfombra hacia el gol para el delantero, que con 20 años ya lleva 19 dianas de rossonero. Era el 95' y ahí se desató la fiesta milanista; para el Roma, en cambio, otra actuación gris.