COPA LIBERTADORES / Boca mostró su poderío y sacó una buena ventaja ante Libertad
En el partido de ida de octavos de final, ganó 2-0 con goles de Wanchope y Zárate.
Clarín
Todas las miradas apuntan a Mauro Zárate. Pero Guillermo Barros Schelotto tiene debilidad por otro futbolista, aquel que luce la número "10" en la espalda. El colombiano que fluye de a ratos, pero brilla desde su pie derecho. El dueño de la pelota parada. El elegido para un técnico que busca mayor volumen de juego y menos vértigo para este renovado Boca. El que marca el camino en el segundo tiempo, cuando aparece el mejor momento azul y oro.
Le alcanzó con el oportunismo de Wanchope Ábila en el primer tiempo y un destello de Zárate para ganar el partido, aun en sus imperfecciones. Más allá de las buenas señales que dio en varios pasajes del segundo tiempo a través de Cardona, Boca terminó apretado, pidiendo la hora, y sacudido por el remate de Wilson Leiva que alcanzó a rozar Andrada y pegó en el travesaño.
Rodrigo Muñoz, el arquero uruguayo de Libertad, tapó dos mano a mano, uno al ex delantero de Vélez; otro, a Cristian Pavón. Pudo ser más holgado el triunfo. También, 2 a 1. Esteban Andrada, en su debut bajo los tres palos xeneizes, no recibió goles visitantes. Sí, quedó bien aspectado Boca para la revancha del 30 de agosto en Paraguay.
El Mellizo archivó el 4-3-3 que tanto rédito le dio en la Superliga y apostó a 4-2-3-1, buscando salida con Pablo Pérez y elaboración con Zárate y Cardona. Pero se juntaron muy poco en el primer tiempo. Y Boca se mostró como un equipo carente de ritmo, sin dinámica ni fluidez.
Sin embargo, Boca encontró el gol. Cardona envió el centro desde la derecha, la pelota rebotó en Paolo Goltz y Ábila fusiló a Rodrigo Muñoz para desatar una fiesta a orillas del Riachuelo. ¿Hubo mano del marcador central? Fue polémica la jugada. Wilton Sampaio estaba cerca y el entrerriano intentó quitar el brazo. Sacó ventaja, es una realidad.
No aprovechó el envión anímico el bicampeón argentino y empezó a resignar la pelota. Libertad tiene un equipo cargado de veteranos. Está atravesando una crisis que lo dejó sin entrenador (Aldo Bobadilla, sí, aquel arquero paraguayo del Boca de Ricardo Lavolpe) y aquí arribó con Eduardo Villalba como interino.
Así y todo, le discutió la pelota a Boca en el primer tiempo. Con Antonio Bareiro y Matías Espinoza por los costados. Con Angel Cardozo Lucena como gestor. Lo atacó por los costados. Hizo sufrir a los laterales. Sin embargo, no tuvo una luz en el área. Ni siquiera inquietó con la presencia de Oscar Cardozo, Tacuara, el atacante que supo ser jugador de la Selección paraguaya.
Boca lo liquidó con el gol de Zárate. La pared de Wanchope, una gambeta corta y un zurdazo letal terminó por cerrar un primer tiempo descolorido.
Andrada casi no participó. Pero en el final tuvo una atajada fenomenal ante el bombazo de Leiva que lo hizo aprobar su su bautismo azul y oro. Antes de ese remate, el ex Lanús apenas tuvo que anticipar un par de envíos desde las bandas. Con los puños, como indica el manual del arquero bajo la lluvia.
Mereció algo más Boca en el complemento. Por el fútbol de Cardona, especialmente. Pudo ser peor si entraba el remate de Leiva. Pero los hinchas terminaron cantando bajo la lluvia.
Clarín
Todas las miradas apuntan a Mauro Zárate. Pero Guillermo Barros Schelotto tiene debilidad por otro futbolista, aquel que luce la número "10" en la espalda. El colombiano que fluye de a ratos, pero brilla desde su pie derecho. El dueño de la pelota parada. El elegido para un técnico que busca mayor volumen de juego y menos vértigo para este renovado Boca. El que marca el camino en el segundo tiempo, cuando aparece el mejor momento azul y oro.
Le alcanzó con el oportunismo de Wanchope Ábila en el primer tiempo y un destello de Zárate para ganar el partido, aun en sus imperfecciones. Más allá de las buenas señales que dio en varios pasajes del segundo tiempo a través de Cardona, Boca terminó apretado, pidiendo la hora, y sacudido por el remate de Wilson Leiva que alcanzó a rozar Andrada y pegó en el travesaño.
Rodrigo Muñoz, el arquero uruguayo de Libertad, tapó dos mano a mano, uno al ex delantero de Vélez; otro, a Cristian Pavón. Pudo ser más holgado el triunfo. También, 2 a 1. Esteban Andrada, en su debut bajo los tres palos xeneizes, no recibió goles visitantes. Sí, quedó bien aspectado Boca para la revancha del 30 de agosto en Paraguay.
El Mellizo archivó el 4-3-3 que tanto rédito le dio en la Superliga y apostó a 4-2-3-1, buscando salida con Pablo Pérez y elaboración con Zárate y Cardona. Pero se juntaron muy poco en el primer tiempo. Y Boca se mostró como un equipo carente de ritmo, sin dinámica ni fluidez.
Sin embargo, Boca encontró el gol. Cardona envió el centro desde la derecha, la pelota rebotó en Paolo Goltz y Ábila fusiló a Rodrigo Muñoz para desatar una fiesta a orillas del Riachuelo. ¿Hubo mano del marcador central? Fue polémica la jugada. Wilton Sampaio estaba cerca y el entrerriano intentó quitar el brazo. Sacó ventaja, es una realidad.
No aprovechó el envión anímico el bicampeón argentino y empezó a resignar la pelota. Libertad tiene un equipo cargado de veteranos. Está atravesando una crisis que lo dejó sin entrenador (Aldo Bobadilla, sí, aquel arquero paraguayo del Boca de Ricardo Lavolpe) y aquí arribó con Eduardo Villalba como interino.
Así y todo, le discutió la pelota a Boca en el primer tiempo. Con Antonio Bareiro y Matías Espinoza por los costados. Con Angel Cardozo Lucena como gestor. Lo atacó por los costados. Hizo sufrir a los laterales. Sin embargo, no tuvo una luz en el área. Ni siquiera inquietó con la presencia de Oscar Cardozo, Tacuara, el atacante que supo ser jugador de la Selección paraguaya.
Boca lo liquidó con el gol de Zárate. La pared de Wanchope, una gambeta corta y un zurdazo letal terminó por cerrar un primer tiempo descolorido.
Andrada casi no participó. Pero en el final tuvo una atajada fenomenal ante el bombazo de Leiva que lo hizo aprobar su su bautismo azul y oro. Antes de ese remate, el ex Lanús apenas tuvo que anticipar un par de envíos desde las bandas. Con los puños, como indica el manual del arquero bajo la lluvia.
Mereció algo más Boca en el complemento. Por el fútbol de Cardona, especialmente. Pudo ser peor si entraba el remate de Leiva. Pero los hinchas terminaron cantando bajo la lluvia.