Colonos se sienten dueños del TIPNIS y advierten que "los extraños no entran a nuestro territorio"


Cochabamba, ANF
“Los extraños y ajenos no entran a nuestro territorio”, sentenció Gumercindo Pradel líder del cerco en el puente de Isinuta; ¡Prohibido celulares! ¡Prohibido filmar o sacar fotos!, ordenaron el resto de colonos a la delegación que acompañó este a la Comisión del Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza que pretendía entrar al polígono 7 en el TIPNIS.


El puente de Isinuta en el municipio de Villa Tunari a las 10.00 ya estaba cerrado por una columna de colonizadores, arbustos y luego vehículos que fueron estacionados a lo ancho de la carretera. La señal era clara: “no van a entrar al territorio”, bajo el argumento de no haber “coordinado” con los “verdaderos y legítimos” representantes del TIPNIS.

Más de 50 personas ocupaban el puente, unas 15 se acercaron hacia las vagonetas ocupadas por los visitantes, y en tono de orden y actitud agresiva advirtieron ¡no pueden filmar!, ¡nada de fotos!, ¡prohibido celulares!, repetían una y otra vez, mientras sus miradas desconfiadas e incisivas observaban a los miembros de la delegación.

Alberto Acosta de la Comisión del Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza (TIDN) representó a la delegación, explicó que llegaron a la zona para ingresar al Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) a invitación del Consejo Indígena del Sur (Conisur); pero los interlocutores se negaron a escuchar y a dar paso.

Los voceros ordenaron a la comisión que espere a los dirigentes que salían de sus comunidades, para dialogar y que la espera sería de media hora la que se convirtió en casi seis horas, bajo el implacable sol a una temperatura que superaba los 30 grados.

El TIPNIS es un área protegida, por decreto supremo tiene una doble calidad es parque nacional y territorio indígena. Es una de las zonas más ricas y biodiversas del país y el mundo. Está ubicado entre los departamentos de Cochabamba y Beni.

El 2011, los indígenas resistieron la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, porque afectaría su territorio y su armonía con la naturaleza, pero el Gobierno hasta la fecha no ha desistido de construirla.

Los colonizadores han ejercido mucha presión por el lado de Cochabamba hacia el territorio donde viven mayoritariamente indígenas que se constituyen en dueños del territorio. Deciden –por ejemplo- quiénes pueden o no ingresar al área.

Mientras se esperaba, los colonos resolvieron cercar totalmente el paso a la comisión del Tribunal, cerraron con vehículos la vía de retorno hacia Villa Tunari, otro minibús fue estacionado en medio de ambos cercos.

Cada vez que Acosta, junto a Arturo Revollo y Fátima Monasterio consultaban a qué hora llegarían los dirigentes, la respuesta era de dilatación “ya van a llegar, están llegando en moto, en lancha y a pie”, así pasaron las casi seis horas.

“Solo vinimos para dialogar con la gente”, dijo amablemente Acosta a Pradel, y éste le respondió: “Los extraños y ajenos no entran a nuestro territorio”, se alejó hacia el grupo de colonos quienes estaban a un par de metros.

Acosta, Enrique Viale y Shannon Biggs nunca habían tenido una experiencia de esta naturaleza, jamás habían sido retenidos por tantas horas. Solo Acosta que fue presidente de la Asamblea Constituyente de Ecuador y exministro de Minas reconoció que en su vida había tenido momentos tensos, pero nunca “retenido” como sucedió en Isinuta.

“Lo que pasó es que no somos bienvenidos. No quieren participar de este trabajo que hace el Tribunal. Por supuesto que a nivel personal me asusté un poco, pero estoy feliz de regresar”, reconoció Biggs al llegar a Villa Tunari.

La comisión del TIDN llegó a Bolivia la pasada semana ha pedido de los dirigentes Fabián Gil y Marqueza Teco que denunciaron que el Gobierno no respeta la madre tierra y viola los derechos de la naturaleza al mantener su idea de construir una vía por el corazón del TIPNIS.

Pero los colonizadores desconocieron a ambos dirigentes, el presidente del Conisur, Jacinto Noza, quien firmó una carta de invitación dirigida a la comisión, manifestó que “los que tienen que dar las órdenes somos nosotros”, pese a que los indígenas son dueños del TIPNIS.


El TIDN, jueves y viernes llevaron a cabo una audiencia en Trinidadcito donde escucharon testimonios de los indígenas que los recibieron con su baile, música y una misa donde pidieron a Dios ayuda para salvar su territorio.
Totalmente diferente la actitud tensa y hostil en Isinuta. “Quien nada oculta nada teme”, comenta Acosta a los medios luego que los colonizadores levantaron el cerco pero que se negaron a abrir la puerta para ingresar al TIPNIS.
“Queríamos escuchar a todos, también a los pobladores que están de acuerdo con la carretera”, acota Enrique Viale, que siempre llamó a la paciencia mientras transcurrían las horas.
Ausencia de Estado
Durante seis horas la delegación boliviana y los cuatro miembros del Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza no gozaron de ninguna seguridad.
Un policía llegó después de cinco horas, recomendó salir a pie y dejar los vehículos. No intentó hablar con los colonos que cercaban el lugar. Llegó y se fue. Después de más o menos media hora retornó con otros dos policías.
De manera paralela llegó el exsenador Julio Salazar (MAS), vive en la zona, lo hizo por el llamado del presidente Evo Morales quien le hubiera pedido que se apersone al lugar. Junto a los policías conversó con los colonizadores y les dijo que no se podía “retener” a la misión internacional porque no daba una buena imagen al país.
En medio de murmullos de más de 50 personas resolvieron conversar con Acosta y parte de la delegación. Volvieron a molestarse y exigir que no haya ni cámaras, ni celulares. Y en no más de 25 minutos ratificaron su posición, que la delegación “sin coordinación” no podría ingresar al TIPNIS.
Ausencia total de la Policía, o autoridades del Ministerio Público, que llegaron cuando la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, Amparo Carvajal se comunicó con el Fiscal Departamental de Cochabamba.
“Demuestra que aquí el Estado boliviano no tiene el control total de la zona y demuestra que hay una parte de la gente que no quiere que se entre al territorio (TIPNIS), sostuvo Acosta, quien lamentó que no se pudiera entrar a conversar con los habitantes.
La presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, Amparo Carvajal condenó que los colonos violen la Constitución Política del Estado al limitar el derecho de los visitantes a la libre transitabilidad.
Además que se haya prohibido a los medios de comunicación registrar los hechos, impedirles salir durante seis horas de un cerco que colocaron cerca del puente de Isinuta.
Protestó que el Gobierno no haya garantizado el ingreso de la misión internacional al área protegida, solo porque los colonos se resisten a que los habitantes denuncien sobre la afectación a su territorio.

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