Tusk: “Querido Trump, América no tendrá un aliado mejor que Europa”

El líder de la UE advierte al presidente estadounidense la víspera de la cumbre de la OTAN

Lucía Abellán
Bruselas, El País
Europa se pone en guardia ante la visita de Donald Trump a Bruselas. El líder del Consejo Europeo, Donald Tusk, se dirigió este martes expresamente al presidente estadounidense —“durante mucho tiempo ha criticado casi a diario a la UE por lo que considera insuficiente contribución a la defensa común”, lamentó— para advertirle de que esta estrategia no le conviene. “Querido presidente Trump: América no tiene ni tendrá un aliado mejor que Europa”, le espetó. Sus palabras revelan un intento de salvar el vínculo trasatlántico, muy dañado por las invectivas trumpianas.




El Donald europeo apela a la razón del Donald estadounidense, una táctica que hasta ahora no ha dado frutos. Tusk, máximo representante de los Estados miembros en la UE, decidió elevar el tono durante la firma de una declaración conjunta entre la OTAN y la UE. El espíritu de este documento era justamente el contrario: rebajar la tensión y demostrar que, por encima de los exabruptos, ambas organizaciones comparten intereses estratégicos.

Las diplomacias europea y estadounidense hacen ímprobos esfuerzos por estrechar el vínculo entre Bruselas y Washington. Pero el discurso político —con Trump lanzando ataques frecuentes a sus tradicionales aliados europeos y la UE cada vez más molesta con esta táctica— se resiste. El mandatario norteamericano aterriza este martes en Bruselas para participar el miércoles y el jueves en una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN. Durante las horas previas, esta organización y la UE escenificaron un paso adelante en la cooperación que realizan desde hace dos años (especialmente en las áreas de ciberdefensa y equipos militares). Pero la intervención de Tusk dejó claro que la desconfianza hacia Trump es rotunda.

“Tengo dos mensajes que trasladar. Querida América: aprecia a tus aliados; al fin y al cabo, no tienes tantos. Querida Europa: aumenta el gasto en defensa”, resumió. Pese a esa formulación pretendidamente ecuánime, el líder del Consejo dejó entrever su diagnóstico: “El dinero es importante, pero la solidaridad lo es aun más”. Y quiso “disipar el argumento de Trump de que solo Estados Unidos protege a Europa”. Tusk recordó que el único momento en el que la Alianza invocó el deber de asistencia mutua fue tras los atentados del 11-S, en 2001, y que la misión de Afganistán que sucedió a ese episodio se cobró la vida de muchos europeos. En concreto, de 870.

Tras esas contundentes palabras, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, optó por destacar la cooperación con los aliados europeos. Y pronunció las palabras que tanto se han esforzado las autoridades comunitarias por arrancarle: “Celebramos los esfuerzos que hace la UE para asumir más responsabilidad sobre su propia defensa”. Con la condición, eso sí, de que sean “complementarios a la OTAN, no una alternativa”. El choque entre la UE y la Alianza coloca a Stoltenberg en una posición compleja. Porque ambas organizaciones comparten 22 miembros, pero Estados Unidos marca la pauta en el discurso aliado.
Pugna por la defensa
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Esas reticencias frente a unos proyectos europeos que priman la industria militar de la UE y los reproches a la falta de gasto conjunto en defensa (con el mantra del 2% del PIB como símbolo) concentran los desencuentros entre Washington y Bruselas. A la espera de la confrontación que pueda suscitar Trump en la cumbre, la embajadora estadounidense ante la OTAN, Kay Bailey Hutchison, abogó por suavizar las rencillas. En una conferencia telefónica con periodistas, la representante estadounidense vaticinó que, pese a todos los recelos mostrados, el presidente “dará la bienvenida al mayor esfuerzo europeo en equipos militares”. A continuación, matizó: “Queremos unas reglas del juego justas e interoperabilidad de los equipos”.

Está por ver que Trump se atenga al guion establecido. Los altos cargos estadounidenses son conscientes de que la discordia hacia Europa es contraria a los intereses norteamericanos. Con la llegada de la nueva Administración, la labor de estos expertos consiste principalmente en limitar el parte de daños.

No es la primera vez que el líder del Consejo critica sin tapujos el comportamiento del magnate estadounidense. El ex primer ministro polaco, cuyo país siempre ha mantenido un vínculo especial con Washington, fue el primero en considerar al nuevo dirigente como amenaza exterior para la UE. También llegó a decir: “Con amigos como Trump no necesitamos enemigos”.

Las respuestas del líder estadounidense marcan los límites de estos ensayos. Pocos minutos después de que Tusk pronunciara su discurso, Trump tuiteó: “Los países de la OTAN deben pagar más. Estados Unidos debe pagar menos. ¡Muy injusto!”.

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