Tigana, una cosecha de recuerdos
Luis Miguel Pascual
París, EFE
Cuando galopaba por el centro del campo con su esbelta figura negra, de Jean Tigana se decía que tenía olfato para el fútbol. Ahora, totalmente apartado del balón, el jugador nacido en Mali en 1955 demuestra el mismo talento para el mundo del vino.
Desde que en 2012 se alejó definitivamente del fútbol, Tigana se consagra en cuerpo y alma a la propiedad vinícola que compró en 1997 en Cassis, en la costa mediterránea francesa, de donde salen blancos y rosados apreciados.
Allí ha encontrado la calma que no tuvo en sus últimos años en el mundo del fútbol, marcados por su tormentosa salida como entrenador del Girondins de Burdeos, su última gran aventura en los banquillos antes del epílogo final en el Shanghai Shenhua, donde llegó junto a Nicolas Anelka pero que apenas duró cuatro meses.
Jugador del Tolón, del Lyon, del Girondins y del Olympique de Marsella, Francia le recuerda sobre todo por sus prestaciones internacionales, en particular su contribución a la Eurocopa de 1984 en el equipo que lideraba Michel Platini.
Semifinalista de los mundiales de 1982 y de 1986, en ambos casos eliminado por Alemania, formó parte del llamado "rombo mágico", junto a Platini, Luis Fernandez y Alain Giresse.
Pero muy temprano este hijo de musulmán "gaulista", educado en Francia en la fe cristiana, mostró un gran interés por el mundo del vino.
En 1987 compró una bodega en Burdeos, pero la vendió unos años más tarde, antes de volver a su pasión, esta vez en Cassis. Allí adquirió siete hectáreas y produce el vino "La Dona Tigana".
No es su única ocupación. El ex futbolista ha invertido en diversos negocios de localidades cercanas, desde Pontet hasta Aviñón, donde posee acciones en panaderías, tiendas de congelados o, incluso, un laboratorio médico.
Cinco veces campeón de Francia, tres con el Burdeos y dos con el Marsella, se retiró como jugador en 1991 después de que el Olympique perdiera la final de la Copa de Europa contra el Estrella Roja de Belgrado.
Dio el salto a los banquillos en 1993, con 35 años, como entrenador del Lyon, al que llevó al subcampeonato en 1995. Pero fue con el Mónaco con quien consiguió su máxima distinción, la liga francesa de 1997.
Entre 2000 y 2003 encabezó el proyecto liderado por el multimillonario egipcio Mohamed Al-Fayed en el Fulham, que logró subir a la Premier.
Tras un paso por el Besiktas, regresó a Francia en 2010 de la mano de su adorado Girondins, donde salió tras enfrentarse a varios jugadores al año siguiente.
París, EFE
Cuando galopaba por el centro del campo con su esbelta figura negra, de Jean Tigana se decía que tenía olfato para el fútbol. Ahora, totalmente apartado del balón, el jugador nacido en Mali en 1955 demuestra el mismo talento para el mundo del vino.
Desde que en 2012 se alejó definitivamente del fútbol, Tigana se consagra en cuerpo y alma a la propiedad vinícola que compró en 1997 en Cassis, en la costa mediterránea francesa, de donde salen blancos y rosados apreciados.
Allí ha encontrado la calma que no tuvo en sus últimos años en el mundo del fútbol, marcados por su tormentosa salida como entrenador del Girondins de Burdeos, su última gran aventura en los banquillos antes del epílogo final en el Shanghai Shenhua, donde llegó junto a Nicolas Anelka pero que apenas duró cuatro meses.
Jugador del Tolón, del Lyon, del Girondins y del Olympique de Marsella, Francia le recuerda sobre todo por sus prestaciones internacionales, en particular su contribución a la Eurocopa de 1984 en el equipo que lideraba Michel Platini.
Semifinalista de los mundiales de 1982 y de 1986, en ambos casos eliminado por Alemania, formó parte del llamado "rombo mágico", junto a Platini, Luis Fernandez y Alain Giresse.
Pero muy temprano este hijo de musulmán "gaulista", educado en Francia en la fe cristiana, mostró un gran interés por el mundo del vino.
En 1987 compró una bodega en Burdeos, pero la vendió unos años más tarde, antes de volver a su pasión, esta vez en Cassis. Allí adquirió siete hectáreas y produce el vino "La Dona Tigana".
No es su única ocupación. El ex futbolista ha invertido en diversos negocios de localidades cercanas, desde Pontet hasta Aviñón, donde posee acciones en panaderías, tiendas de congelados o, incluso, un laboratorio médico.
Cinco veces campeón de Francia, tres con el Burdeos y dos con el Marsella, se retiró como jugador en 1991 después de que el Olympique perdiera la final de la Copa de Europa contra el Estrella Roja de Belgrado.
Dio el salto a los banquillos en 1993, con 35 años, como entrenador del Lyon, al que llevó al subcampeonato en 1995. Pero fue con el Mónaco con quien consiguió su máxima distinción, la liga francesa de 1997.
Entre 2000 y 2003 encabezó el proyecto liderado por el multimillonario egipcio Mohamed Al-Fayed en el Fulham, que logró subir a la Premier.
Tras un paso por el Besiktas, regresó a Francia en 2010 de la mano de su adorado Girondins, donde salió tras enfrentarse a varios jugadores al año siguiente.