Se instaló el nuevo Congreso de Colombia con los escaños designados para las FARC
Juan Manuel Santos, quien se dirigió por última vez como presidente al Poder Legislativo, pidió a su sucesor, Iván Duque, cuidar la paz y perserverar en la lucha contra el narcotráfico
Infobae
La ex guerrilla FARC asumió este viernes una representación minoritaria en el Congreso que legislará el próximo cuatrienio en Colombia, dominado por la derecha afín al presidente electo Iván Duque, opositor de las condiciones del acuerdo de paz que puso fin a medio siglo de conflicto armado.
"Aquí están, por primera vez, cinco senadores y cinco representantes del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, nacido de la desmovilización y desarme de las FARC", dijo el mandatario saliente Juan Manuel Santos durante la instalación del parlamento.
El mandatario, que se dirigió por última vez como presidente al Congreso, afirmó que es necesario "perseverar en la lucha contra el narcotráfico", un flagelo al cual el mundo le declaró la guerra hace 47 años y que tanto le ha costado a Colombia, dijo. "Una guerra que llevamos perdiendo medio siglo no la vamos a ganar si no cambiamos de estrategia", manifestó.
Explicó que por eso su Gobierno promovió en la Organización de Estados Americanos (OEA) y en las Naciones Unidas "un enfoque diferente para tratar este problema, con la autoridad moral de ser el país que ha pagado el mayor costo en esta guerra, una guerra que tiene que ser de todos porque ningún país puede librarla solo".
Además, le envió un mensaje a su sucesor, el uribista Duque. "Cuiden la paz que está naciendo", solicitó.
De las diez curules reservadas según lo establecido en el histórico pacto que dividió profundamente al país, los ex combatientes comunistas solamente ocuparon ocho. Entre los posesionados estuvieron los ex comandantes Carlos Antonio Lozada y Pablo Catatumbo.
"La paz está abriendo posibilidades de que lleguen voces alternativas al Congreso de la República", dijo Lozada a periodistas.
El número dos Iván Márquez, ex jefe negociador en Cuba, no se posesionó arguyendo la "desfiguración" del acuerdo de paz y en solidaridad con su coideario Jesús Santrich, preso en una cárcel bogotana y solicitado en extradición por Estados Unidos señalado de narcotráfico.
La FARC había establecido que Márquez iría al Senado y Santrich a la Cámara de Representantes. Aunque ambos recibieron sus credenciales como congresistas de la autoridad electoral, aún no se define el futuro de sus plazas.
La bancada de exguerrilleros asistió al salón Elíptico del Capitolio Nacional con pancartas que rezaban "Convergencia por la esperanza", en referencia a la alianza que reúne a partidos de izquierda y centro en el Congreso partidarios de la paz.
Los integrantes de la FARC tuvieron una bienvenida fría de parte del Centro Democrático, el partido de Duque y que lidera el expresidente y senador Álvaro Uribe, feroz opositor de Santos y de lo suscrito en noviembre de 2016.
"Congreso con personas condenadas por delitos atroces, sin reparar víctimas, sin cumplir sanciones simbólicas, inadecuadas. En Colombia criminalidad creciente y reorganización criminal de Farc. Paz aparente", escribió en Twitter el popular ex mandatario mientras Santos pronunciaba el discurso de instalación.
Duque promete modificar el pacto alcanzado tras cuatro años de negociaciones en La Habana porque considera que es indulgente con los ex combatientes.
Alzadas en armas en 1964 en reclamo de participación política y tierras, las FARC fueron la guerrilla más poderosa de América. El año pasado cerca de 7.000 combatientes dejaron las armas.
El acuerdo evitó la muerte de 3.000 personas el año pasado. Aunque aún operan los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), paramilitares y narcotraficantes, el pacto fue un alivio para el conflicto armado en Colombia que deja más de ocho millones de víctimas.
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La ex guerrilla FARC asumió este viernes una representación minoritaria en el Congreso que legislará el próximo cuatrienio en Colombia, dominado por la derecha afín al presidente electo Iván Duque, opositor de las condiciones del acuerdo de paz que puso fin a medio siglo de conflicto armado.
"Aquí están, por primera vez, cinco senadores y cinco representantes del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, nacido de la desmovilización y desarme de las FARC", dijo el mandatario saliente Juan Manuel Santos durante la instalación del parlamento.
El mandatario, que se dirigió por última vez como presidente al Congreso, afirmó que es necesario "perseverar en la lucha contra el narcotráfico", un flagelo al cual el mundo le declaró la guerra hace 47 años y que tanto le ha costado a Colombia, dijo. "Una guerra que llevamos perdiendo medio siglo no la vamos a ganar si no cambiamos de estrategia", manifestó.
Explicó que por eso su Gobierno promovió en la Organización de Estados Americanos (OEA) y en las Naciones Unidas "un enfoque diferente para tratar este problema, con la autoridad moral de ser el país que ha pagado el mayor costo en esta guerra, una guerra que tiene que ser de todos porque ningún país puede librarla solo".
Además, le envió un mensaje a su sucesor, el uribista Duque. "Cuiden la paz que está naciendo", solicitó.
De las diez curules reservadas según lo establecido en el histórico pacto que dividió profundamente al país, los ex combatientes comunistas solamente ocuparon ocho. Entre los posesionados estuvieron los ex comandantes Carlos Antonio Lozada y Pablo Catatumbo.
"La paz está abriendo posibilidades de que lleguen voces alternativas al Congreso de la República", dijo Lozada a periodistas.
El número dos Iván Márquez, ex jefe negociador en Cuba, no se posesionó arguyendo la "desfiguración" del acuerdo de paz y en solidaridad con su coideario Jesús Santrich, preso en una cárcel bogotana y solicitado en extradición por Estados Unidos señalado de narcotráfico.
La FARC había establecido que Márquez iría al Senado y Santrich a la Cámara de Representantes. Aunque ambos recibieron sus credenciales como congresistas de la autoridad electoral, aún no se define el futuro de sus plazas.
La bancada de exguerrilleros asistió al salón Elíptico del Capitolio Nacional con pancartas que rezaban "Convergencia por la esperanza", en referencia a la alianza que reúne a partidos de izquierda y centro en el Congreso partidarios de la paz.
Los integrantes de la FARC tuvieron una bienvenida fría de parte del Centro Democrático, el partido de Duque y que lidera el expresidente y senador Álvaro Uribe, feroz opositor de Santos y de lo suscrito en noviembre de 2016.
"Congreso con personas condenadas por delitos atroces, sin reparar víctimas, sin cumplir sanciones simbólicas, inadecuadas. En Colombia criminalidad creciente y reorganización criminal de Farc. Paz aparente", escribió en Twitter el popular ex mandatario mientras Santos pronunciaba el discurso de instalación.
Duque promete modificar el pacto alcanzado tras cuatro años de negociaciones en La Habana porque considera que es indulgente con los ex combatientes.
Alzadas en armas en 1964 en reclamo de participación política y tierras, las FARC fueron la guerrilla más poderosa de América. El año pasado cerca de 7.000 combatientes dejaron las armas.
El acuerdo evitó la muerte de 3.000 personas el año pasado. Aunque aún operan los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), paramilitares y narcotraficantes, el pacto fue un alivio para el conflicto armado en Colombia que deja más de ocho millones de víctimas.