Por qué la sequía de Olivier Giroud es una buena señal para Francia

Como sucedió en 1998 y en 2006, al centrodelantero del equipo le cuesta convertir goles y sin embargo el elenco pudo alcanzar la final del certamen

Infobae
Olivier Giroud inició la Copa del Mundo como suplente en el debut de Francia en el certamen, ante Australia, pero a los 70 minutos ingresó, su equipo ganó sobre la hora y desde entonces jugó todos los minutos del torneo.


Sin embargo, el centrodelantero de 31 años no marcó un gol en lo que va del Mundial, a pesar de haber rematado en más de 10 ocasiones al arco. Es el único futbolista de Rusia 2018 que arrastra esta lamentable estadística.

Sin embargo, este dato no preocupa a Francia, ya que no sería la primera vez que su delantero de área no es efectivo en un Mundial y de todas formas el seleccionado levanta el trofeo.

En 1998, Stéphane Guivarc'h lució la 9 en su espalda. El lungo que vestía la camiseta de Newcastle United y se retiró en 2002 terminó el Mundial sin goles, mientras que sus reemplazantes naturales, Christophe Dugarry y David Trezeguet, apenas marcaron un tanto cada uno. Así y todo, Francia se coronó campeón por primera vez en su historia.

La segunda final la protagonizó ante Italia en 2006 y en esa edición el 9 lo portaba Sidney Govou. Si bien apenas disputó cuatro partidos, el punta que en ese momento jugaba en el Olympique de Lyon tampoco pudo convertir. En esa ocasión, el seleccionado galo cayó por penales en la final.

De esta manera, la sequía de Giroud no molesta en Francia, porque cada vez que el número 9 terminó el Mundial sin goles, Francia llegó a la final. Habrá que ver si en esta ocasión se repite lo sucedido en 1998 o bien lo que pasó en Alemania 2006.

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