Líder Pogba
Lucía Santiago
Istra, EFE
Dados su atrevimiento, su calidad y su millonario pase del Juventus al Manchester United, con los principales clubes de Europa meditando la conveniencia de entrar o no en la puja, sobre Paul Pogba revolotean a menudo miradas especialmente críticas, analíticas y punzantes.
Quizás sobrevuelan su espacio desde que su agente, Mino Raiola, reparase en 2015 en que no hacía "falta ser Einstein para saber que Paul Pogba puede jugar en los mejores equipos del mundo". Entonces no advertía a ningún otro jugador de 21 años que se hiciese cargo de un equipo de alto nivel de la manera en que lo hacía él.
El Manchester United pagó un verano más tarde la cifra exigida por el Juventus -105 millones-, pero su irrupción en la Premier League no fue la esperada.
Paul Scholes llegó a preguntarse dónde estaba aquel jugador que había maravillado en Italia.
Frank Lampard lo acribilló: "Realmente no sé quién es Pogba. Es un futbolista de Youtube. Combina malas decisiones con cosas fantásticas. Debe destrozar la cabeza de Jose Mourinho".
El exjugador del Chelsea sí asumió que el galo era "más talentoso" y con "mejores pies" que él. "Pero no tiene sentido regatear en tu propio campo", advirtió a finales de 2017, en uno de los momentos más bajos de Paul Pogba con los 'diablos rojos'.
"¿Dónde está el jugador que compró el United? Ese que estaba en todo el campo, luchando, peleando, corriendo hacia el rival, anotando goles desde 25 yardas... Ahora solo se pasea por el campo", cerró Scholes.
Esas lecturas sobre la aportación de Paul Pogba han ido mutando a su paso por el Mundial de Rusia.
Mourinho alabó en los últimos días su "madurez" y lo destacó como hombre decisivo en el envite de semifinales ante la selección de Bélgica. Ubicado en el doble pivote, junto al incombustible N'Golo Kanté, el '6' supo mantener la posición y el control de juego.
Ya sin Olivier Giroud, aprovechó su mayor libertad para "mantener la pelota lejos de las áreas peligrosas y para asociarse con Antoine Griezmann", analizó el preparador de Setúbal.
"Su juego ha evolucionado a lo largo de la competición", sostuvo su compañero Samuel Umtiti este jueves, en una rueda de prensa celebrada en Istra. "Ayudó mucho al grupo para que pudiésemos seguir adelante. En el campo trabajó muchísimo, nos ayudó a todos y creo que ha demostrado que realmente ha evolucionado mucho", prosiguió.
El central del Barcelona, único goleador en semifinales ante el bando belga, subrayó igualmente su incidencia en el vestuario.
"Fuera del campo, yo que lo conozco desde hace algunos años, puedo decir que siempre ha sido un líder. Es algo que le sale de manera innata. Es muy respetado y escuchado. Siempre da consejos, al más joven y al más viejo", explicó.
La pasada semana Raphael Varane también elogió a su compañero. El madridista recalcó que "su carácter" era necesario para el equipo. "Él es el fuego, yo soy el agua", indicó.
Hoy, en efecto, Paul Pogba encendió el deseo del vestuario 'bleu': "No tengo una estrella y este domingo iré a buscarla".
Cuando se cumplen 20 años del único triunfo mundialista de Francia, Paul Pogba se descubre sobrado de atrevimiento para ponerse al frente del sueño de todos sus compañeros.
"Las vacaciones después de la final de la Eurocopa que perdimos en 2016 todavía las tengo presentes. Sé el sabor de la derrota y es realmente malo. Queremos terminar este campeonato bien", advirtió.
Su discurso le descubre asimismo "más maduro". "Quizás porque es mi segunda Copa del Mundo", convino.
"Siento que he encontrado el equilibrio junto a N'Golo Kanté y Blaise Matuidi. Somos más fuertes cuando jugamos juntos", apuntó.
Así pidió mantenerse en la final ante la selección de Croacia. "Quiero ganar la copa. El torneo aún no ha terminado. Nos sigue quedando un gran paso", se despidió.
Istra, EFE
Dados su atrevimiento, su calidad y su millonario pase del Juventus al Manchester United, con los principales clubes de Europa meditando la conveniencia de entrar o no en la puja, sobre Paul Pogba revolotean a menudo miradas especialmente críticas, analíticas y punzantes.
Quizás sobrevuelan su espacio desde que su agente, Mino Raiola, reparase en 2015 en que no hacía "falta ser Einstein para saber que Paul Pogba puede jugar en los mejores equipos del mundo". Entonces no advertía a ningún otro jugador de 21 años que se hiciese cargo de un equipo de alto nivel de la manera en que lo hacía él.
El Manchester United pagó un verano más tarde la cifra exigida por el Juventus -105 millones-, pero su irrupción en la Premier League no fue la esperada.
Paul Scholes llegó a preguntarse dónde estaba aquel jugador que había maravillado en Italia.
Frank Lampard lo acribilló: "Realmente no sé quién es Pogba. Es un futbolista de Youtube. Combina malas decisiones con cosas fantásticas. Debe destrozar la cabeza de Jose Mourinho".
El exjugador del Chelsea sí asumió que el galo era "más talentoso" y con "mejores pies" que él. "Pero no tiene sentido regatear en tu propio campo", advirtió a finales de 2017, en uno de los momentos más bajos de Paul Pogba con los 'diablos rojos'.
"¿Dónde está el jugador que compró el United? Ese que estaba en todo el campo, luchando, peleando, corriendo hacia el rival, anotando goles desde 25 yardas... Ahora solo se pasea por el campo", cerró Scholes.
Esas lecturas sobre la aportación de Paul Pogba han ido mutando a su paso por el Mundial de Rusia.
Mourinho alabó en los últimos días su "madurez" y lo destacó como hombre decisivo en el envite de semifinales ante la selección de Bélgica. Ubicado en el doble pivote, junto al incombustible N'Golo Kanté, el '6' supo mantener la posición y el control de juego.
Ya sin Olivier Giroud, aprovechó su mayor libertad para "mantener la pelota lejos de las áreas peligrosas y para asociarse con Antoine Griezmann", analizó el preparador de Setúbal.
"Su juego ha evolucionado a lo largo de la competición", sostuvo su compañero Samuel Umtiti este jueves, en una rueda de prensa celebrada en Istra. "Ayudó mucho al grupo para que pudiésemos seguir adelante. En el campo trabajó muchísimo, nos ayudó a todos y creo que ha demostrado que realmente ha evolucionado mucho", prosiguió.
El central del Barcelona, único goleador en semifinales ante el bando belga, subrayó igualmente su incidencia en el vestuario.
"Fuera del campo, yo que lo conozco desde hace algunos años, puedo decir que siempre ha sido un líder. Es algo que le sale de manera innata. Es muy respetado y escuchado. Siempre da consejos, al más joven y al más viejo", explicó.
La pasada semana Raphael Varane también elogió a su compañero. El madridista recalcó que "su carácter" era necesario para el equipo. "Él es el fuego, yo soy el agua", indicó.
Hoy, en efecto, Paul Pogba encendió el deseo del vestuario 'bleu': "No tengo una estrella y este domingo iré a buscarla".
Cuando se cumplen 20 años del único triunfo mundialista de Francia, Paul Pogba se descubre sobrado de atrevimiento para ponerse al frente del sueño de todos sus compañeros.
"Las vacaciones después de la final de la Eurocopa que perdimos en 2016 todavía las tengo presentes. Sé el sabor de la derrota y es realmente malo. Queremos terminar este campeonato bien", advirtió.
Su discurso le descubre asimismo "más maduro". "Quizás porque es mi segunda Copa del Mundo", convino.
"Siento que he encontrado el equilibrio junto a N'Golo Kanté y Blaise Matuidi. Somos más fuertes cuando jugamos juntos", apuntó.
Así pidió mantenerse en la final ante la selección de Croacia. "Quiero ganar la copa. El torneo aún no ha terminado. Nos sigue quedando un gran paso", se despidió.