La producción petrolera de Venezuela sigue en caída libre
La caída fue de 2.000 barriles diarios en relación a lo registrado en mayo
Infobae
La producción de crudo de Venezuela continúa en caída libre. En junio registró el peor índice de los últimos 30 años. Según informó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el descenso se ubicó en 1.531.000 barriles por día (mbd).
El volumen sigue siendo el más bajo de las tres últimas décadas, excluyendo la caída registrada por una huelga del sector entre diciembre de 2002 y febrero de 2003. La producción de junio representó una pérdida de 2.000 barriles diarios frente a mayo, cuando el régimen venezolano reportó a la OPEP un fugaz aumento de 24.000 barriles con respecto a abril.
Sin embargo, fuentes secundarias del mercado citadas por la organización indican que el retroceso en junio fue de 47.500 barriles diarios, por lo que la producción cayó a 1,34 mbd.
Dicho nivel no solo es el más bajo en 30 años, sino peor al de marzo de 1950, cuando el país produjo 1,38 mbd, según cifras de la estatal venezolana PDVSA citadas por la consultora Capital Market.
Esta situación se produce pese a los esfuerzos que, según el gobierno, realiza PDVSA para recuperar la producción de crudo, fuente de 96% de los ingresos de este país, en recesión desde 2014 y dependiente de las importaciones.
Maduro ha ordenado a la petrolera incrementar la producción en un millón de barriles por día, para beneficiarse del repunte de las cotizaciones.
Los bajos precios del crudo en los últimos años, sumados a la baja productividad, generaron una grave crisis con escasez de todo tipo de bienes básicos y una hiperinflación que, según el FMI, se acelerará a 13.800% al cierre de 2018.
La consultora venezolana Ecoanalítica ha estimado que este año el país petrolero podría cerrar con una producción de 1,2 mbd.
El régimen chavista atribuye el derrumbe a malos manejos en PDVSA -donde han estallado múltiples casos de corrupción- y a menores inversiones en infraestructura por la merma en los ingresos.
También achaca los problemas a sanciones de Estados Unidos que impiden a la petrolera negociar nueva deuda en ese país. PDVSA fue declarada a fines de 2017 en default parcial por pagos atrasados de bonos de deuda.
Sin embargo, especialistas aseguran que el desplome se debe a que el gobierno utiliza a PDVSA para financiar su enorme agujero fiscal.
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La producción de crudo de Venezuela continúa en caída libre. En junio registró el peor índice de los últimos 30 años. Según informó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el descenso se ubicó en 1.531.000 barriles por día (mbd).
El volumen sigue siendo el más bajo de las tres últimas décadas, excluyendo la caída registrada por una huelga del sector entre diciembre de 2002 y febrero de 2003. La producción de junio representó una pérdida de 2.000 barriles diarios frente a mayo, cuando el régimen venezolano reportó a la OPEP un fugaz aumento de 24.000 barriles con respecto a abril.
Sin embargo, fuentes secundarias del mercado citadas por la organización indican que el retroceso en junio fue de 47.500 barriles diarios, por lo que la producción cayó a 1,34 mbd.
Dicho nivel no solo es el más bajo en 30 años, sino peor al de marzo de 1950, cuando el país produjo 1,38 mbd, según cifras de la estatal venezolana PDVSA citadas por la consultora Capital Market.
Esta situación se produce pese a los esfuerzos que, según el gobierno, realiza PDVSA para recuperar la producción de crudo, fuente de 96% de los ingresos de este país, en recesión desde 2014 y dependiente de las importaciones.
Maduro ha ordenado a la petrolera incrementar la producción en un millón de barriles por día, para beneficiarse del repunte de las cotizaciones.
Los bajos precios del crudo en los últimos años, sumados a la baja productividad, generaron una grave crisis con escasez de todo tipo de bienes básicos y una hiperinflación que, según el FMI, se acelerará a 13.800% al cierre de 2018.
La consultora venezolana Ecoanalítica ha estimado que este año el país petrolero podría cerrar con una producción de 1,2 mbd.
El régimen chavista atribuye el derrumbe a malos manejos en PDVSA -donde han estallado múltiples casos de corrupción- y a menores inversiones en infraestructura por la merma en los ingresos.
También achaca los problemas a sanciones de Estados Unidos que impiden a la petrolera negociar nueva deuda en ese país. PDVSA fue declarada a fines de 2017 en default parcial por pagos atrasados de bonos de deuda.
Sin embargo, especialistas aseguran que el desplome se debe a que el gobierno utiliza a PDVSA para financiar su enorme agujero fiscal.