La popularidad y los conflictos de la Presidenta de Croacia
La popularidad y los conflictos de la Presidenta de Croacia
emol.com/
Caía la lluvia el domingo en el Estadio Olímpico Luzhniki de Moscú y los ojos del mundo se detenían en la Presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic. Mientras en la tarima de premiación del Mundial Rusia 2018 Vladimir Putin se protegía de las gotas y Emmanuel Macron irradiaba alegría por el triunfo de la selección francesa, la Mandataria repartía abrazos a ganadores y perdedores e intentaba consolar a los futbolistas de su país, tras perder en la final.
El episodio fue sólo uno de los protagonizados por la jefa de Estado durante la cita mundialista. Se convirtió en un hincha más durante el evento: sólo faltó a uno de los siete partidos que jugó la selección croata -la semifinal con Inglaterra, porque coincidió con la cumbre de la OTAN-, a los que asistió siempre vistiendo la camiseta del equipo. Además, se mostró muy cercana a jugadores y cuerpo técnico, a quienes fue a felicitar a camarines después de la clasificación a cuartos de final y semifinal. En algunos medios ya la catalogaban como la "madre" del elenco.
Esto se mezclaba con otros hechos que iban conociéndose a medida que la selección rojiblanca seguía ganando, como que Grabar-Kitarovic costeó de su propio bolsillo los pasajes en clase turista a Rusia, en varios partidos declinó estar en la sala VIP de los estadios y decidió descontar de su sueldo los días en los que estuvo en la competencia deportiva. El torneo avanzaba, y ella acaparaba la atención aún más: era un personaje más de este Mundial.
La "estrella" y su campaña permanente Todas estas apariciones mediáticas le valieron a la Mandataria el mote de "la estrella" de la Copa, y eso se hacía notar. Según reporta el diario británico The Guardian, la compañía de análisis de datos croata Mediatoolkit descubrió que, en las noticias sobre la final, la jefa de Estado concitó un 25% más de atención que cualquiera de los jugadores del seleccionado croata, como Luka Modric, Ivan Perisic o Mario Mandzukic. Asimismo, el 80% de las historias en las que Grabar-Kitarovic fue protagonista tenían una connotación positiva, según Mediatoolkit.
"Su presencia en la Copa del Mundo definitivamente podría describirse como un video preelectoral ampliado. Ella ha usado esto para reforzar su estrategia de relaciones públicas de ser la Presidenta del pueblo. Esto es algo que ella ha estado haciendo en Croacia desde hace un tiempo", dijo a The Guardian el periodista croata Boris Dezulovic.
"En lugar de limitarse al público croata, este video de campaña fue visto por miles de millones de personas en todo el mundo", agregó.
Las luces y sombras
Kolinda Grabar-Kitarovic (50 años) tiene una reconocida trayectoria. Estudió en la Universidad de Zagreb, de donde se graduó con licenciaturas en Inglés, Español y Literatura. Posteriormente, tiene estudios de postgrado en Estados Unidos, donde se destaca un paso por la Universidad de Harvard, a la que llegó gracias a una beca entregada por la familia Luksic.
"Yo misma fui una de las personas elegidas para la Beca Luksic, cuando fui a la Universidad de Harvard para un programa ejecutivo. Viéndolo ahora que me he convertido en la Presidenta de Croacia, probablemente fue una buena inversión para la familia Luksic", dijo la Mandataria a El Mercurio. Tras diversos pasos por el Gobierno, Grabar-Kitarovic asomó como una de las figuras del recambio de la Unión Democrática Croata, partido de ultraderecha: era joven, habla siete idiomas y defendía un mensaje nacionalista.
Fue así como llegó a la Presidencia tras vencer en segunda vuelta con el 50,7% de los votos. Asumió el 19 de febrero de 2015, convirtiéndose en la primera mujer en ostentar este cargo en Croacia. No obstante, su carrera no ha estado exenta de polémicas. En 2011 fue objeto de críticas luego de que se descubriera que, durante su estadía como embajadora en Estados Unidos, su marido, Jakov Kitarovic, usaba el vehículo oficial para su uso privado.
Asimismo, fue acusada de defender un discurso xenófobo, circulando una fotografía en la que aparece con la bandera de la Utasha, el grupo terrorista croata que se alió con el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. También fue criticada por haber propuesto durante su campaña el levantamiento de vallas para impedir la llegada de inmigrantes.
"Creo que en el futuro será necesaria alguna valla u obstáculo físico", dijo en su momento. Del mismo modo, se opuso a la política de reparto de cuotas acordada hace poco por la Unión Europea para paliar la crisis migratoria. Esto se suma a otras medidas, como la reforma a la Ley de Extranjería que prohíbe la atención habitacional, sanitaria y alimentaria a las personas que residen en Croacia de forma ilegal.
En el lado futbolístico, Kolinda Grabar-Kitarovic también es cuestionada por su cercanía con Zdravko Mamic, ex presidente del Dinamo de Zagreb condenado a seis años de cárcel por corrupción y malversación de fondos, pero que se encuentra en Bosnia, país donde adquirió la nacionalidad. El ex dirigente habría financiado la campaña política de la ahora Presidenta, quien sostuvo que sí se reunió con él "en varias ocasiones", pero sin saber que era investigado por sus delitos. Con todo, la Mandataria sigue acaparando portadas y artículos periodísticos. Pronto sabremos si esta fama internacional le trae réditos.
emol.com/
Caía la lluvia el domingo en el Estadio Olímpico Luzhniki de Moscú y los ojos del mundo se detenían en la Presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic. Mientras en la tarima de premiación del Mundial Rusia 2018 Vladimir Putin se protegía de las gotas y Emmanuel Macron irradiaba alegría por el triunfo de la selección francesa, la Mandataria repartía abrazos a ganadores y perdedores e intentaba consolar a los futbolistas de su país, tras perder en la final.
El episodio fue sólo uno de los protagonizados por la jefa de Estado durante la cita mundialista. Se convirtió en un hincha más durante el evento: sólo faltó a uno de los siete partidos que jugó la selección croata -la semifinal con Inglaterra, porque coincidió con la cumbre de la OTAN-, a los que asistió siempre vistiendo la camiseta del equipo. Además, se mostró muy cercana a jugadores y cuerpo técnico, a quienes fue a felicitar a camarines después de la clasificación a cuartos de final y semifinal. En algunos medios ya la catalogaban como la "madre" del elenco.
Esto se mezclaba con otros hechos que iban conociéndose a medida que la selección rojiblanca seguía ganando, como que Grabar-Kitarovic costeó de su propio bolsillo los pasajes en clase turista a Rusia, en varios partidos declinó estar en la sala VIP de los estadios y decidió descontar de su sueldo los días en los que estuvo en la competencia deportiva. El torneo avanzaba, y ella acaparaba la atención aún más: era un personaje más de este Mundial.
La "estrella" y su campaña permanente Todas estas apariciones mediáticas le valieron a la Mandataria el mote de "la estrella" de la Copa, y eso se hacía notar. Según reporta el diario británico The Guardian, la compañía de análisis de datos croata Mediatoolkit descubrió que, en las noticias sobre la final, la jefa de Estado concitó un 25% más de atención que cualquiera de los jugadores del seleccionado croata, como Luka Modric, Ivan Perisic o Mario Mandzukic. Asimismo, el 80% de las historias en las que Grabar-Kitarovic fue protagonista tenían una connotación positiva, según Mediatoolkit.
"Su presencia en la Copa del Mundo definitivamente podría describirse como un video preelectoral ampliado. Ella ha usado esto para reforzar su estrategia de relaciones públicas de ser la Presidenta del pueblo. Esto es algo que ella ha estado haciendo en Croacia desde hace un tiempo", dijo a The Guardian el periodista croata Boris Dezulovic.
"En lugar de limitarse al público croata, este video de campaña fue visto por miles de millones de personas en todo el mundo", agregó.
Las luces y sombras
Kolinda Grabar-Kitarovic (50 años) tiene una reconocida trayectoria. Estudió en la Universidad de Zagreb, de donde se graduó con licenciaturas en Inglés, Español y Literatura. Posteriormente, tiene estudios de postgrado en Estados Unidos, donde se destaca un paso por la Universidad de Harvard, a la que llegó gracias a una beca entregada por la familia Luksic.
"Yo misma fui una de las personas elegidas para la Beca Luksic, cuando fui a la Universidad de Harvard para un programa ejecutivo. Viéndolo ahora que me he convertido en la Presidenta de Croacia, probablemente fue una buena inversión para la familia Luksic", dijo la Mandataria a El Mercurio. Tras diversos pasos por el Gobierno, Grabar-Kitarovic asomó como una de las figuras del recambio de la Unión Democrática Croata, partido de ultraderecha: era joven, habla siete idiomas y defendía un mensaje nacionalista.
Fue así como llegó a la Presidencia tras vencer en segunda vuelta con el 50,7% de los votos. Asumió el 19 de febrero de 2015, convirtiéndose en la primera mujer en ostentar este cargo en Croacia. No obstante, su carrera no ha estado exenta de polémicas. En 2011 fue objeto de críticas luego de que se descubriera que, durante su estadía como embajadora en Estados Unidos, su marido, Jakov Kitarovic, usaba el vehículo oficial para su uso privado.
Asimismo, fue acusada de defender un discurso xenófobo, circulando una fotografía en la que aparece con la bandera de la Utasha, el grupo terrorista croata que se alió con el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. También fue criticada por haber propuesto durante su campaña el levantamiento de vallas para impedir la llegada de inmigrantes.
"Creo que en el futuro será necesaria alguna valla u obstáculo físico", dijo en su momento. Del mismo modo, se opuso a la política de reparto de cuotas acordada hace poco por la Unión Europea para paliar la crisis migratoria. Esto se suma a otras medidas, como la reforma a la Ley de Extranjería que prohíbe la atención habitacional, sanitaria y alimentaria a las personas que residen en Croacia de forma ilegal.
En el lado futbolístico, Kolinda Grabar-Kitarovic también es cuestionada por su cercanía con Zdravko Mamic, ex presidente del Dinamo de Zagreb condenado a seis años de cárcel por corrupción y malversación de fondos, pero que se encuentra en Bosnia, país donde adquirió la nacionalidad. El ex dirigente habría financiado la campaña política de la ahora Presidenta, quien sostuvo que sí se reunió con él "en varias ocasiones", pero sin saber que era investigado por sus delitos. Con todo, la Mandataria sigue acaparando portadas y artículos periodísticos. Pronto sabremos si esta fama internacional le trae réditos.