La negociación con Sampaoli avanza, pero en la AFA empiezan a perder la paciencia
El presidente Tapia viaja este domingo y quiere dejar el tema resuelto. Pero la diferencia económica, por ahora, sigue siendo grande. Su salida es inminente.
Clarín
Estuvo en la práctica de Barracas Central y se trasladó a su quinta de Pilar. Comió un asado y durmió la siesta. Se despertó a las 19. Entonces, tenía unos cuantos mensajes en su Whatsapp. Ninguno de Jorge Sampaoli. Tampoco lo esperaba, Claudio Tapia. La relación entre el presidente de la AFA y el técnico de la Selección está quebrada. A tal punto que no hablan desde el miércoles, cuando discutieron en el predio de Ezeiza.
El mandamás de la casa madre de la pelota cree que, por estas horas, habrá una definición. Es más, Tapia quiere resolver la cuestión cuanto antes porque esta noche viajará a Marbella para cerrar un acuerdo con el complejo de entrenamiento que será la base de operaciones de la Selección en Europa. Su idea es subirse al avión con la certeza de que Sampaoli llegará a un acuerdo económico. El dirigente no lo aguanta más y ya está perdiendo la paciencia. A más tardar, entre hoy y el martes quedará definida su salida.
“Salvo que renuncie, Sampaoli se tiene que presentar a trabajar el lunes en Ezeiza y, la semana que viene, tiene que viajar a L’Alcudia. El presidente no aceptará otra prerrogativa”, sostuvo un dirigente cercano a Tapia en diálogo con Clarín. En su entorno insisten en que le dieron “todos los gustos” y “todas las comodidades” al técnico. Y que a partir de ahora tendrá que acogerse a “nuevas normas”. Un mensaje que el Zurdo ya recibió a través de los medios, claro, y que lo hizo entender que su ciclo está terminado. Sin ir más lejos, su abogado, Fernando Baredes, ya está trabajando en los números finos. Cerca del técnico dicen que recibió un llamado de la AFA para “ponerle precio a su renuncia”. Alrededor de Tapia relativizan la versión, pero no la descartan.
Según pudo averiguar este diario, en AFA pretenden pagarle hasta fin de año, una liquidación que oscilaría el millón de dólares. Podrían estirarse al doble, pero en cómodas cuotas. Sampaoli quiere la mitad de los 8.624.000 dólares correspondientes a la cláusula de rescisión. Partiendo la diferencia, en 2,5 o 3 millones de la moneda verde estaría la solución.
Tapia pondera a Sebastián Beccacece. El ex colaborador de Sampaoli dimitió y sólo cobró dos meses como compensación. “Se portó muy bien”, deslizaron en la AFA. De Sampaoli ya no esperan un gesto parecido. Y, por lo bajo, lo critican. Remarcan su carácter cambiante, su volatilidad. “Si te dice que está soleado, salí con paraguas”, apuntan en el entorno de Chiqui. “Un día le dice al canchero que el pasto está largo y cuando pasa la podadora, le asegura que está corto. Un día se enamora de un jugador y al otro, es el peor de todos. Y así con todo. No sabés para qué lado puede salir. Es un barrilete”, se quejan entre los principales directivos.
Para no dejar ningún resquicio legal, ya elaboró una lista de 35 jugadores para el torneo L'Alcudia. Hubo varias negativas.
Independientemente de la resolución del caso Sampaoli, Tapia se tomará un tiempo para definir quién será su reemplazante. Mauricio Pochettino, el técnico que más le gusta al presidente, es utópico. Ya lo saben los dirigentes. No dejará Tottenham Hotspur, como tampoco Diego Simeone se irá del Atlético Madrid. Marcelo Gallardo no comulga con la actual conducción de la AFA. Dirá que “no” y se quedará en River.
¿Entonces? Asoman Matías Almeyda y Ricardo Gareca como opciones más terrenales. El Pelado le gusta más que el Tigre al presidente. “No hay apuro”, dicen quienes conocen a Chiqui. Lo único que urge a Tapia es terminar el vínculo con Sampaoli, ese técnico que fue un desencanto profundo en el Mundial de Rusia.
Clarín
Estuvo en la práctica de Barracas Central y se trasladó a su quinta de Pilar. Comió un asado y durmió la siesta. Se despertó a las 19. Entonces, tenía unos cuantos mensajes en su Whatsapp. Ninguno de Jorge Sampaoli. Tampoco lo esperaba, Claudio Tapia. La relación entre el presidente de la AFA y el técnico de la Selección está quebrada. A tal punto que no hablan desde el miércoles, cuando discutieron en el predio de Ezeiza.
El mandamás de la casa madre de la pelota cree que, por estas horas, habrá una definición. Es más, Tapia quiere resolver la cuestión cuanto antes porque esta noche viajará a Marbella para cerrar un acuerdo con el complejo de entrenamiento que será la base de operaciones de la Selección en Europa. Su idea es subirse al avión con la certeza de que Sampaoli llegará a un acuerdo económico. El dirigente no lo aguanta más y ya está perdiendo la paciencia. A más tardar, entre hoy y el martes quedará definida su salida.
“Salvo que renuncie, Sampaoli se tiene que presentar a trabajar el lunes en Ezeiza y, la semana que viene, tiene que viajar a L’Alcudia. El presidente no aceptará otra prerrogativa”, sostuvo un dirigente cercano a Tapia en diálogo con Clarín. En su entorno insisten en que le dieron “todos los gustos” y “todas las comodidades” al técnico. Y que a partir de ahora tendrá que acogerse a “nuevas normas”. Un mensaje que el Zurdo ya recibió a través de los medios, claro, y que lo hizo entender que su ciclo está terminado. Sin ir más lejos, su abogado, Fernando Baredes, ya está trabajando en los números finos. Cerca del técnico dicen que recibió un llamado de la AFA para “ponerle precio a su renuncia”. Alrededor de Tapia relativizan la versión, pero no la descartan.
Según pudo averiguar este diario, en AFA pretenden pagarle hasta fin de año, una liquidación que oscilaría el millón de dólares. Podrían estirarse al doble, pero en cómodas cuotas. Sampaoli quiere la mitad de los 8.624.000 dólares correspondientes a la cláusula de rescisión. Partiendo la diferencia, en 2,5 o 3 millones de la moneda verde estaría la solución.
Tapia pondera a Sebastián Beccacece. El ex colaborador de Sampaoli dimitió y sólo cobró dos meses como compensación. “Se portó muy bien”, deslizaron en la AFA. De Sampaoli ya no esperan un gesto parecido. Y, por lo bajo, lo critican. Remarcan su carácter cambiante, su volatilidad. “Si te dice que está soleado, salí con paraguas”, apuntan en el entorno de Chiqui. “Un día le dice al canchero que el pasto está largo y cuando pasa la podadora, le asegura que está corto. Un día se enamora de un jugador y al otro, es el peor de todos. Y así con todo. No sabés para qué lado puede salir. Es un barrilete”, se quejan entre los principales directivos.
Para no dejar ningún resquicio legal, ya elaboró una lista de 35 jugadores para el torneo L'Alcudia. Hubo varias negativas.
Independientemente de la resolución del caso Sampaoli, Tapia se tomará un tiempo para definir quién será su reemplazante. Mauricio Pochettino, el técnico que más le gusta al presidente, es utópico. Ya lo saben los dirigentes. No dejará Tottenham Hotspur, como tampoco Diego Simeone se irá del Atlético Madrid. Marcelo Gallardo no comulga con la actual conducción de la AFA. Dirá que “no” y se quedará en River.
¿Entonces? Asoman Matías Almeyda y Ricardo Gareca como opciones más terrenales. El Pelado le gusta más que el Tigre al presidente. “No hay apuro”, dicen quienes conocen a Chiqui. Lo único que urge a Tapia es terminar el vínculo con Sampaoli, ese técnico que fue un desencanto profundo en el Mundial de Rusia.