La decadencia del '9' brasileño
De Careca, Romario o Ronaldo... hasta Gabriel Jesús. Por primera vez en la historia, Brasil se ha marchado de un Mundial sin goles de su delantero titular.
Iván Cordovilla
As
Pensar en un Mundial de fútbol es pensar en Brasil, en Pelé conquistando Suecia siendo menor de edad, en aquella selección 'de los cinco 10' que formó uno de los mejores equipos de la historia en el 70 o en Ronaldo y una de las exhibiciones individuales más bestias que se recuerdan en una Copa del Mundo.
Paralelo a su carácter, el fútbol brasileño siempre se ha caracterizado por ser divertido y vistoso, un fútbol combinativo con, sobre todo, vocación ofensiva. Si bien es cierto que en ciertas acciones el tópico brasileño puede parecer que busca más jugar que competir, cualquier regate o pase que se inventa genera una ventaja: supera un rival o una línea. Fútbol alegre y fútbol ofensivo, que, históricamente, han dado como resultado delanteros espectaculares.
Sin embargo, este ha sido el problema de Brasil. Desde el cambio de seleccionador, Gabriel Jesús siempre ha sido el elegido para Tite. Tras conseguir el Oro en los Juegos Olímpicos compartiendo delantera con Neymar, el delantero, en aquel momento todavía de Palmeiras, se agenció el puesto de 9 y firmó grandes actuaciones (7 goles y 5 asistencias) en la brillantísima fase de clasificación brasileña.
Su luz se apagó al llegar a Rusia. Con números más que decentes en Europa, promediando gol o asistencia cada 100 minutos con el Manchester City, con la selección ha sido muy diferente. La Brasil que se ha presentado este mes no ha ofrecido demasiadas oportunidades en ventaja a Gabriel Jesús, que tampoco ha estado nada acertado individualmente. Todo ello ha dado como resultado un dato histórico: es la primera vez que el delantero brasileño se marcha sin marcar de un Mundial.
Brasil ha estado presente en los veintiún Mundiales que se han disputado hasta la fecha, y no en todos han tenido un 9 de referencia. Sin embargo, sus delanteros titulares siempre habían conseguido marcar. Desde los menos académicos, como Pelé (6 goles en cuatro partidos en 1958) o Tostao (2 goles en seis partidos en 1970), hasta los más puros, como Ronaldo (máximo goleador brasileño de la historia de los Mundiales, con 15 tantos en cuatro ediciones), habían conseguido sumar. Incluso aquellos que desentonaban más, como Serginho en 1982 o Fred en 2014, celebraron algún gol en la fase final.
En cambio Firmino, delantero suplente de esta selección, sí consiguió marcar ante México. Bebeto y Romario formaron una pareja espectacular en Estados Unidos y, aunque aquel año tampoco pudieron pasar más allá de cuartos, Careca en 1986 firmó cinco goles en cinco partidos. Un gran conocido de LaLiga como Luís Fabiano marcó tres goles en Sudáfrica.
Delanteros históricos para la pentacampeona, la camiseta amarilla más famosa del mundo. Gabriel Jesús también pasará a la historia, pero por firmar la actuación que nunca soñó.
As
Pensar en un Mundial de fútbol es pensar en Brasil, en Pelé conquistando Suecia siendo menor de edad, en aquella selección 'de los cinco 10' que formó uno de los mejores equipos de la historia en el 70 o en Ronaldo y una de las exhibiciones individuales más bestias que se recuerdan en una Copa del Mundo.
Paralelo a su carácter, el fútbol brasileño siempre se ha caracterizado por ser divertido y vistoso, un fútbol combinativo con, sobre todo, vocación ofensiva. Si bien es cierto que en ciertas acciones el tópico brasileño puede parecer que busca más jugar que competir, cualquier regate o pase que se inventa genera una ventaja: supera un rival o una línea. Fútbol alegre y fútbol ofensivo, que, históricamente, han dado como resultado delanteros espectaculares.
Sin embargo, este ha sido el problema de Brasil. Desde el cambio de seleccionador, Gabriel Jesús siempre ha sido el elegido para Tite. Tras conseguir el Oro en los Juegos Olímpicos compartiendo delantera con Neymar, el delantero, en aquel momento todavía de Palmeiras, se agenció el puesto de 9 y firmó grandes actuaciones (7 goles y 5 asistencias) en la brillantísima fase de clasificación brasileña.
Su luz se apagó al llegar a Rusia. Con números más que decentes en Europa, promediando gol o asistencia cada 100 minutos con el Manchester City, con la selección ha sido muy diferente. La Brasil que se ha presentado este mes no ha ofrecido demasiadas oportunidades en ventaja a Gabriel Jesús, que tampoco ha estado nada acertado individualmente. Todo ello ha dado como resultado un dato histórico: es la primera vez que el delantero brasileño se marcha sin marcar de un Mundial.
Brasil ha estado presente en los veintiún Mundiales que se han disputado hasta la fecha, y no en todos han tenido un 9 de referencia. Sin embargo, sus delanteros titulares siempre habían conseguido marcar. Desde los menos académicos, como Pelé (6 goles en cuatro partidos en 1958) o Tostao (2 goles en seis partidos en 1970), hasta los más puros, como Ronaldo (máximo goleador brasileño de la historia de los Mundiales, con 15 tantos en cuatro ediciones), habían conseguido sumar. Incluso aquellos que desentonaban más, como Serginho en 1982 o Fred en 2014, celebraron algún gol en la fase final.
En cambio Firmino, delantero suplente de esta selección, sí consiguió marcar ante México. Bebeto y Romario formaron una pareja espectacular en Estados Unidos y, aunque aquel año tampoco pudieron pasar más allá de cuartos, Careca en 1986 firmó cinco goles en cinco partidos. Un gran conocido de LaLiga como Luís Fabiano marcó tres goles en Sudáfrica.
Delanteros históricos para la pentacampeona, la camiseta amarilla más famosa del mundo. Gabriel Jesús también pasará a la historia, pero por firmar la actuación que nunca soñó.
