GP DE ALEMANIA / Hamilton vuela en Hockenheim sobre las lágrimas de Vettel
Victoria del británico, que remontó desde el 14º puesto y se aprovechó de un error de pilotaje de Seb. Alonso abandonó y Sainz, 12º tras una sanción.
Manuel Franco
As
Unos golpes en el volante. Un lamento. Unas manos alzadas. Unas pocas gotas en el cristal. Un piloto que llora. Otro que sonríe con las manos agarradas con fuerza a su coche. Una grúa. Neumáticos que vuelan de mano en mano. Lluvia. Fórmula 1… Esta es la historia de cómo empezó a llover en Hockenheim en una curva, después en todas, y cómo Sebastian Vettel cometió un error y perdió la carrera para que dé una voltereta el Mundial. Y la de cómo Lewis Hamilton ganó la carrera, desde la decimocuarta posición a la primera. Una rivalidad de época para un deporte increíble, uno de esos en los que pasan tantas cosas fuera y dentro de la pista que necesitaríamos escribir un libro en cada crónica. Vamos al intento…de concretar y contar.
Salía Vettel en la pole y conservó ese puesto con Bottas segundo y Hamilton remontando desde atrás. Carlos Sainz era noveno y Fernando Alonso undécimo. En la séptima vuelta el alemán seguía líder y tranquilo con casi cuatro segundos de ventaja sobre el finlandés de Mercedes mientras el campeón del mundo ya estaba detrás de Alonso, el asturiano le dejó pasar, y siguió su escalada hacia un Everest imposible. También llegaba desde el penúltimo puesto remontando Daniel Ricciardo. El australiano llegó hasta las posiciones de puntos, pero el motor de su Renault le dejó tirado. Abandono. Así seguía la carrera con Alonso luchando por entrar en la zona de puntos batallando con Leclerc y compañía, Hamilton remontando hasta la cuarta plaza, Vettel primero con cierta calma con Bottas lejos… hasta que llegó la primera historia interesante.
Raikkonen iba a una estrategia a dos paradas y se había puesto primero por delante de Vettel. Al finlandés le quedaba una parada y Seb pidió que le dejaran pasar. Incluso con una estrategia tremenda para un compañero de equipo, hablando de que su amigo finlandés no tiene contrato para la próxima temporada ni se está jugando el título. Detalles. Finalmente, tras una explicación larga de Jock Clear, el jefe del muro de Ferrari, Kimi dejó pasar a su vecino de box. "Si queréis que le deje pasar, decídmelo", bramó el hombre de hielo.
Desde ahí la carrera era del tetracampeón alemán, aunque Hamilton seguía en su remontada después de más de cuarenta vueltas con los neumáticos blandos. Esperaba lluvia. Como Alonso, que se quedó en pista con su McLaren hasta que los neumáticos empezaron a destrozarse. Lo intentó todo el asturiano. Sin suerte. Poco antes del simulacro de lluvia en Mercedes metieron a Hamilton a boxes. Parecía que regalaban la carrera a Vettel, porque a la vuelta siguiente se empezaron a ver gotas en el cristal de la sala de prensa.
Y Leclerc a cambiar gomas intermedias. Alonso, también. Pero no terminaba de llover. Hasta que Fernando entró a poner los de seco otra vez. Y arreció el agua. Hamilton sonreía porque sus neumáticos ultrablandos iban mejor en esas condiciones mixtas. Cuando comenzó a llover de verdad, Vettel, que era líder destacado y cómodo, se salió de pista en la curva trece en un error terrible. Coche de seguridad. Golpes en el volante. Decepción. Lamento. Y manos alzadas de los seguidores alemanes de Mercedes. La grúa retira el coche de Seb. Hamilton se pone líder por velocidad pura. En la reanudación Bottas intenta pasarle, mero teatro, el escudero acabará segundo. Raikkonen, tercero finalmente. Sainz pasa a la duodécima plaza por una sanción de diez segundos al adelantar con safety a un Sauber. Alonso finalmente abandona. Hamilton, peinado de estrella del reagge, se lanza a sus mecánicos. "El amor lo conquista todo", dice. Todos es posible. Incluso en la Fórmula 1…
Manuel Franco
As
Unos golpes en el volante. Un lamento. Unas manos alzadas. Unas pocas gotas en el cristal. Un piloto que llora. Otro que sonríe con las manos agarradas con fuerza a su coche. Una grúa. Neumáticos que vuelan de mano en mano. Lluvia. Fórmula 1… Esta es la historia de cómo empezó a llover en Hockenheim en una curva, después en todas, y cómo Sebastian Vettel cometió un error y perdió la carrera para que dé una voltereta el Mundial. Y la de cómo Lewis Hamilton ganó la carrera, desde la decimocuarta posición a la primera. Una rivalidad de época para un deporte increíble, uno de esos en los que pasan tantas cosas fuera y dentro de la pista que necesitaríamos escribir un libro en cada crónica. Vamos al intento…de concretar y contar.
Salía Vettel en la pole y conservó ese puesto con Bottas segundo y Hamilton remontando desde atrás. Carlos Sainz era noveno y Fernando Alonso undécimo. En la séptima vuelta el alemán seguía líder y tranquilo con casi cuatro segundos de ventaja sobre el finlandés de Mercedes mientras el campeón del mundo ya estaba detrás de Alonso, el asturiano le dejó pasar, y siguió su escalada hacia un Everest imposible. También llegaba desde el penúltimo puesto remontando Daniel Ricciardo. El australiano llegó hasta las posiciones de puntos, pero el motor de su Renault le dejó tirado. Abandono. Así seguía la carrera con Alonso luchando por entrar en la zona de puntos batallando con Leclerc y compañía, Hamilton remontando hasta la cuarta plaza, Vettel primero con cierta calma con Bottas lejos… hasta que llegó la primera historia interesante.
Raikkonen iba a una estrategia a dos paradas y se había puesto primero por delante de Vettel. Al finlandés le quedaba una parada y Seb pidió que le dejaran pasar. Incluso con una estrategia tremenda para un compañero de equipo, hablando de que su amigo finlandés no tiene contrato para la próxima temporada ni se está jugando el título. Detalles. Finalmente, tras una explicación larga de Jock Clear, el jefe del muro de Ferrari, Kimi dejó pasar a su vecino de box. "Si queréis que le deje pasar, decídmelo", bramó el hombre de hielo.
Desde ahí la carrera era del tetracampeón alemán, aunque Hamilton seguía en su remontada después de más de cuarenta vueltas con los neumáticos blandos. Esperaba lluvia. Como Alonso, que se quedó en pista con su McLaren hasta que los neumáticos empezaron a destrozarse. Lo intentó todo el asturiano. Sin suerte. Poco antes del simulacro de lluvia en Mercedes metieron a Hamilton a boxes. Parecía que regalaban la carrera a Vettel, porque a la vuelta siguiente se empezaron a ver gotas en el cristal de la sala de prensa.
Y Leclerc a cambiar gomas intermedias. Alonso, también. Pero no terminaba de llover. Hasta que Fernando entró a poner los de seco otra vez. Y arreció el agua. Hamilton sonreía porque sus neumáticos ultrablandos iban mejor en esas condiciones mixtas. Cuando comenzó a llover de verdad, Vettel, que era líder destacado y cómodo, se salió de pista en la curva trece en un error terrible. Coche de seguridad. Golpes en el volante. Decepción. Lamento. Y manos alzadas de los seguidores alemanes de Mercedes. La grúa retira el coche de Seb. Hamilton se pone líder por velocidad pura. En la reanudación Bottas intenta pasarle, mero teatro, el escudero acabará segundo. Raikkonen, tercero finalmente. Sainz pasa a la duodécima plaza por una sanción de diez segundos al adelantar con safety a un Sauber. Alonso finalmente abandona. Hamilton, peinado de estrella del reagge, se lanza a sus mecánicos. "El amor lo conquista todo", dice. Todos es posible. Incluso en la Fórmula 1…