Giroud, tras los pasos de Guivarch

Álvaro Vivar
Moscú, EFE
En la Francia del 98, la campeona, dejaron huella un buen número de figuras, aún hoy en el recuerdo de todos por llevar a "Les Bleus" a un título mundial rubricado con un rotundo 3-0 a la selección brasileña en la final de Saint-Denis.


Dieron brillo a esa hornada el portero Fabien Barthez, cuya calva besaba Laurant Blanc antes de cada partido, defensas atletas como Marcel Desailly o Lillian Thuram, medios mágicos como Zinedine Zidane o incluso el actual seleccionador Didier Deschamps.

Thierry Henry o David Trezeguet tenían el nombre y la capacidad de ser estrellas de aquel Mundial, pero Aime Jacquet, por aquel entonces seleccionador galo, cedió la responsabilidad del gol a Stephane Guivarch, el delantero del Auxerre.

Su brega y su olfato goleador le hicieron dominar la tabla de artilleros de la Ligue 1 en 1997, en el Rennes, también la Copa de la UEFA del mismo año, igual que en el Auxerre en temporada de Mundial.

Fue el "9" de Jacquet en la preparación, y en el Mundial se hizo indiscutible en los tres partidos más importantes: en cuartos con Italia, en semifinales con Croacia y en la gran final contra Brasil.

Guivarch, que después del Mundial tuvo una horrible experiencia en la Premier League (Newcastle), no marcó ni en la preparación ni durante la Copa del Mundo y su nombre cayó en el anonimato.

Un Mundial similar lleva con esta Francia Olivier Giroud, solo suplente en el debut ante Australia, y que sigue sin ver puerta (más de siete horas sin disparar entre palos) pese a que es una pieza fundamental en el 4-2-3-1 de Didier Deschamps.

En un grupo con tantas alternativas en ataque resalta su físico, su pelea y su juego de espaldas, virtudes que en Rusia parecen estar reñidos con el gol: 0 goles y 0 disparos en 465 minutos.

El caso es que el delantero, que en el mercado de invierno cambió el Arsenal por el Chelsea, suma 31 tantos en 80 duelos internacionales, ninguno de ellos en Rusia, desde que debutase en noviembre de 2011 de la mano de Laurant Blanc.

El camino de Giroud en este Mundial se asemeja en números a aquel de Guivarch en dos Francias muy atléticas y que sin brillo fueron avanzando hasta el último escalón, curiosamente en ambos caminos se cruzó Croacia, hace 20 años en semifinales y en Rusia en la final.

Aquel Mundial y su tortuoso paso por la Premier fueron menguando la carrera Stephane Guivarch, que acabó dejando el deporte por negocios de piscinas.

Sin embargo, Giroud sí ha triunfado siendo uno de los delanteros referencia de la liga inglesa con más de 100 dianas en el Arsenal, ahora en el Chelsea, y ganador del premio Puskas por su excelso gol de tacón al Crystal Palace en 2017.

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