¿Elecciones anticipadas para acabar con la crisis en Nicaragua?

La posibilidad de elecciones anticipadas para tratar de poner fin a las protestas que han dejado más de 200 muertos en Nicaragua cada vez parece adquirir más fuerza. Y sobre ese y otros temas BBC Mundo conversó esta semana con Paul Oquist, ministro del gobierno nicaragüense y secretario personal del presidente Daniel Ortega.

Arturo Wallace - BBC Mundo
Nicaragua se apresta a completar tres meses de protestas antigubernamentales que han dejado numerosos muertos: 212 al pasado 19 de junio, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), 309 en las últimas estimaciones de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).


Y la situación no da signos de resolverse: al menos una persona más perdió la vida este miércoles, cuando la policía nicaragüense, acompañada por civiles armados, recurrió a la fuerza para acabar con el bloqueo de la carretera Panamericana en La Trinidad, 127 kilómetros al noroeste de la capital, y otras cuatro murieron el jueves en una operación similar en el barrio leonés de Subtiaba.

Para muchos, se trata de nuevos ejemplo de la "respuesta represiva" del Estado nicaragüense que ha sido duramente criticada por la CIDH, pues según la organización se ha caracterizado por el "uso excesivo y arbitrario de la fuerza, incluyendo la fuerza letal (…) de manera deliberada", entre otras graves violaciones de derechos humanos.

Pero el gobierno nicaragüense sostiene que la violencia -que hizo que lo que empezó como pequeñas protestas en contra de una reforma del sistema de pensiones se convirtieran en un verdadero alzamiento en contra del presidente Daniel Ortega- es resultado de una estrategia "golpista" de ciertos sectores de la oposición.

Y según el secretario privado del presidente Daniel Ortega, Paul Oquist, es por eso que, antes de hablar de posibles salidas a la crisis, como elecciones anticipadas, es necesario que cese toda la violencia, "venga de donde venga".

En una extensa entrevista con BBC Mundo celebrada en Londres a mediados de esta semana, sin embargo, el también ministro para Políticas Nacionales del gobierno de Nicaragua no descartó completamente la posibilidad.

Y tampoco negó categóricamente las violaciones de derechos humanos por parte del Estado nicaragüense.

Nicaragua está viviendo momentos bastante difíciles: centenares de muertos desde que iniciaron las protestas, las proyecciones de crecimiento económico recortadas de un 4,5% a un 1% según el Banco Central y en general una situación bastante compleja, con mucha violencia. ¿Cuál es la responsabilidad tiene el gobierno nicaragüense en todo esto?

Hay responsabilidad de violencia por todos lados, ha habido muertos por todos lados, ha habido excesos por todos lados. Y el gran desafío del pueblo nicaragüense es que cese la violencia venga de donde venga.

El gran desafío es cesar la violencia, construir confianza mutua y construir la paz. Y como todos sabemos que la paz es más que la ausencia de violencia: la confianza es un elemento, pero hay otros elementos también. Y si eso no fuera suficiente, en una situación tan compleja como la de Nicaragua también hay que ir más allá y lograr la reconciliación nacional.

Y la razón para eso es que después de esta crisis política va a haber una crisis económica y una crisis social.
Policía antimotines en Nicaragua

Como usted ya dijo, no vamos a tener el promedio de 4,6% de crecimiento. La inversión extranjera directa que había subido cinco veces desde el 2007, quién sabe que va a pasar con ella ahora, y con el turismo, que estaba empezando a levantar.

Se había pasado más de 10 años tratando de perder la reputación de país violento heredada de los años 80, que impedía el turismo, y se estaba teniendo éxito. Pero eso está en cero. Hay 85.000 trabajadores en la calle, gran parte de ellos de la industria de la hospitalidad, muchos hoteles en Managua están vacíos, algunas líneas aéreas están cancelando algunos vuelos porque llegan con muy poca gente. Y el impacto de los tranques sobre la economía va a ser muy fuerte también.

Entonces va a haber una crisis económica y social, y el pueblo nicaragüense no va a poder rescatar lo que se pueda de la economía y echar adelante si el país sigue dividido como está dividido. Es un país polarizado, y si las fuerzas están en la yugular uno del otro, no vamos a progresar.

Tenemos que lograr la reconciliación nacional: el gobierno tiene que trabajar con el sector privado y viceversa, se tiene que ayudar a la gente del sector informal a recuperarse de esto, y se tiene que buscar que la pobreza, que se había bajado de 16% en 2005 a 6% en 2016, no se dispare de nuevo, que es muy posible en estas circunstancias. Las tareas son enormes.

¿Pero reconciliación sin justicia por lo que ha pasado en el país desde el 19 de abril a la fecha?

Definitivamente no, de ninguna manera. No puede suceder sin justicia. Y la única manera de lograr justicia es que la Comisión de Verdad, Justicia y Paz de la Asamblea Nacional, con los fiscales nicaragüenses, y los forenses de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que ya han sido nombrados y que creo que ya llegaron a Nicaragua, trabajen juntos.

Esos forenses del CIDH son muy importantes para que haya credibilidad para todas las partes. Y se va a trabajar caso por caso, investigando todas las muertes. Y los fiscales están involucrados porque cuando hay cargos criminales hay que entablar esos casos criminales. Hay que lograr justicia, porque eso es fundamental para reconstruir confianza mutua en el país.

¿Incluso si entre los responsables hay funcionarios del Estado nicaragüense?

Caiga quien caiga. Eso tiene que ser así, o no se va a tener credibilidad. Pero la violencia tiene que cesar de lado y lado para lograr eso. Y la cuestión no son sólo las muertes, sino también los saqueos. ¿Quiénes son responsables por los saqueos? No eran saqueos espontáneos, sino organizados.

Y mucho más, porque no hay solo muertes y saqueos. La CIDH ha denunciado muchísimas violaciones de derechos humanos…

…los incendios y ahora más recientemente las torturas. Realmente hay hechos abominables, atrocidades.

¿De las dos partes?

Hay de las dos partes. Hay que ver por ejemplo la quema de las radios: Radio Ya, Radio Nicaragua, Radio Yes en Matagalpa, y Radio Darío, que fue quemada por sandinistas. Pero lo de (la oficialista) Radio Ya y esas cosas no salieron en medios internacionales.

Se hizo tremenda bulla cuando se cerró el canal de televisión 100% Noticias por unos días, pero después salió al aire de nuevo. Y como usted sabe Canal 12 y 100% Noticias piden el derrocamiento violento del gobierno todos los días: ´¡Que se vaya ya! ¡Que se vaya ya!´"…

Piden que se vaya ya, pero yo no los he oído pedir un derrocamiento violento.

Bueno, ha habido un ataque de cuatro horas en la casa de (el funcionario sandinista) Francisco López el sábado pasado, llegaron a las 4:00 am y hubo un tiroteo con AK-47 hasta las 6:00 am y eso es alarmante, porque eso tiene ribetes de guerra civil…

Pero eso no lo pidieron 100% Noticias ni Canal 12…

Pero eso de "que se vaya ya" es una posición golpista. No es una posición de diálogo. Y tenemos que superar esa posición golpista. Escuche al (exembajador nicaragüense ante Naciones Unidas durante el primer gobierno sandinista) Alejandro Bendaña en Democracy Now. Yo estuve ahí y pasaron un clip de él diciendo: "Que (el presidente Ortega) se vaya ya" y "Tiene que ser sucedido por un gobierno provisional". Eso es golpe de Estado, es una posición golpista.

Sin embargo, cuando estaba en la oposición, el presidente Ortega dio varias entrevistas en las que reivindicaba el derecho de la gente a salir a la calle, manifestarse y así forzar la salida prematura de un gobierno con el que estuviera descontento. Y no lo veía como una posición golpista, sino como una expresión de democracia popular. Si no recuerdo mal una vez hasta puso el ejemplo de Ecuador en 1996.

Bueno, pero la verdad es que las barricadas no son pacíficas. Son impuestas violentamente y son mantenidas violentamente. Trate de cruzar una barricada y va a encontrar violencia.

Ahí está el caso de Raúl Pineda, un compañero que estaba con otro compañero en los barrios orientales de Managua tratando de despejar las barricadas y fueron tirados (abatidos con armas de fuego). En el video de eso se puede ver que él está en la calle, no se sabe si está muerto o vivo, pero lo rocían con gasolina y le prenden fuego. Y la cosa es que tan desconcertante como ese hecho, esa barbaridad, esa atrocidad, es que los que lo hicieron estaban jubilosos, estaban riendo, estaban aplaudiendo.

Y después en su mano carbonizada le pusieron un bronce y dijeron ´Este es tu trofeo, tal por cual, te lo ganaste´, y antes de retirarse pusieron la bandera del frente Sandinista en su cuerpo. Eso es terrorismo, eso no es vandalismo, y ese tipo de atrocidad se tiene que investigar también.

Y usted sabe que eso no era parte de la cultura nicaragüense, eso es más de Estado Islámico o qué se yo. Y ahí están también los policías secuestrados, y otras personas, trabajadores municipales de otras ciudades, a los que han desnudado. ¡Ni en la guerra!

"Nosotros hemos puesto los muertos": el impactante discurso de Lesther Alemán, el estudiante que plantó cara a Daniel Ortega en Nicaragua

Si nos ponemos a ver casos particulares seguramente podemos encontrar varios en que simpatizantes del Frente Sandinista han sido objeto de violencia. Pero también hay muchas denuncias, muy graves del otro lado…

Y por eso es que la violencia tiene que cesar venga de donde venga, si es que queremos lograr un diálogo exitoso.

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