El Mundial disparó el valor de mercado de los jugadores rusos
Rusia, AS
Han pasado de estar denostados a ser héroes nacionales. La selección rusa ha hecho historia en el Mundial y los protagonistas, con permiso de Cherchésov, han sido los jugadores. Cuando apenas faltaban semanas para el pitido inicial nadie se acordaba del joven Golovin o de un renqueante Cheryshev, pero todo eso ha cambiado.
Su victoria ante España en los octavos de final revalorizó al equipo no solo en lo deportivo sino también en lo económico. En la prensa local con cada triunfo de la selección rusa se empezaban a ver debates y tertulias sobre el eventual interés de clubes como el Liverpool, Mónaco o la Juventus por algunos jugadores rusos.
El portal Transfermarket da cuenta de cómo ha subido el precio de casi toda la plantilla rusa, excepto en un par de casos: Smolov y Smolnikov. Si nos fijamos por ejemplo en Golovin (CSKA de Moscú) su valor de mercado subió de los siete millones de euros a los 25.
Lo mismo pasa con Dzyuba, Fernández o el propio Cheryshev que han subido su cotización entre los 8 y los 20 millones de euros. Y como no puede ser de otra forma el protagonista de las tandas de penaltis ante España y Croacia, el guardameta Ígor Akinfeev, ha sonado para el Nápoles por un precio cercano a los 12 millones.
Los jugadores saben que este Mundial ha sido una plataforma para ellos y que han podido encontrar el oro de Moscú en un torneo que les baña ahora en ese metal precioso que muchos clubes estarán dispuestos a pagar.
Han pasado de estar denostados a ser héroes nacionales. La selección rusa ha hecho historia en el Mundial y los protagonistas, con permiso de Cherchésov, han sido los jugadores. Cuando apenas faltaban semanas para el pitido inicial nadie se acordaba del joven Golovin o de un renqueante Cheryshev, pero todo eso ha cambiado.
Su victoria ante España en los octavos de final revalorizó al equipo no solo en lo deportivo sino también en lo económico. En la prensa local con cada triunfo de la selección rusa se empezaban a ver debates y tertulias sobre el eventual interés de clubes como el Liverpool, Mónaco o la Juventus por algunos jugadores rusos.
El portal Transfermarket da cuenta de cómo ha subido el precio de casi toda la plantilla rusa, excepto en un par de casos: Smolov y Smolnikov. Si nos fijamos por ejemplo en Golovin (CSKA de Moscú) su valor de mercado subió de los siete millones de euros a los 25.
Lo mismo pasa con Dzyuba, Fernández o el propio Cheryshev que han subido su cotización entre los 8 y los 20 millones de euros. Y como no puede ser de otra forma el protagonista de las tandas de penaltis ante España y Croacia, el guardameta Ígor Akinfeev, ha sonado para el Nápoles por un precio cercano a los 12 millones.
Los jugadores saben que este Mundial ha sido una plataforma para ellos y que han podido encontrar el oro de Moscú en un torneo que les baña ahora en ese metal precioso que muchos clubes estarán dispuestos a pagar.