El Milán nombra a Paolo Scaroni nuevo presidente
Scaroni, ex consejero delegado de las empresas energéticas Eni y Enel, fue nombrado por unanimidad y trabajará hasta junio de 2020.
EFE
El Milan nombró este sábado al italiano Paolo Scaroni como nuevo presidente y consejero delegado interino, tras la Asamblea de los socios accionistas del club "rossonero" celebrada en la sede de la sociedad, Casa Milan.
La Asamblea decidió además destituir al anterior consejero delegado, Marco Fassone, y a sus colaboradores chinos, informan los medios italianos, lo que marcó el comienzo de la nueva propiedad estadounidense del Milan, que pertenecerá al fondo Elliott.
Los socios accionistas del Milan se reunieron este sábado para nombrar el nuevo Consejo de Administración del club, después de que el inversor chino Li Yonghong perdiera la propiedad del equipo al no devolver a tiempo a Elliott un préstamo de 32 millones de euros.
Scaroni, ex consejero delegado de las empresas energéticas Eni y Enel, fue nombrado por unanimidad como presidente y trabajará hasta junio de 2020 junto a Marco Patuano, Franck Tuil, Giorgio Furlani, Stefano Cocirio, Salvatore Cerchione, Alfredo Craca y Gianluca D'Avanzo.
El nuevo presidente, de 71 años, mostró su orgullo por el cargo y subrayó que se siente aún más feliz porque es un aficionado del Milan.
En el nuevo Consejo de Administración ya no estarán, tras la votación de la Asamblea, Fassone, Li Yonghong ni sus colaboradores chinos Li Han, Bo Lu y Xu Renshuo.
En particular, Fassone fue destituido por romper la relación de confianza con el club, la gestión de los contratos internos del equipo y la organización del mercado de fichajes, aseguran los medios locales.
El cambio de organigrama en el Milan se produce después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) anulara el viernes la sanción UEFA al conjunto milanés, que había inicialmente excluido al equipo de la próxima Liga Europa por incumplir las normas del Juego Limpio Financiero.
Los "rossoneri" gastaron más de 200 millones de euros en el mercado veraniego de 2017 y fueron acusados por la UEFA por no respetar el punto del equilibrio entre los gastos y los ingresos.
EFE
El Milan nombró este sábado al italiano Paolo Scaroni como nuevo presidente y consejero delegado interino, tras la Asamblea de los socios accionistas del club "rossonero" celebrada en la sede de la sociedad, Casa Milan.
La Asamblea decidió además destituir al anterior consejero delegado, Marco Fassone, y a sus colaboradores chinos, informan los medios italianos, lo que marcó el comienzo de la nueva propiedad estadounidense del Milan, que pertenecerá al fondo Elliott.
Los socios accionistas del Milan se reunieron este sábado para nombrar el nuevo Consejo de Administración del club, después de que el inversor chino Li Yonghong perdiera la propiedad del equipo al no devolver a tiempo a Elliott un préstamo de 32 millones de euros.
Scaroni, ex consejero delegado de las empresas energéticas Eni y Enel, fue nombrado por unanimidad como presidente y trabajará hasta junio de 2020 junto a Marco Patuano, Franck Tuil, Giorgio Furlani, Stefano Cocirio, Salvatore Cerchione, Alfredo Craca y Gianluca D'Avanzo.
El nuevo presidente, de 71 años, mostró su orgullo por el cargo y subrayó que se siente aún más feliz porque es un aficionado del Milan.
En el nuevo Consejo de Administración ya no estarán, tras la votación de la Asamblea, Fassone, Li Yonghong ni sus colaboradores chinos Li Han, Bo Lu y Xu Renshuo.
En particular, Fassone fue destituido por romper la relación de confianza con el club, la gestión de los contratos internos del equipo y la organización del mercado de fichajes, aseguran los medios locales.
El cambio de organigrama en el Milan se produce después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) anulara el viernes la sanción UEFA al conjunto milanés, que había inicialmente excluido al equipo de la próxima Liga Europa por incumplir las normas del Juego Limpio Financiero.
Los "rossoneri" gastaron más de 200 millones de euros en el mercado veraniego de 2017 y fueron acusados por la UEFA por no respetar el punto del equilibrio entre los gastos y los ingresos.