El disgusto de Valverde por la salida de Paulinho del Barça
Barcelona, AS
A Ernesto Valverde, entrenador del Barcelona, no le ha hecho nada feliz el adiós de Paulinho. Lo admite incluso internamente la directiva azulgrana, que ha reclamado máximo esmero a Pep Segura, Eric Abidal y Ramon Planes, el nuevo triunvirato que diseña la plantilla del Barça 2018-19, para fichar a un centrocampista de garantías que contente al técnico y le quite el sabor amargo del adiós del brasileño.
Así se lo prometió al técnico en primera persona su presidente, Josep Maria Bartomeu. Fue el mismo Bartomeu quien telefoneó a Valverde para informarle de que estaban a punto de dar salida a Paulinho, que oficialmente se ha marchado al Guangzhou Evergrande cedido con opción de compra pero que dejará en caja a partir de enero de 2019, tal vez antes, 50 millones de euros. Un negocio irrechazable para un equipo en problemas.
La noticia cogió por sorpresa a Valverde, que consideraba a Paulinho un activo importante de la plantilla. El brasileño jugó con regularidad la temporada pasada y le dio presencia física, equilibrio e incluso gol por momentos al equipo. Su fútbol no es una delicia, pero sí eficiente. Un jugador pragmático que además hace grupo e impone respeto. Valverde no contemplaba su salida, así que cuando fue informado por Bartomeu de la misma, pidió un recambio que espera tener y pronto.
A Ernesto Valverde, entrenador del Barcelona, no le ha hecho nada feliz el adiós de Paulinho. Lo admite incluso internamente la directiva azulgrana, que ha reclamado máximo esmero a Pep Segura, Eric Abidal y Ramon Planes, el nuevo triunvirato que diseña la plantilla del Barça 2018-19, para fichar a un centrocampista de garantías que contente al técnico y le quite el sabor amargo del adiós del brasileño.
Así se lo prometió al técnico en primera persona su presidente, Josep Maria Bartomeu. Fue el mismo Bartomeu quien telefoneó a Valverde para informarle de que estaban a punto de dar salida a Paulinho, que oficialmente se ha marchado al Guangzhou Evergrande cedido con opción de compra pero que dejará en caja a partir de enero de 2019, tal vez antes, 50 millones de euros. Un negocio irrechazable para un equipo en problemas.
La noticia cogió por sorpresa a Valverde, que consideraba a Paulinho un activo importante de la plantilla. El brasileño jugó con regularidad la temporada pasada y le dio presencia física, equilibrio e incluso gol por momentos al equipo. Su fútbol no es una delicia, pero sí eficiente. Un jugador pragmático que además hace grupo e impone respeto. Valverde no contemplaba su salida, así que cuando fue informado por Bartomeu de la misma, pidió un recambio que espera tener y pronto.