Diez consejos para hacer feliz a tu perro

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Es difícil generalizar lo que a los perros les gusta y desagrada y cómo se comportan. Al igual que los humanos, todos los perros tienen sus propias personalidades y preferencias aprendidas, por lo que pueden diferir dramáticamente en la forma en que perciben la vida y lo que les gusta de ella.


El libro Making Dogs Happy usa investigación científica, fotos ilustrativas y consejos prácticos para ayudar a los dueños de perros a apreciar lo que sus perros pueden estar sintiendo a cada momento, y tener estrategias listas para responder de manera adecuada y en apoyo a sus perros.

Making Dogs Happy se basa en la aplicación pragmática de la teoría actual para mejorar tu relación con tu perro y, por supuesto, en el proceso hacerlo feliz.

Hay muchas maneras en que podemos juzgar mal a los perros asumiendo que son humanos peludos. Aquí hay diez errores comunes que se derivan de asignar valores y necesidades humanas a los perros.

1. Los perros tienen el gusto humano por compartir

Los humanos pueden racionalizar y apreciar los beneficios de compartir. Por el contrario, entre los perros, la posesión es la única ley. Por lo tanto, no debemos quitarles sus juguetes, huesos y premios a menos que los hayamos entrenado para que acepten este tipo de intervención.

2. Los perros siempre disfrutan las muestras físicas comunes de afecto humano


Los humanos a menudo muestran su afecto por los demás abrazándolos y acurrucándose. Los perros simplemente no tienen las extremidades y articulaciones necesarias para lograr esto y, por lo tanto, no han evolucionado para poder dar un cariñoso abrazo. Cuando los abrazan los humanos, a muchos perros esto les puede parecer incómodo o amenazante. Lo mismo ocurre al darles palmaditas en la cabeza.

3. Los perros que ladran o gruñen siempre son amenazantes o peligrosos

Estos son comportamientos para aumentar la distancia. Los perros que usan estas señales están tratando principalmente de ganar espacio para poder sentirse más seguros. Todos los perros, independientemente de su temperamento o entrenamiento, a veces pueden necesitar más espacio. Por lo general, inicialmente dan señales más sutiles, pero muchos perros aprenden que las señales sutiles no funcionan y pasan directamente a los ladridos y gruñidos.

4. Los perros darán la bienvenida a perros desconocidos a sus casas

Los perros evolucionaron de los lobos y, por lo tanto, están adaptados para defender lo que es suyo. Tienen un gran apego hacia su territorio de origen y los recursos dentro de él. Los perros no tienen forma de saber que los perros y humanos que invitamos a nuestra casa, por ejemplo para que jueguen, se irán en algún momento. Podemos perdonarlos por pensar que así es como serán las cosas a partir de ahora. Por lo tanto, es de esperar que por lo regular intenten establecer las reglas locales básicas y poner a los recién llegados en su sitio.



5. A los perros les gusta relajarse tanto como a los humanos

Vamos a trabajar y a la escuela, así que valoramos mucho la oportunidad de relajarnos en casa y quizás ver la televisión. Por el contrario, los perros pasan la mayor parte del tiempo en casa y valoran ejercitarse lejos de la propiedad mucho más de lo que valoran el tiempo que pasan en el sofá. Entonces, para los perros, un cambio no sólo no es tan bueno como el descanso, es mucho mejor.

6. Un perro efusivo es un perro amigable

Lo que es "amigable" para un perro no es amigable para todos los perros, y algunos perros usan la excesiva efusividad como una forma de aliviar la ansiedad asociada con conocer a otro perro u otro humano. Los dueños de perros muy amigables pueden sorprenderse cuando otros perros no reciben alegremente a su perro. Algunos perros prefieren los saludos tranquilos y mucho espacio personal.

7. Los perros se acercan cuando quieren jugar

A veces los propietarios se confunden cuando un perro se acerca a un humano o a otro perro de manera amistosa y luego les gruñe o ladra. La motivación de estos perros para acercarse puede ser principalmente obtener información, en lugar de interacción, y a algunos pueden gustarles los extraños al principio, pero luego, de repente, pueden sentirse ansiosos y abrumados. Si ves este patrón, aleja a tu perro de los nuevos perros y humanos después de unos cuantos segundos.



8. Un jardín grande puede remplazar los paseos

Debido a que los perros pasan mucho tiempo en el patio de la casa, el área suele parecerles demasiado familiar y, a veces, bastante aburrida. El tamaño de un patio o jardín es mucho menos importante para los perros que lo que ahí sucede. Es realmente útil para el desarrollo de un perro jugar con otros perros, con nosotros y con sus juguetes. En particular, les encanta hacerlo en un entorno novedoso, por lo que el tiempo pasado fuera del patio/jardín de la casa es la mejor diversión.

9. Los perros son deliberadamente desafiantes cuando no hacen lo que se les dice

En lugar de decidir desobedecernos, los perros a veces simplemente no pueden hacer lo que les pedimos. O no saben realmente lo que les estamos pidiendo que hagan, o tienen cosas mucho más apremiantes que hacer en ese momento. Los perros no son buenos para generalizar, así que el hecho de que se sienten sin problemas cuando se los pides en la cocina sosteniendo unos premios en la mano no significa que automáticamente sepan qué significa "siéntate" cuando están sin correa en el parque para perros.

Y aunque tu perro pueda saber qué significa "siéntate" cuando lo entrenas en casa sin distracciones, pedirle que lo haga cuando hay visitantes en la puerta podría ser como pedirle a un niño que se arrodille y ore al llegar a un parque de diversiones.



10. Ladrar, intentar morder o embestir es la primera señal de un perro infeliz

Los perros a menudo dan señales sutiles de ansiedad, como evitar el contacto visual con lo que sea que los esté molestando, o lamerse el hocico, fruncir las cejas, levantar una pata y tensar los músculos de la cara. Si no se hace nada para ayudar a que estos perros se alejen de lo que los está perturbando, estas señales a menudo pueden escalar a un comportamiento más problemático que sea más obvio, como gruñidos e intentos de morder.

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