Boca goleó en Estados Unidos de la mano de sus refuerzos
Le ganó 4-2 a Independiente Medellín. Mauro Zárate y el colombiano Sebastián Villa, las figuras.
Clarín
Los objetivos que asoman son grandes: la recta final de la Copa Libertadores -esa obsesión que domina al ambiente boquense- y la chance de aspirar al primer tricampeonato de su historia. Es por eso que a un plantel rico y variado se sumaron refuerzos de jerarquía que ya empiezan a dar frutos.
Mientras Boca celebra el regreso de Darío Benedetto y le da minutos a Carlos Tevez ahora sabe que podrá contra con la jerarquía de Mauro Zárate y Sebastián Villa, las dos figuras en el triunfo 4-2 frete a Independiente Medellín en Estados Unidos.
El único lunar en esta preparación fue una nueva lesión de Fernando Gago, quien ya volvió al país para recuperarse de los dolores en el isquiotibial derecho que lo tendrán al menos 20 días inactivo.
Ante el DIM en el FAU Stadium de Boca Ratón, Guillermo Barros Schelotto paró a un equipo con muchos de los que se perfilan como titulares cuando se juegue por los puntos. De atrás hacia adelante, la defensa podría ser la ideal, con la salvedad de que podría llegar un arquero para reemplazar a Agustín Rossi.
Y fue justamente un error del fondo el que generó el 1-0 tempranero del DIM. Pablo Pérez retrocedió para armar una salida prolija desde atrás. Tocó corto a la derecha para Paolo Goltz. El zaguero demoró, lo presionó bien Valencia, que quedó mano a mano con Rossi y cedió a Germán Cano para que el argentino metiera el 1-0.
La sorpresa duró poco. Con el correr de los minutos y con Mauro Zárate como manija, Boca le fue tomando el ritmo a un amistoso que se jugó con la intensidad típica de esos encuentros: . Y fue allí donde se impuso la jerarquía de los jugadores.
Los refuerzos demostraron su clase. El colombiano Sebastián Villa se vistió de Pavón y Mauro Zárate hizo un golazo a lo Carlitos Tevez.
El ex Vélez metió el 1-1 con una buena maniobra desde la medialuna: enganchó dos veces y la puso con clase contra el palo izquierdo. Dos minutos más tarde, Villa, entrando de izquierda al medio, armó una pared con Mauro, y también la acomodó abajo para dar vuelta el partido.
De eso se tratará Boca esta temporada: un plantel grande con individualidades capaces de cambiar la historia de un encuentro sin necesidad de juego asociado.
Dentro de ese staff plagado de jerarquía hay un pibe que se ganó su lugar y también dejó su huella en Estados Unidos: Agustín Almendra. El joven mediocampista que seduce a Guillermo y que la clavó al ángulo sobre el final de la primera etapa para poner el 3-1.
Otro golazo. Otra vez con una pared (Emmanuel Mas descargó rápido) y un derechazo exacto. Así Boca parecía liquidar la historia.
En el segundo tiempo ingresó Benedetto (por Wanchope Abila) para ganar minutos y continuar su puesta a punto tras superar la rotura de ligamentos. Y también Tevez por Zárate, uno de los mejores del equipo.
Cuando parecía que el encuentro estaba planchado, un desacople defensivo en una pelota parada en contra (Magallán quedó habilitando a todos) generó el descuento de los colombianos con un cabezazo de Hernán Pertúz a contrapierna de Rossi.
El cierre sirvió para que Carlitos Tevez bajara el telón y liquidara un amistoso que el equipo de los Mellizos ganó con justicia, de mayor a menor para redondear una prueba exitosa pensando en un semestre cargado de actividad.
Fue un equipo de ráfagas Boca. Está arrancando, prueba alternativas y refleja buenas señales de mitad de cancha hacia adelante. Pudo haber goleado, pero un par de errores no forzados en defensa le costaron goles de esos que no puede permitirse recibir en un cruce decisivo de Copa Libertadores.
Clarín
Los objetivos que asoman son grandes: la recta final de la Copa Libertadores -esa obsesión que domina al ambiente boquense- y la chance de aspirar al primer tricampeonato de su historia. Es por eso que a un plantel rico y variado se sumaron refuerzos de jerarquía que ya empiezan a dar frutos.
Mientras Boca celebra el regreso de Darío Benedetto y le da minutos a Carlos Tevez ahora sabe que podrá contra con la jerarquía de Mauro Zárate y Sebastián Villa, las dos figuras en el triunfo 4-2 frete a Independiente Medellín en Estados Unidos.
El único lunar en esta preparación fue una nueva lesión de Fernando Gago, quien ya volvió al país para recuperarse de los dolores en el isquiotibial derecho que lo tendrán al menos 20 días inactivo.
Ante el DIM en el FAU Stadium de Boca Ratón, Guillermo Barros Schelotto paró a un equipo con muchos de los que se perfilan como titulares cuando se juegue por los puntos. De atrás hacia adelante, la defensa podría ser la ideal, con la salvedad de que podría llegar un arquero para reemplazar a Agustín Rossi.
Y fue justamente un error del fondo el que generó el 1-0 tempranero del DIM. Pablo Pérez retrocedió para armar una salida prolija desde atrás. Tocó corto a la derecha para Paolo Goltz. El zaguero demoró, lo presionó bien Valencia, que quedó mano a mano con Rossi y cedió a Germán Cano para que el argentino metiera el 1-0.
La sorpresa duró poco. Con el correr de los minutos y con Mauro Zárate como manija, Boca le fue tomando el ritmo a un amistoso que se jugó con la intensidad típica de esos encuentros: . Y fue allí donde se impuso la jerarquía de los jugadores.
Los refuerzos demostraron su clase. El colombiano Sebastián Villa se vistió de Pavón y Mauro Zárate hizo un golazo a lo Carlitos Tevez.
El ex Vélez metió el 1-1 con una buena maniobra desde la medialuna: enganchó dos veces y la puso con clase contra el palo izquierdo. Dos minutos más tarde, Villa, entrando de izquierda al medio, armó una pared con Mauro, y también la acomodó abajo para dar vuelta el partido.
De eso se tratará Boca esta temporada: un plantel grande con individualidades capaces de cambiar la historia de un encuentro sin necesidad de juego asociado.
Dentro de ese staff plagado de jerarquía hay un pibe que se ganó su lugar y también dejó su huella en Estados Unidos: Agustín Almendra. El joven mediocampista que seduce a Guillermo y que la clavó al ángulo sobre el final de la primera etapa para poner el 3-1.
Otro golazo. Otra vez con una pared (Emmanuel Mas descargó rápido) y un derechazo exacto. Así Boca parecía liquidar la historia.
En el segundo tiempo ingresó Benedetto (por Wanchope Abila) para ganar minutos y continuar su puesta a punto tras superar la rotura de ligamentos. Y también Tevez por Zárate, uno de los mejores del equipo.
Cuando parecía que el encuentro estaba planchado, un desacople defensivo en una pelota parada en contra (Magallán quedó habilitando a todos) generó el descuento de los colombianos con un cabezazo de Hernán Pertúz a contrapierna de Rossi.
El cierre sirvió para que Carlitos Tevez bajara el telón y liquidara un amistoso que el equipo de los Mellizos ganó con justicia, de mayor a menor para redondear una prueba exitosa pensando en un semestre cargado de actividad.
Fue un equipo de ráfagas Boca. Está arrancando, prueba alternativas y refleja buenas señales de mitad de cancha hacia adelante. Pudo haber goleado, pero un par de errores no forzados en defensa le costaron goles de esos que no puede permitirse recibir en un cruce decisivo de Copa Libertadores.