Y por fin... Neymar

Miguel Ángel Moreno
San Petersburgo, EFE
Neymar ya está en Rusia. El delantero de la Canarinha por fin encontró el gol, en el último instante del partido contra Costa Rica en el que Brasil se impuso con dos tantos en el tiempo añadido y en el que fue el futbolista desequilibrante de su selección.


La redención de Neymar llegó en el minuto 97 del encuentro contra Costa Rica, una tortura en toda regla para la selección brasileña, que buscó por activa y por pasiva la portería de Keylor Navas y se encontró alternativamente con el espeso entramado defensivo de los ticos y con el portero del Real Madrid, inconmensurable.

Una muralla que solo cayó en el minuto 91, en una jugada que fue de las pocas del ataque de la 'verdeamarelha' en la que no participó el futbolista del Paris Saint-Germain: centro de Marcelo desde la izquierda, cabezazo de Roberto Firmino, control de Gabriel Jesús y chutazo llegando en carrera de Phillipe Coutinho.

Pero antes, a Neymar le habían puesto la miel en los labios y se la habían retirado... por la tecnología. La del videoarbitraje, que provocó que el agarrón, de intensidad opinable, del zaguero tico Giancarlo González, pasara de penalti en opinión del colegiado holandés Björn Kuipers a saque de puerta de Keylor Navas tras revisar la jugada en el monitor televisivo de la banda.

Tuvo su recompensa en el minuto 97, con Costa Rica ya entregada, en una jugada casi al trote en la que Casemiro cedió para Douglas Costa -que revolucionó la banda derecha a su salida tras el descanso- y cedió a 'Ney' con Navas ya vencido. Un pase que era el 80% del gol y que premiaba el esfuerzo del '10' brasileño.

La imagen del final del partido era la del astro de la 'verdeamarelha' rodillas al suelo, llorando y tapándose la cara con las dos manos. Luego él mismo explicó, a través de las redes sociales -no se paró en la zona mixta para hablar con los informadores- que el llanto era de "alegría, superación y rabia".

Superación que se vio durante el encuentro. El dispositivo defensivo preparado por el entrenador costarricense Óscar Ramírez preveía que tanto laterales como centrocampistas salieran al corte del '10' brasileño a cualquier movimiento.

Sin embargo, Neymar se fue soltando pasado el primer cuarto de hora. Dos arrancadas suyas, una con sombrero al lateral costarricense Cristian Gamboa, acabaron en sendas faltas directas para Brasil, ambas sin resultados.

Después encontró a Phillipe Coutinho como socio, quien le puso un pase al hueco buscando su desmarque que solo un rapidísimo Navas saliendo con los pies por delante logró desbaratar. La banda izquierda sostenía el ataque brasileño y Neymar era capitán general

En la segunda parte, con la pulsión del cronómetro golpeando la mente de los futbolistas brasileños, fueron a por todas. Y Neymar con ellos, en una jugada con varios rebotes en la que acabó chocando con Navas, afortunadamente sin consecuencias para ninguno.

Remates, robos, contragolpes, el agarrón de González que Kuipers primero entendió como penalti y luego rectificó al ver la repetición... Todo infructuoso hasta ese minuto 91 en el que Coutinho encontró la llave del gol y Neymar le puso el candado al partido. El candado, probablemente, al pase a octavos del Mundial.

Un Mundial al que Neymar llegaba con los plazos justos de recuperación. Su estado físico había sido la preocupación número uno en la Canarinha desde finales de febrero, en aquel partido contra el Olympique de Marsella en el que el gambeteador brasileño piso mal y se fue al suelo doblado de dolor en su tobillo derecho.

El jugador fue sometido el 3 de marzo a una operación por la fractura que sufrió en el quinto metatarsiano del pie derecho, se recuperó en Brasil y pasó meses entre algodones para llegar a Rusia.

Pero no en su estado ideal. Ante Suiza se le vio aislado, muy lejos de la portería y bien vigilado por los centrocampistas y defensores helvéticos. Algunos de sus compañeros se quejaron por las faltas recibidas por el '10' de la 'verdeamarelha'.

El termómetro de las dudas se puso al rojo el martes, dos días antes del partido contra Costa Rica -que se había convertido en capital tras el empate ante Suiza-, ya que durante un rondo de entrenamiento con su entrenador y varios compañeros, la estrella brasileña se llevó la mano a la pierna derecha y se retiró.

Minutos después, el departamento de prensa de la selección brasileña divulgó un comunicado del doctor Rodrigo Lasmar que indicaba que el futbolista tenía molestias en el tobillo derecho, causadas por golpes que el jugador recibió de los oponentes suizos.

Sin embargo, al día siguiente el jugador volvió a entrenar con normalidad, y en declaraciones a la Confederación Brasileña de Fútbol, Neymar aclaró que su pie derecho estaba "tranquilo" y que esperaba vencer ante los 'ticos'.

El triunfo necesitó de 91 minutos de asedio y sufrimiento, y cinco de disfrute. Luego vinieron las lágrimas, las de alegría, rabia y sufrimiento. "No todos saben lo que pasé para llegar hasta aquí", dijo Neymar en las redes. El '10' brasileño, por fin, está en Rusia. Y tiene todo el Mundial por delante.

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