Uruguay o la ley del mínimo esfuerzo


Rusia, Marca
Sin grandes alardes, Uruguay certificó su pase a los octavos de final. Los charrúas tiraron de su cara más sobria para resolver el duelo con Arabia Saudí, la selección más discreta que hemos visto en este Mundial. Como ya ocurriera en la primera jornada, los de Tabárez resolvieron la contienda por la mínima y con una acción a balón parado. Eso sí, esta vez no esperaron al último minuto.

El partido ya estaba encarrilado antes del descanso. A pesar de su potencial ofensivo -Uruguay dispone de dos de los mejores delanteros del mundo- los charrúas volvieron a demostrar tener problemas en la generación de fútbol. Les costó lo suyo poner en aprietos a una selección como Arabia Saudí, que es de todo menos infranqueable. Luis Suárez, que en el partido inaugural acabó desquiciado por su falta de acierto, apareció al rescate de la Celeste. Se aprovechó de la falta de respuesta de los saudíes en un saque de esquina para decantar la contienda del lado sudamericano.

Al final, esa fue la gran desigualdad entre las dos selecciones: tener un delantero que aparezca en el momento decisivo para marcar la diferencia. En la primera jornada, ni Suárez ni Cavani aparecieron y tuvo que ser Giménez el que diera el triunfo a los de Tabárez. Suárez acabó con su sequía con la Celeste y celebró por todo lo alto su centenario como jugador de la selección uruguaya.Inofensiva ArabiaPor su parte, los de Pizzi se despidieron de sus opciones matemáticas de seguir adelante en este Mundial. Lo cierto es que la imagen de Arabia Saudí en esta cita ha sido bastante discreta.

Había grandes esperanzas depositadas en el combinado dirigido por el argentino, pero la realidad de la competición ha demostrado que está muy lejos del nivel medio de los equipos congregados en Rusia este verano.Salvo algún acercamiento tímido, los saudíes no fueron capaces de inquietar a Muslera, que vivió con comodidad el partido.

El portero del Galatasaray se reservó sus mejores paradas para el lunes, cuando tendrá que enfrentarse a la sorprendente pegada rusa. Ahí se decidirá quién termina el grupo A como líder y, por lo tanto, con quién se cruzará cada uno en octavos de final.De momento, da la impresión de que los uruguayos se están dosificando para la hora de la verdad. Están en octavos con lo mínimo.


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