Una mirada de Selección: "Sampaoli equivocó el planteo"
Estefanía Banini, la 10 de la Selección argentina de fútbol femenino, cuestiona al técnico.
Clarín
La Selección nunca supo cómo jugarle a Islandia. Fue un equipo que tuvo la pelota, con mucha posesión, pero que se quedó ahí. Le faltó velocidad para mover la pelota, para sorprender y explotar las bandas. Sampaoli planteó mal el partido. Esa tenencia de balón, que para muchos otros equipos es positiva, terminó convirtiéndose en un problema para la Argentina, ya que los que más la tuvieron fueron Mascherano y Otamendi.
A veces, hacer menos toques ayuda a sorprender al rival. El cambio de ritmo es clave y se notó en una jugada puntual: el gol de Agüero. Ahí, por primera vez la pelota fue de derecha a izquierda con la rapidez necesaria y apareció el hueco para que el Kun sorprendiera a la defensa de Islandia.
Lo que más sintió la Selección fue la falta de un enlace, un jugador que liberara a Messi de bajar tanto a buscar la pelota. Sin ese hombre, Leo se convirtió en la única salida, en el único camino para acercar la pelota hasta el área rival. Es claro que el negocio de Islandia era cerrarse atrás con mucha gente y espera su oportunidad. Por eso para romper el partido era indispensable gente de creación.
El doble cinco, por ejemplo, tampoco tuvo sentido en lo defensivo, ya que Islandia por lo general salió con pelotas largas. Y en lo ofensivo, las transiciones de la Selección se hicieron lentas y previsibles.
La Selección nunca supo cómo jugarle a Islandia. Fue un equipo que tuvo la pelota, con mucha posesión, pero que se quedó ahí. Le faltó velocidad para mover la pelota, para sorprender y explotar las bandas. Sampaoli planteó mal el partido. Esa tenencia de balón, que para muchos otros equipos es positiva, terminó convirtiéndose en un problema para la Argentina, ya que los que más la tuvieron fueron Mascherano y Otamendi.
A veces, hacer menos toques ayuda a sorprender al rival. El cambio de ritmo es clave y se notó en una jugada puntual: el gol de Agüero. Ahí, por primera vez la pelota fue de derecha a izquierda con la rapidez necesaria y apareció el hueco para que el Kun sorprendiera a la defensa de Islandia.
Lo que más sintió la Selección fue la falta de un enlace, un jugador que liberara a Messi de bajar tanto a buscar la pelota. Sin ese hombre, Leo se convirtió en la única salida, en el único camino para acercar la pelota hasta el área rival. Es claro que el negocio de Islandia era cerrarse atrás con mucha gente y espera su oportunidad. Por eso para romper el partido era indispensable gente de creación.
El doble cinco, por ejemplo, tampoco tuvo sentido en lo defensivo, ya que Islandia por lo general salió con pelotas largas. Y en lo ofensivo, las transiciones de la Selección se hicieron lentas y previsibles.
