Sampaoli sigue probando
Rusia, ASPasan los días, cambian los escenarios, pero Jorge Sampaoli no deja de probar. La selección inauguró su estadía en Bronnitsy y el técnico sigue sin definir quiénes serán los once que el sábado saldrán al estadio del Spartak de Moscú para abrir la participación argentina en el Mundial.
Con varios días de trabajo por delante, el entrenador de Casilda mantiene otros tantos puestos abiertos y en la práctica del lunes volvió a efectuar cambios en el equipo que paró en el campo. Siete hombres parecen tener su puesto asegurado: Willy Caballero en el arco, Otamendi y Tagliafico en la defensa, Javier Mascherano en el doble cinco, más Meza (reacomodado por la derecha, el sitio que iba a ocupar Manu Lanzini) y Ángel Di María como acompañantes de Messi en la línea más adelantada del mediocampo. El resto permanece en el aire.
Las dudas están en el ala derecha y el centro de la defensa, el acompañante del Jefecito en el medio y el dueño del puesto de centrodelantero. En el primer caso, Gabriel Mercado y Eduardo Salvio vienen alternándose entre los presuntos titulares. Se presume que Sampaoli conserva la idea de incluir al ex Lanús ante un rival que se apretará atrás y ante el cual haría falta un lateral más ofensivo, pero hay un tema que preocupa mucho al técnico: la fortaleza de Islandia en el juego áereo, y en ese aspecto Mercado corre con ventaja.
Es el mismo punto que interviene en la decisión entre Federico Fazio y Marcos Rojo como segundo marcador central. Los dos son buenos cabeceadores, pero habrá que ver si los centímetros del jugador de la Roma se imponen a la mayor experiencia y el carácter zurdo del hombre del Manchester United. El tema tampoco está ajeno a lo que se decida respecto al delantero. Agüero es el preferido del técnico y el que mejor se entiende con Messi, pero por arriba y en ambas áreas, el aporte de Higuaín se supone mayor.
La última duda es más de fondo porque hace al funcionamiento general del equipo. Hoy, Lucas Biglia y Giovani Lo Celso trabajaron un rato cada uno junto a Mascherano en el doble cinco. Y a diferencia de las anteriores, esta variante implicaría muchísimo más que un simple cambio de nombres. Al margen de la resistencia que la dupla Mascherano-Biglia genera en buena parte de hinchas y periodistas, su alineación significaría apostar por un mayor control defensivo en mitad de cancha, mientras que con el ingreso del futbolista surgido de Rosario Central se ganaría toque y calidad pero se perdería en la marca y la recuperación.
Luego de una preparación desprolija y sin amistosos de fuste para probar el sistema de juego que pretende Sampaoli (el único partido disputado ante Haití apenas puede tomarse en cuenta) al menos sería deseable que el técnico tuviera claro un elenco titular a tan pocos días del debut, como para trabajar a fondo los mecanismos que crea adecuados para perforar la defensa islandesa y no pasar apuros ante las salidas en contraataque y los centros al área.
Pero por ahora esto no ocurre y el entrenador de Casilda sigue probando. El partido del debut está cada vez más cerca
