Salvini redobla su desafío y cierra los puertos a otro barco con 224 migrantes

La ONG alemana 'Lifeline' los rescató frente a la costa de Libia

Lorena Pacho
Roma, El País
La cruzada que el ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, mantiene contra las ONG que operan en el Mediterráneo vuelve a poner en jaque la política migratoria de la Unión Europea. El líder de la xenófoba Liga ha subido el tono de sus amenazas y ha cargado de nuevo contra estas organizaciones esta mañana, en uno de sus frecuentes directos en las redes sociales. Salvini ha comunicado que Italia cerrará nuevamente sus puertos para un barco que lleva a bordo 224 migrantes rescatados frente a las costas de Libia. Se trata de una nave con bandera holandesa de la ONG alemana Lifeline. El nuevo titular de Interior continúa así con la línea dura que impuso hace unos días, cuando dejó a la deriva al buque Aquarius, de Médicos Sin Fronteras y la francesa SOS Mediterranée, con 630 personas a bordo. “Las ONG extranjeras, con personal extranjero, con financiación extranjera y con bandera extranjera ya no volverán a tocar suelo italiano”, ha lanzado.


En esta ocasión, Salvini ha acusado a la organización alemana de no respetar las órdenes de las Guardias Costeras libia e italiana, que le habían indicado que no se moviera, puesto que se iba a ocupar Libia del rescate según cuenta el mismo político en el vídeo grabado en directo desde su despacho en el Viminale, sede del Ministerio del Interior. “Pero estos desgraciados [a los que también se refirió como “pseudovoluntarios”], incluso poniendo en peligro la vida de los inmigrantes en estos botes, no han escuchado a nadie y han intervenido cargando a la fuerza una valiosa cantidad de seres humanos, de carne humana a bordo", ha dicho el también líder de la xenófoba Liga, con su ya habitual estilo provocador.

Salvini explicó también que su gabinete ha enviado una comunicación oficial a la Embajada de los Países bajos en Roma para averiguar si efectivamente la embarcación de la ONG es de allí. "Este barco Italia lo va a ver solo en las postales porque las reglas se respetan. Queremos acabar con la mafia de la inmigración clandestina que causa miles de víctimas", zanjó. El líder de la Liga no ha ocultado su aversión hacia las ONG que operan en el Mediterráneo y ha vuelto a utilizar la expresión “taxis del mar” para referirse a los barcos que rescatan a los migrantes, como ya hizo su socio en el Gobierno y el otro vicepresidente italiano, Luigi Di Maio (Movimiento 5 Estrellas). “No hacen un voluntariado, sino que ayudan al tráfico de seres humanos”, concluyó Salvini.

En pocos minutos de grabación sacó a relucir toda su artillería pesada, con un discurso que es frecuente en él desde sus orígenes, pero que se está recrudeciendo en las últimas semanas: "Estos falsos socorristas miran más a la cartera que a salvar vidas". Y despachó su mensaje xenófobo. "Si son barcos holandeses con bandera holandesa llevaos a toda vuestra carga de seres humanos a Holanda, o a Gibraltar, a Reino Unido, a España, a Francia o donde queráis. Italia no se puede hacer cargo de los costes económicos y sociales de una inmigración fuera de control", dijo después de insistir en que deberían de ser otros países, como Túnez o Malta, los que se encarguen de los rescates marítimos lejanos de la costa italiana. "¿Os parece una mala actitud? ¿Egoísta? ¡No!", ha zanjado.

Todos a bordo de Aquarius, que viaja hacia el Mediterráneo central para proseguir su misión de salvar vidas, siguen con atención los avatares de Lifeline, informa Naiara Galarraga desde el buque. Lifeline, cuyo barco es el único de una ONG que había este jueves frente a la costa libia, rescató a los migrantes durante la noche. Es un barco pequeño, de 32 metros de eslora, la mitad del Aquarius y por tanto con menos capacidad para atender a 224 migrantes a bordo por un periodo prolongado. “Las opciones naturales para desembarcar serían Malta e Italia, no pueden ir más lejos porque es un barco pequeño. Necesitan ayuda”, ha explicado Antoine Laurent, responsable de operaciones marítimas de SOS Mediterranée a bordo del barco humanitario que fleta esta ONG con Médicos Sin Fronteras, tras recalcar que “por supuesto no pueden ser desembarcados en Libia” porque deben ir a un lugar seguro y digno.

El ministro de infraestructuras y Transportes, Danilo Toninelli, con competencia directa sobre los puertos nacionales y que también adoptó con Salvini la medida de bloquear la entrada del Aquarius, ha informado de que el barco de Lifeline está actuando "en aguas libias fuera de las reglas del derecho internacional" y que "han embarcado a 250 náufragos sin tener los medios técnicos para garantizar su seguridad".

Lifeline no puede decidir por su cuenta a dónde llevar a los migrantes, tiene que seguir las instrucciones de la autoridad marítima que haya dirigido el rescate como ocurre en todos los salvamentos marítimos. Otra posibilidad sería que los recogiera otro barco. “Claro que pueden transferir a estas personas a otros barcos, no a un barco mercante [porque no están acondicionados para ello], pero sí a un barco militar de la Guardia Costera italiana, de Frontex [la agencia de fronteras de la UE] o de la misión EUnavfor [Fuerza naval mediterránea de la UE]”, añade Laurent. Estas misiones suman casi una veintena de navíos entre Italia y Libia. El representante de SOS en el Aquarius recalca que un barco es como un avión: “No puedes dejar a un avión varios días volando, en algún momento tiene que aterrizar”.

La nueva provocación del ministro de Interior italiano llega el mismo día en el que la fiscalía antimafia de Palermo ha pedido que se archive la investigación abierta contra una docena de ONG acusadas de asociación para delinquir con fines de migración clandestina. Los hechos en cuestión se remontan a mayo del año pasado y se refieren a un rescate en el que presuntamente y según algunos testimonios las organizaciones habrían recogido a grupos de migrantes directamente de las barcazas de los traficantes. Ahora la fiscalía palermitana concluye que no hay pruebas para sustentar tales imputaciones. Y además los magistrados encargados de redactar la petición de archivo señalan en sus conclusiones diversas leyes que obligan a la tripulación de cualquier embarcación a socorrer a personas que se encuentren en peligro en el mar.

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