Macri afronta este lunes la mayor huelga general de su mandato
El transporte público, taxis, vuelos, banca y colegios paralizan actividades en el marco de la protesta de la Confederación General del Trabajo en contra de la política económica del Gobierno.
EFE
Argentina afrontará este lunes una huelga general convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), principal central sindical argentina, en contra de la política económica del presidente Mauricio Macri, quien se enfrenta al mayor paro de estas características desde que asumió el cargo.
Autobuses, trenes, metros, taxis, vuelos, bancos y centros educativos públicos de todos los niveles son algunos de los sectores que pararán este lunes, en una cita que, según uno de los dirigentes de la CGT, Juan Carlos Schmid, será la "más importante de los últimos ocho años".
Otro de los responsables de la CGT, Carlos Acuña, dijo hoy en declaraciones a una radio local que el Gobierno de Macri "está bloqueando todas las posibilidades hasta de comer", e incluso afirmó que "la gente estaba más aliviada" durante el mandato de la expresidenta Cristina Fernández, actual senadora del Frente para la Victoria.
"Un paro no soluciona nada, ni va a arreglar el país, es un desahogo de la gente y una expresión para que el Gobierno entienda que las cosas no están bien", agregó Acuña.
Esta huelga viene precedida por una inflación que en el acumulado del año suma el 11,9 % hasta mayo y por una devaluación continua del peso argentino frente al dólar estadounidense, que se compra a 26,5 pesos y se vende a 27,5.
Para intentar paliar la situación, el Gobierno de Mauricio Macri pidió un crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI) que se concretó hace pocos días por el valor de 50.000 millones de dólares, en un país en el que el FMI remite a la gran crisis vivida en la década de 1990 que desembocó en el "Corralito" de 2001, tras varias concesiones de dinero del fondo al país.
Además, durante los últimos meses hubo varias marchas en protesta por las subidas en los servicios de luz, agua y gas, denominados "tarifazos" e impulsados por el Gobierno.
Más sectores que pararán son la recolección de residuos, las estaciones de servicio de combustible, puertos marítimos y la atención al público en las dependencias del Estado y el Poder Judicial.
Respecto a la salud, los hospitales públicos atenderán las urgencias, comunicaron sindicatos de dicho sector.
La CGT no llamó a la movilización porque, según recalcó Schmid en declaraciones a una radio local el sábado, el paro de actividades ya es una "herramienta formidable".
La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y la CTA-Autónoma, una de las divisiones de la CTA, también se adhirieron al llamado de la CGT, sin manifestación.
Sin embargo, sí está previsto que haya gente en las calles debido a que partidos de izquierda, contrarios a la postura de la CGT, sí emplazaron a los trabajadores a una concentración a las 11 de la mañana en el Obelisco de la avenida 9 de Julio de Buenos Aires.
EFE
Argentina afrontará este lunes una huelga general convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), principal central sindical argentina, en contra de la política económica del presidente Mauricio Macri, quien se enfrenta al mayor paro de estas características desde que asumió el cargo.
Autobuses, trenes, metros, taxis, vuelos, bancos y centros educativos públicos de todos los niveles son algunos de los sectores que pararán este lunes, en una cita que, según uno de los dirigentes de la CGT, Juan Carlos Schmid, será la "más importante de los últimos ocho años".
Otro de los responsables de la CGT, Carlos Acuña, dijo hoy en declaraciones a una radio local que el Gobierno de Macri "está bloqueando todas las posibilidades hasta de comer", e incluso afirmó que "la gente estaba más aliviada" durante el mandato de la expresidenta Cristina Fernández, actual senadora del Frente para la Victoria.
"Un paro no soluciona nada, ni va a arreglar el país, es un desahogo de la gente y una expresión para que el Gobierno entienda que las cosas no están bien", agregó Acuña.
Esta huelga viene precedida por una inflación que en el acumulado del año suma el 11,9 % hasta mayo y por una devaluación continua del peso argentino frente al dólar estadounidense, que se compra a 26,5 pesos y se vende a 27,5.
Para intentar paliar la situación, el Gobierno de Mauricio Macri pidió un crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI) que se concretó hace pocos días por el valor de 50.000 millones de dólares, en un país en el que el FMI remite a la gran crisis vivida en la década de 1990 que desembocó en el "Corralito" de 2001, tras varias concesiones de dinero del fondo al país.
Además, durante los últimos meses hubo varias marchas en protesta por las subidas en los servicios de luz, agua y gas, denominados "tarifazos" e impulsados por el Gobierno.
Más sectores que pararán son la recolección de residuos, las estaciones de servicio de combustible, puertos marítimos y la atención al público en las dependencias del Estado y el Poder Judicial.
Respecto a la salud, los hospitales públicos atenderán las urgencias, comunicaron sindicatos de dicho sector.
La CGT no llamó a la movilización porque, según recalcó Schmid en declaraciones a una radio local el sábado, el paro de actividades ya es una "herramienta formidable".
La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y la CTA-Autónoma, una de las divisiones de la CTA, también se adhirieron al llamado de la CGT, sin manifestación.
Sin embargo, sí está previsto que haya gente en las calles debido a que partidos de izquierda, contrarios a la postura de la CGT, sí emplazaron a los trabajadores a una concentración a las 11 de la mañana en el Obelisco de la avenida 9 de Julio de Buenos Aires.