Jorge Sampaoli sufre un operativo desgaste que se parece a un intento de "golpe de estado"
Tras una reunión entre el DT y "Chiqui" Tapia, el entrenador seguirá en su puesto.
Enrique Gastañaga
Clarín
Nadie quiere a la Selección Nacional. De otro modo, no se entiende como le hacen tanto daño. El operativo desgaste a Jorge Sampaoli, que ya venía siendo híper evidente, tanto se acentuó en las últimas horas que ya podría definirse como un intento de "golpe de estado" al entrenador, a tres días nada menos que del partido con Nigeria que definirá la continuidad de Argentina en el Mundial.
¿Lo impulsan los jugadores históricos, que quieren armar el equipo porque ya no confían en los reflejos del DT, sabiendo que se trata de la última posibilidad para una generación estigmatizada por perder una final del mundo y dos de Copa América?
¿Es una estrategia de la propia AFA para que Sampaoli se harte y diga "me voy de acá ya", dejando una chance para que con otro conductor (el manager Jorge Burruchaga) la Selección intente lograr un cambio de rumbo milagroso y, además, no exponerse al costo económico de un despido luego de esta aventura rusa?
¿Hay una mano política detrás que bombardea porque no le conviene que a la Selección le vaya bien, pensando en debilitar a esta AFA de Claudio Tapia que empezó hace un año a caminar, mientras otros dirigentes por su lado tejen en la Superliga una historia distinta, a lo mejor con sueños de poderes totales?
¿Excede esta trama al ambiente del fútbol?
Todo es posible o no, porque aquí ninguno es inocente y cada uno hace su juego. Lo concreto es que tan fuerte fue el sacudón en el complejo donde se encuentra concentrada la Selección aquí en Bronnitsy que, pasadas las 21 (hora rusa; las 15 en nuestro país), Claudio Tapia convocó a su habitación a Sampaoli para tranquilizarlo y comunicarle que sigue al frente del equipo. "No pasa nada", calmó el presidente de la AFA al entrenador de la Selección. Una voz desde adentro de la concentración redondeó ante la consulta de Clarín: "En el momento en que se dice tanto bla, bla, bla, nosotros estamos cenando como si no pasara nada".
Estaba muy inquieto el Zurdo de Casilda. "El clima acá está muy denso", graficaban desde su entorno. Y es lógico. Como para no sentirse así. De repente, empezaron a brotar rumores y a viralizarse audios de Whats App de todo tipo.
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El primero que debe hacer autocrítica es Sampaoli
Una voz atribuida a Ricardo Giusti afirmaba: "Franco, recién ahora tengo señal. Termino de hablar con Burru (Jorge Burruchaga, manager de la Selección) y dice que los jugadores quieren armar el equipo y ya le dijeron a Sampaoli y al presidente, a Chiqui Tapia, que van a armar ellos el equipo. Y que si Sampaoli quiere ir al banco que vaya, y si no les da lo mismo. Está todo podrido". Franco es hijo de Giusti. Un amigo del Gringo le aseguró a Clarín en Buenos Aires que esa es la voz de Giusti, pero el ex campeón del mundo del 86 -ante algunos llamados recibidos- negó ser quien hablaba.
Enseguida otra voz diferente en un nuevo audio, en este caso la de Gustavo Cisneros, un ex técnico de Excursionistas (entre otros equipos del Ascenso) que citaba como su informante al entrenador de arqueros Martín Tocalli. Según el largo relato de Cisneros dirigiéndose a un tal San Martín, Tocalli no se habla con Sampaoli: "Están peleados, pero sigue porque lo respeta como profesional y lo piden los arqueros". Además, hizo referencia al supuesto quiebre de la relación de Messi y Mascherano con el ayudante de campo Sebastián Beccacece por una indicación que pretendió darle al 10 en una práctica: "Perfil para acá, tirala al pie, andá al espacio... Le dijo una boludez así... Messi lo miró cruzado. Después, lo llamaron al Pelado a una habitación y lo limpiaron. Por eso eso se decía que iba a ir Aimar en lugar de Beccacece al Mundial. Pero bueno, por la imagen, Chiqui Tapia dijo 'que siga, que siga, que siga'...". Y Beccacece siguió.
Cisneros también apuntó a Messi y a Mascherano. "Sampaoli llegó ahí por tejerlo (sic) por afuera a Bauza. Lo cocinaron por afuera al Patón. Y estos mismos tipos ahora lo están cocinando a él (por Sampaoli). Entonces, no tiene ni voz ni voto. No puede hacer nada. Está atado de pies y manos". Después, trascendió otro audio de Cisneros diciendo que se dejó llevar por los rumores transformándolos en verdades absolutas. Cisneros no respondió a los reiterados llamados de un periodista de Clarín.
Como si todo esto fuera poco, en las redes también comenzó a expandirse un video de Ricardo Caruso Lombardi. El técnico aseguraba que Javier Mascherano insultó a Wilfredo Caballero en el vestuario por su error en el primer gol de Croacia. Entonces, Cristian Pavón salió en defensa del arquero. Masche intentó callar al delantero de Boca, quien le respondió con una trompada.
Al rato, desde donde se aloja la Selección, salió otro video, esta vez con Mascherano y Pavón bromeando. Es más, hasta los familiares de Kichán se sacaron fotos con el volante central de la Selección. Un mensaje hacia afuera para desmentir a Caruso. Además, el hermano del atacante de Boca posteó una foto de Mascherano y Pavón juntos.
¿Cómo se hace en este contexto para diferenciar a la verdad de la mentira? Tanta basura hay en el medio que es muy difícil pasarle el tamiz. Las diferencias de los jugadores con Sampaoli son futbolísticas: la relación con el entrenador ya no es la misma porque ven que él no les aporta soluciones ni aciertos en la formaciones, planteos y cambios. El casildense, además, perdió autoridad con algunas postales de la intimidad. Por ejemplo, cuando discutió delante del plantel con Sebastián Beccacece, el penúltimo día previo a la paliza sufrida ante Croacia. Ya no le creen a Sampaoli. Ya no confían en él, "pero no se trata de una relación rota", aseguran desde la intimidad celeste y blanca. Es más: desmienten con fuerza absoluta que los jugadores le hayan dicho a Sampaoli y a Tapia que ellos van a dirigir contra Nigeria.
Enrique Gastañaga
Clarín
Nadie quiere a la Selección Nacional. De otro modo, no se entiende como le hacen tanto daño. El operativo desgaste a Jorge Sampaoli, que ya venía siendo híper evidente, tanto se acentuó en las últimas horas que ya podría definirse como un intento de "golpe de estado" al entrenador, a tres días nada menos que del partido con Nigeria que definirá la continuidad de Argentina en el Mundial.
¿Lo impulsan los jugadores históricos, que quieren armar el equipo porque ya no confían en los reflejos del DT, sabiendo que se trata de la última posibilidad para una generación estigmatizada por perder una final del mundo y dos de Copa América?
¿Es una estrategia de la propia AFA para que Sampaoli se harte y diga "me voy de acá ya", dejando una chance para que con otro conductor (el manager Jorge Burruchaga) la Selección intente lograr un cambio de rumbo milagroso y, además, no exponerse al costo económico de un despido luego de esta aventura rusa?
¿Hay una mano política detrás que bombardea porque no le conviene que a la Selección le vaya bien, pensando en debilitar a esta AFA de Claudio Tapia que empezó hace un año a caminar, mientras otros dirigentes por su lado tejen en la Superliga una historia distinta, a lo mejor con sueños de poderes totales?
¿Excede esta trama al ambiente del fútbol?
Todo es posible o no, porque aquí ninguno es inocente y cada uno hace su juego. Lo concreto es que tan fuerte fue el sacudón en el complejo donde se encuentra concentrada la Selección aquí en Bronnitsy que, pasadas las 21 (hora rusa; las 15 en nuestro país), Claudio Tapia convocó a su habitación a Sampaoli para tranquilizarlo y comunicarle que sigue al frente del equipo. "No pasa nada", calmó el presidente de la AFA al entrenador de la Selección. Una voz desde adentro de la concentración redondeó ante la consulta de Clarín: "En el momento en que se dice tanto bla, bla, bla, nosotros estamos cenando como si no pasara nada".
Estaba muy inquieto el Zurdo de Casilda. "El clima acá está muy denso", graficaban desde su entorno. Y es lógico. Como para no sentirse así. De repente, empezaron a brotar rumores y a viralizarse audios de Whats App de todo tipo.
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El primero que debe hacer autocrítica es Sampaoli
Una voz atribuida a Ricardo Giusti afirmaba: "Franco, recién ahora tengo señal. Termino de hablar con Burru (Jorge Burruchaga, manager de la Selección) y dice que los jugadores quieren armar el equipo y ya le dijeron a Sampaoli y al presidente, a Chiqui Tapia, que van a armar ellos el equipo. Y que si Sampaoli quiere ir al banco que vaya, y si no les da lo mismo. Está todo podrido". Franco es hijo de Giusti. Un amigo del Gringo le aseguró a Clarín en Buenos Aires que esa es la voz de Giusti, pero el ex campeón del mundo del 86 -ante algunos llamados recibidos- negó ser quien hablaba.
Enseguida otra voz diferente en un nuevo audio, en este caso la de Gustavo Cisneros, un ex técnico de Excursionistas (entre otros equipos del Ascenso) que citaba como su informante al entrenador de arqueros Martín Tocalli. Según el largo relato de Cisneros dirigiéndose a un tal San Martín, Tocalli no se habla con Sampaoli: "Están peleados, pero sigue porque lo respeta como profesional y lo piden los arqueros". Además, hizo referencia al supuesto quiebre de la relación de Messi y Mascherano con el ayudante de campo Sebastián Beccacece por una indicación que pretendió darle al 10 en una práctica: "Perfil para acá, tirala al pie, andá al espacio... Le dijo una boludez así... Messi lo miró cruzado. Después, lo llamaron al Pelado a una habitación y lo limpiaron. Por eso eso se decía que iba a ir Aimar en lugar de Beccacece al Mundial. Pero bueno, por la imagen, Chiqui Tapia dijo 'que siga, que siga, que siga'...". Y Beccacece siguió.
Cisneros también apuntó a Messi y a Mascherano. "Sampaoli llegó ahí por tejerlo (sic) por afuera a Bauza. Lo cocinaron por afuera al Patón. Y estos mismos tipos ahora lo están cocinando a él (por Sampaoli). Entonces, no tiene ni voz ni voto. No puede hacer nada. Está atado de pies y manos". Después, trascendió otro audio de Cisneros diciendo que se dejó llevar por los rumores transformándolos en verdades absolutas. Cisneros no respondió a los reiterados llamados de un periodista de Clarín.
Como si todo esto fuera poco, en las redes también comenzó a expandirse un video de Ricardo Caruso Lombardi. El técnico aseguraba que Javier Mascherano insultó a Wilfredo Caballero en el vestuario por su error en el primer gol de Croacia. Entonces, Cristian Pavón salió en defensa del arquero. Masche intentó callar al delantero de Boca, quien le respondió con una trompada.
Al rato, desde donde se aloja la Selección, salió otro video, esta vez con Mascherano y Pavón bromeando. Es más, hasta los familiares de Kichán se sacaron fotos con el volante central de la Selección. Un mensaje hacia afuera para desmentir a Caruso. Además, el hermano del atacante de Boca posteó una foto de Mascherano y Pavón juntos.
¿Cómo se hace en este contexto para diferenciar a la verdad de la mentira? Tanta basura hay en el medio que es muy difícil pasarle el tamiz. Las diferencias de los jugadores con Sampaoli son futbolísticas: la relación con el entrenador ya no es la misma porque ven que él no les aporta soluciones ni aciertos en la formaciones, planteos y cambios. El casildense, además, perdió autoridad con algunas postales de la intimidad. Por ejemplo, cuando discutió delante del plantel con Sebastián Beccacece, el penúltimo día previo a la paliza sufrida ante Croacia. Ya no le creen a Sampaoli. Ya no confían en él, "pero no se trata de una relación rota", aseguran desde la intimidad celeste y blanca. Es más: desmienten con fuerza absoluta que los jugadores le hayan dicho a Sampaoli y a Tapia que ellos van a dirigir contra Nigeria.