Griezmann anuncia que seguirá en el Atlético la próxima temporada

El delantero francés comunica en un documental su decisión. "He decidido quedarme"

Ladislao J. Moñino
Ramon Besa
Moscú / Barcelona, El País
Antoine Griezmann “Me voy a quedar tío”. En su casa, el 3 de junio, un día antes de partir para el Mundial de Rusia con la selección francesa, Antoine Griezmann habla con un amigo por teléfono y con esa frase escueta le comunica, en definitiva, su decisión de seguir en el Atlético de Madrid. Pone fin a varias semanas de mucha incertidumbre, en la que se debate entre la oferta para continuar y la del Barcelona, inferior económicamente, pero tentadora porque, le comentan, con el equipo azulgrana tendrá más posibilidades de ganar títulos y, sobre todo, la Champions.


Griezmann desveló su determinación en un programa emitido anoche por #0 titulado La Decisión. En esa conversación telefónica, Griezmann explica a su amigo: “Recibí un mensaje sobre el proyecto y los jugadores que quieren traer (el Atlético). Es increíble. Están haciendo todo lo posible para que el equipo siga creciendo, para que tengamos más posibilidades en una final de Champions”. Es lo que le falta por oír al jugador francés, el factor que decanta la balanza. Seguirá en el Atlético. Reafirma su vínculo al tiempo que rechaza la oferta del Barça, que estaba dispuesto a pagar la cláusula de rescisión de 100 millones de euros que entra en vigor a partir del 1 de julio. Griezmann, de 27 años, cumple así su promesa de anunciar su futuro antes de dar inicio el Mundial para Francia, y apuesta por el Atlético y sobre todo por Simeone. El delantero, especialmente paciente en dilatar el anuncio del acuerdo mientras negociaba un contrato de vedette, afrontaba una disyuntiva muy beneficiosa: apostaba por ir en búsqueda de títulos en el Barça, cola de león en el equipo de Messi, o permanecía como cabeza de ratón para reforzar las aspiraciones del Atlético.

El documental de #0 pormenoriza la sucesión de los hechos, las múltiples dudas que atenazan a Griezmann durante el proceso de la toma de decisión. El 16 de mayo, aclamado tras vencer la final de la Europa League contra el Olympique por 3-0, con dos goles suyos, parece que está más cerca de seguir. Un día después la afición, durante la celebración en Neptuno, le pide que se quede. Pero el 20 de mayo, en el último partido de Liga del Atlético, contra el Eibar (2-2), un sector del público le abuchea. Se va muy afectado. El 23 de mayo, camino de París para rodar un anuncio publicitario confiesa. “Lo hice todo para ganar la Europa League y me pitan. Lo puedo entender porque la prensa sacó que todo estaba firmado (con el Barcelona)”. Un día después espera la visita de Godín en su casa. Pero el defensa uruguayo no va solo. Le acompaña el Cholo Simeone. “Me vieron tan jodido, que vinieron para darme ánimos. Después de aquello estaba muy caliente. Hay un proyecto con el Atlético, quiero ver el esfuerzo que hacen no solo para mí, sino para el proyecto. Duele mi silencio. Me molesta no tenerlo claro. No sé lo que necesito”, confiesa ese día.

La permanencia de Griezmann supone un triunfo rotundo para el Atlético, una muesca más en su crecimiento de los últimos años, y una derrota para el Barcelona. El Barça se encoge y crece el Atlético. El delantero sigue la senda de Koke y Saúl, que también rechazaron al Barça. Los azulgrana, empeñados en disputar la Champions, incluso habían apelado a la voz de Messi y a la de Suárez para seducir al francés después de perder a Neymar. El Barça apostó fuerte por esa estrategia sabeedor de que una de las preocupaciones del francés era saber cómo sería recibido en el vestuario. La misma inquietud que tenía cuando fichó por el Atlético procedente de la Real Sociedad.


El reclamo de Messi

Uno de los momentos clave de las negociaciones es el 24 de abril. Ese día, tal como se puede ver en el programa de #0, Griezmann recibe la llamada de su hermana y representante, Maud. Le dice que se ha reunido con el Barcelona y con el Atlético. “En el Barcelona me dicen que es tu elección y entienden si te quieres quedar en el Atlético con un sueldo más alto”, le cuenta. “En el Barça deberías asumir el riesgo de que te paga menos, pero en cambio, hace tres años que no ha ganado la Champions y tendrías más fácil que ganarla con ellos que con el Atlético. Es tu decisión”. Griezmann, en otro momento del programa, reflexiona: “Quiero ganar algo, ganar la Champions. Por algo nos pagan. No es mala suerte jugar dos finales y no ganarla. Algo nos ha faltado y ser en segundo o terceros (en la Liga), nos falta algo. Es hablarlo con el Cholo, con los compañeros. Me hace dudar, si traen a los jugadores… Ganar la Champions aquí, es entrar en la historia del club”. Su hermana le dice: “Está claro, aquí (en el Altético) aquí vas a ser historia, allí vas a ser uno más siempre”.

Griezmann cree en el método Simeone y está convencido de que con incorporaciones como la de Thomas Lemar, el Atlético estará en condiciones de ser uno de los clubes aspirantes a la Champions. No hay que olvidar que la sede de la final de 2019 será el Wanda Metropolitano.

El francés jugó con el interés del Barça para apretar al Atlético. “¿Veis?, me quieren”, dijo después que le elogiara Messi. De nada ha valido para satisfacción de los dirigentes rojiblancos. Miguel Ángel Gil Marín y sus colaboradores califican la permanencia de Griezmann como una empresa histórica abordada desde el alambre del riesgo económico por las cargas que ha supuesto la construcción del nuevo estadio. La pugna con el Barça ha sido muy tensa desde que Bartomeu se planteara la incorporación del jugador en el mercado invernal cuando aún no había contratado a Coutinho. En el Atlético, el trabajo de zapa lo inició Simeone, cuando instó a la afición a apoyar al jugador pese a los enfrentamientos con la grada tras mandar callar a los aficionados durante un partido con el Valencia. Desde entonces, el técnico y la directiva han hecho todo lo posible por retenerle. Le prometieron un equipo competitivo y le han concedido ese sueldo galáctico que ronda los 23 millones netos por temporada.

Una vez tomada la decisión, le preguntan a Griezmann sobre la presión que comporta. Él la asume. “Presión para el equipo y para mí. No me he equivocado. Vamos a intentar los títulos desde el 15 de agosto”, sentencia.

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