El líder de la oposición turca admite la derrota en unos comicios “injustos”

El socialdemócrata Ince alerta del peligro de un "régiemen autocrático" en Turquía

Juan Carlos Sanz
Estambul, El País
El principal candidato de la oposición a la presidencia turca, el socialdemócrata Muharram Ince, reconoció este lunes su derrota frente al presidente saliente, el islamista Recep Tayyip Erdogan, en unos comicios que calificó de “injustos”. Ince, que ha cobrado una gran popularidad durante la campaña, alertó a los ciudadanos de que Turquía está ahora abocada a un “peligroso régimen autocrático”, y reclamó al reelegido jefe de Estado que represente “a todos los turcos”.


La oposición, que durante la noche electoral había denunciado irregularidades en el proceso de recuento, ha admitido que no se había modificado sustancialmente el resultado final de los comicios: 52,6% para Erdogan frente a 30,6% para Ince. “¿Robaron votos? Sí, lo hicieron. Pero, ¿robaron 10 millones de votos? No”, aseguró Ince en una conferencia de prensa en Ankara, informa Andrés Mourenza. “La diferencia entre los datos que tenemos y los presentados por la Comisión Electoral no es relevante para cambiar el resultado”.

En el instituto de secundaria Nuri Akin de Nisantasi, un distrito acomodado de la parte europea de Estambul, las urnas superaban el 90% de participación dos horas antes del cierre de los colegios en la jornada electoral del domingo. En ese feudo laico de la capital económica y cultural turca, los votantes seguían llegando de forma continua en una clara señal de apoyo al candidato socialdemócrata Ince, que sin embargo no pudo impedir que su rival fuera reelegido en primera vuelta.

El ingeniero judío sefardí Yakuv Russo, de 77 años. acababa de depositar su sufragio. Doli, su esposa, aún habla un fluido ladino a los 68 años. “Erdogan va a convertir a Turquía en una teocracia”, se lamentaba. “Las minorías siempre hemos sido respetadas por la República, pero ahora nos estamos planteando solicitar el pasaporte español por lo que pueda pasar”, explicaba con aire de preocupación la representante de la que fue numerosa comunidad sefardí en Turquía, de la que ahora apenas quedan unos 8.000 miembros. “Esta es nuestra tierra, queremos seguir aquí aunque nos podamos ir a vivir a Israel o a España”.

Se estanca el porcentaje de diputadas

A pesar de que el Parlamento elegido el domingo incrementó su número de escaños de 550 a 600 tras la reforma constitucional aprobada en 2017, el número de diputadas apenas ha aumentado, al pasar de 74 a 78. El porcentaje viene a ser el mismo: algo más de un 13% de los parlamentarios de la Gran Asamblea de Ankara, cuando la media mundial es del 23%, según datos del Banco Mundial.

El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista) del presidente Recep Tayyip Erdogan, es el que cuenta con un mayor número de diputadas: 39 de sus 295 diputados, mientras que sus aliados del Partido de Acción Nacionalista (MHP, extrema derecha) solo con tres mujeres entre sus 49 integrantes, según resultados electorales aún provisionales.

En el bloque de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata y laico) suma 14 diputadas entre sus 146 escaños, en tanto que el flamante Partido Bueno (IYI, derecha nacionalista), el único liderado por una mujer —Meral Aksener—, ha situado a tres parlamentarias entre un total de 43. En la izquierda prokurda, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), que suele mantener la paridad en sus cargos orgánicos y políticos, cuenta con 19 mujeres en un grupo parlamentario de 67.

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